Tras un año con números magros, el 2025 también asoma difícil para la cadena del vino
En 2024, si bien la producción fue mayor, las ventas solo avanzaron levemente. En el plano externo, el dólar quieto no estimula las exportaciones. Para este año se espera una mayor cosecha, pero los precios que pagará la industria no tendrían cambios.
La cadena de valor vitivinícola en Argentina cerró un 2024 complejo, en donde se combinó una mayor producción de uvas y elaboración de vinos con una caída en las ventas, precios de venta al consumidor con subas que no llegaron a empatar el partido contra la inflación y un mercado externo presentando algunas señales preocupantes.
En tanto, para este año se espera una mayor cosecha, pero con stocks que no son bajos. Un trabajo elaborado por el IERAL de la Fundación Mediterránea puso el ejemplo de Mendoza, en donde la cosecha de uvas creció un 46% y la producción de vinos aumentó un 21%, las ventas apenas se incrementaron.
“Mayor elaboración y similares ventas de vinos se tradujeron en mayores stocks de vinos”, señalaron desde la entidad. Los incrementos en precios fueron menores en vinos exportados a granel y en mostos, cuyas ventas en cantidades aumentaron en 2024.
El mercado, tanto a nivel local como externo, desandó un camino muy difícl durante 2024. En el ámbito doméstico, se notó el menor poder de compra por parte de los clientes, mientras que en comercio exterior el IERAL consideró la combinación de dólar estancado y un consumo que decayó a nivel global.
Para este año, se espera un repunte en el mercado local -a partir de una recuperación del poder de compra de la población argentina- aunque destacaron que el actual valor de la divisa norteamericana pone signos de interrogación a una mejora de los despachos al exterior.
“Se podrá incrementar las ventas en ese mercado, aunque con menores precios”, consideraron desde el IERAL.
VINO: MERCADO INTERNO VS EXTERNO
En el ámbito local, las ventas de vinos se mantuvieron estables pero con una caída del 20% en espumosos. En el mercado externo, se incrementaron un 4% a partir de un mayor empuje en graneles genéricos, mientras que los mostos casi se duplicaron en exportaciones.
En Argentina, los precios de vinos comunes aumentaron más que la inflación promedio, pero no así los varietales. En el exterior, los precios en dólares de los varietales fraccionados se mantuvieron estables, pero al expresarlos en pesos disminuyeron. “La facturación en vinos se mantuvo estable en ambos mercados”, sintetizaron,
En el eslabón productivo, aunque la cosecha mejoró un 46%, los viñateros sufrieron un recorte de 14% en sus ingresos, a partir de precios que no repuntaron durante 2024.
PERSPECTIVAS COMPLEJAS PARA EL VINO
Para este año, en el negocio consideran tres variables:
- Los pronósticos de una mayor cosecha en todo el país y en Mendoza, pero con el lastre de un mayor stocks de vinos;
- Una recuperación en el poder de compra de los consumidores
- Un dólar que seguirá planchado, en un escenario de consumo global en baja.
“Con mayor oferta de uvas y de vinos, y con una demanda que no acompaña, es posible que se elabore más mosto, aunque con menor rentabilidad”, anticiparon.
Esto, sumado a que las bodegas ofrecerían a los productores el mismo precio del año pasado por su materia prima y con plazos de pago más largo, anticipan un ciclo negativo en precios, sobre todo para los productores,
La duda que persiste en la cadena es saber si se trata de una situación transitoria o se extenderá en el tiempo.
“Hay dos factores que preocupan: el menor consumo mundial de vinos -10% en quince años- y un dólar barato que se mantendría si la economía se estabiliza. Son tiempos complicados para el sector”; concluyeron desde Fundación Mediterránea
Seguir leyendo