En los valles riojanos, recrían la ganadería con un modelo de mayor eficiencia y productividad
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En una región deficitaria para la ganadería, los productores duplicaron su producción gracias al conocimiento. En La Rioja, con el apoyo del INTA, mejoraron los índices productivos integrando a la recría como una estrategia eficiente.
La principal limitante de la producción ganadera en la región de los llanos riojanos es ambiental, asociado a la aridez.
No obstante, los productores no se quedan con eso y siguen innovando para intentar ser eficientes a pesar de estas circunstancias.
La integración de la recría a la cría es una alternativa que permite diversificar los sistemas ganaderos pastoriles de estas regiones.
No solo brinda la posibilidad de vender animales más pesados en momentos de menor oferta, sino que también sirve para evitar costos de mantenimiento del rodeo de cría en años desfavorables.
LA RECRÍA EN LOS VALLES RIOJANOS
El establecimiento ganadero Villa del Sol, cuyo propietario es Javier Saddi y su asesor técnico, Daniel Adaro, logró incrementar un 25% la producción total con la utilización de esta herramienta.
El mismo está ubicado a 14 kilómetros de la ciudad de Chepes, Departamento de Rosario Vera Peñaloza, en la provincia de La Rioja. Allí implementa la recría de los terneros de su propia producción utilizando estrategias de suplementación en pastoreo o corral, dependiendo de las condiciones del año.
Roxana Ávila, investigadora del INTA La Rioja, señaló que “sumar la recría a los establecimientos ganaderos es una oportunidad para hacer más eficiente la cría, mediante la aplicación de técnicas de manejo”.
Además, agregó que “el estacionamiento de servicio, decidir el destete en función del pasto acumulado, planificar la selección de reposición para adelantar el primer servicio son algunas de las herramientas que se utilizan. Sin cría ordenada, es difícil una recría exitosa”.
LA PRODUCCIÓN GANADERA EN LA RIOJA
En Villa del Sol, la recría inicia luego del destete del ternero. Si el año fue bueno en cuanto a la cantidad de lluvia ocurrida y se pudo acumular forraje, los terneros de 6 meses de edad se suplementan diariamente a la mañana con un balanceado comercial para dicha categoría (se entrega al 1 % PV) y luego pasan a pastorear en una parcela con buffelgrass diferido.
En cambio, si las condiciones del año fueron desfavorables, los terneros se destetan en forma anticipada (4 meses) o precoz (2 meses) para mejorar el estado corporal de la madre y favorecer una nueva concepción. Luego, los terneros destetados pasan a un corral de recría y son alimentados con un balanceado comercial (1,5 % del PV) y rollos de alfalfa (1,5 % del PV).
La duración de la recría varía entre 120 y 150 días, dependiendo del tipo de destete realizado.
En Villa del Sol se presenta una producción de carne promedio del sistema de cría de 8 kilos por hectárea (valor que duplica el promedio regional); con la incorporación de la recría, alcanzó los 10 kilos de carne por hectárea.
“El equipo del INTA realiza un seguimiento y análisis de los índices productivos obtenidos por la empresa. Si el productor o asesor lo solicitan, también se hacen sugerencias sobre las acciones de manejo en el establecimiento”, amplió la investigadora Roxana Ávila.
UNA BASE FORRAJERA CLAVE
En la región se encuentra una ganadería de cría bovina, cuya base alimenticia son las diferentes especies que componen sus pastizales naturales (95 %), complementadas con pasturas megatérmicas implantadas (buffelgrass, 5 %).
Por otra parte, los sistemas ganaderos presentan niveles de producción por debajo de su potencial –de 3 a 5 kilos de carne por hectárea, 50 % de destete–.
En esa línea, Lisandro Blanco, técnico del INTA La Rioja, explicó que en los llanos riojanos el 95 % son pequeños productores (menos de 100 cabezas bovinas) que poseen pastizales naturales, los cuales se encuentran actualmente bajo procesos de degradación: merma de productividad, pérdida de diversidad, erosión de suelos.
“La principal limitante es ambiental, asociada a la aridez –menos de 400 milímetros de lluvia al año, estacionalmente focalizadas entre noviembre y marzo, con gran variabilidad interanual–. También se suma la baja escala de producción, que limita la posibilidad de inversión en tecnologías”, diagnosticó.
En este contexto, el INTA trabaja con establecimientos ganaderos que forman parte de un proceso participativo de aplicación y evaluación de tecnologías. A partir de un diagnóstico multidimensional –ambiental, productivo y socioeconómico–, se acuerda una planificación entre profesionales del INTA y los productores ganaderos que incluye la incorporación de tecnologías de manejo.
LAS RECOMENDACIONES DEL INTA
Las principales tecnologías que recomiendan los técnicos para superar los limitantes de la región son estacionamiento de servicio, ajuste de carga animal a la receptividad, descanso estacional de potreros, incorporación de recría para flexibilizar la carga animal y suplementación estratégica de categorías específicas del rodeo.
Además, promocionan la sincronización de celo para concentrar la parición, concentración de parición, manejo nutricional diferencial para vaquillonas, aplicación de calendario sanitario básico y aplicación estratégica de destete anticipado o precoz.
Asimismo, la implantación de pasturas megatérmicas en áreas degradadas, servicio sobre pasturas y monitoreo forrajero satelital.
Blanco detalló que “se evalúa periódicamente el impacto de estas tecnologías y se realizan ajustes acordados por ambas partes. También, en los establecimientos se realizan reuniones demostrativas con otros productores de la región, en las cuales se discuten los impactos positivos y las limitantes de las tecnologías aplicadas”.
OTRA MEJORA SIGNIFICATIVA
Por otra parte, en el establecimiento ganadero “El Zampal”, el INTA La Rioja lleva adelante, junto con el productor Marcelo Troncoso, diferentes acciones sobre la aplicación de tecnologías para el manejo forrajero y ganadero.
“Actualmente los índices productivos del campo mejoraron significativamente respecto a los promedios regionales, alcanzando entre 10 y 14 kilos de carne por hectárea, e índices de destete superiores al 85 %. La calidad de su rodeo le permitiría obtener precios diferenciales en la región”, destacó Blanco.
Este campo se encuentra en el sector suroeste del Departamento Rosario V. Peñaloza –La Rioja–, y cuenta con una superficie de 500 hectáreas donde la mayoría del campo está rolado.
Sus propietarios se dedican a la ganadería bovina de Aberdeen Angus, contando con un plantel de 50 vientres bovinos y 17 vientres ovinos manchegos. Esta actividad representa para ellos un modo de vida y de arraigo en la comunidad.
Algunas acciones referidas a las tecnologías aplicadas por el equipo técnico del INTA son: monitoreo de la vegetación, división de potreros con boyero eléctrico para hacer pastoreo rotativo diferido, manejo de la carga ganadera, rolado, implantación de pasturas y manejo de un calendario sanitario.
También realizan estacionamiento de servicio, destete anticipado por la sequía, sincronización de celo a tiempo fijo, captación de agua de lluvia con canaletas, almacenamiento de agua para consumo humano en cisternas de placas y perforación para fines ganaderos.
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