Rumbo a diciembre: ¿Qué falta para que se firme el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea?

Uno de los especialistas en materia internacional y políticas agropecuarias explicó los beneficios que traería el acuerdo, y habló de los “temores infundados” en Francia. “La agricultura de allá no va a desaparecer”, aseguró.
En julio de este año, mientras la ganadería argentina mostraba lo mejor de su genética en las arenas de la pista central de La Rural en Palermo, a un océano de distancia se publicaba un informe crítico sobre esta producción, y la del resto del Mercosur.
La Asociación Española de Productores de Vacuno (Asoprovac) afirmó que un acuerdo definitivo entre el bloque sudamericano y la Unión Europea en materia de intercambio comercial sería, en cuestiones bovinas, un “declive prolongado” para esa ganadería de toda la Unión, no solo en España.
El análisis correspondió al doctor en Economía Agraria, Diego Pazos, que estimó en unos 1.161,4 euros por tonelada la diferencia de costos entre lo que se requeriría para producir en Europa que lo que cuesta en el Mercosur.
️ Un estudio de @asoprovac indica que la aplicación del acuerdo UE-Mercosur en sus condiciones actuales supondría la pérdida de 12.900 puestos de trabajo en el sector español de vacuno de carne en los cinco años posteriores a su entrada en vigor.
— De Puertas al Campo (@puertasalcampo) July 18, 2025
“Esta cifra sitúa a la cadena de producción de carne vacuna europea en una posición de evidente falta de competitividad y enorme debilidad”, calificó el informe que fue oportunamente difundido por medios agropecuarios de España.
UNA MIRADA ARGENTINA
Desde la Bolsa de Comercio de Rosario, donde este año volvió a realizarse el tradicional Seminario Acsoja, el especialista en negociaciones internacionales Maximiliano Moreno evaluó el estado de las negociaciones entre ambos bloques.
Moreno, director de la Fundación del Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales (INAI), fue uno de los disertantes en el panel “Finanzas, instrumentos, futuro y realidad del mercado nacional e internacional”, que tuvo lugar en la tarde del martes.
Allí brindó un panorama detallado de las negociaciones que, de no mediar obstáculos de índole burocrática y nuevas trabas políticas, sería la firma definitiva luego de una larga espera.
Al finalizar el espacio, Infocampo dialogó con Moreno, quien defendió la intención de acordar y también desestimó ciertos temores que se barajan en Europa respecto del acuerdo: habló de “desinformaciones” y de “temores infundados”.
-Tal vez, luego de muchos años de negociaciones, muchas personas hayan perdido de vista de qué se trata el acuerdo comercial en sí y en qué beneficiaría al Mercosur y la Argentina. ¿En qué consiste?
-En primer lugar tiene beneficios sistémicos que exceden largamente lo que es el campo, es un acuerdo con la segunda la economía a nivel global junto con Estados Unidos y China. Claramente es una carta de presentación que haría que Mercosur sea un bloque mucho más creíble que lo que es ahora.
-¿Hoy no lo es?
-Hoy Mercosur prácticamente no tiene acuerdos comerciales y cuando vos querés salir a firmar un acuerdo te dicen “pero, te pasaste 20 años negociando con la Unión Europea, no pudiste cerrar, ¿por qué va a ser distinto ahora?” Entonces, esto permite consolidar el bloque, que sea más creíble, permite modernizar marcos regulatorios que hoy están muy atrasados. Si queremos ingresar por ejemplo a la OCDE este acuerdo con la Unión Europea permite que vos modernices y que tengas un benchmarking a nivel de potencia mundial. Tiene múltiples beneficios desde lo sistémico, estabiliza reglas de acceso marcado. En un mundo que está super convulsionado y cambia aranceles, esto sería lograr una foto con un gran socio comercial.
-¿Qué implicaría para el agro argentino, por ejemplo?
-El 99,5% de las exportaciones a Europa van a ingresar o con arancel cero o bajo alguna cuota arancelaria. Vamos a tener las condiciones de acceso mejoradas y entrar a un gran mercado en igualdad de condiciones que otros más de 40 competidores que tiene Argentina. Porque cuando Argentina vende a Europa no solamente tiene a las malditas retenciones, sino que además tiene aranceles que otros competidores no tienen. Entonces, imaginate un producto australiano que no tiene retenciones y encima enfrenta aranceles más bajos que los de Argentina. O un mexicano, o un producto chileno.
-Y encima está más cerca de China.
-Sí. Y es increíble que hoy se pueda entrar de manera competitiva al mercado europeo con nuestras retenciones. Se van a reducir sustancialmente en algunas cosas directamente se van a eliminar, en otros casos van a estar limitados en un volumen, pero vas a tener acceso preferencial a un mercado muy atractivo que hasta ahora no lo tuviste. Vas a competir en la igualdad de condiciones que otros exportadores al mercado al mercado europeo.
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-¿El Mercosur está cerca de lograrlo?
-Ojalá que estemos a pocas semanas o meses de que se pueda firmar el acuerdo. Formalmente está concluido en cuanto a la letra. Eso está cerrado, se cerró hace ya algunos meses y ahora resta algún procedimiento administrativo político del lado de Europa. El Consejo de la Unión Europea, que básicamente son los ministros de comercio, tiene que votar por la positiva y habilitar a que el acuerdo se firme. Esto es un proceso que lleva tiempo porque dentro de Europa hay equilibrios: hay países que están más contentos con el acuerdo, países que están menos contentos. Se firmaría en los primeros días de diciembre en Brasil, en la Cumbre de Presidentes.
-¿Los países que más rechazo manifiestan en Europa tienen el suficiente peso político para torcerle el brazo a la Comisión Europea?
-En esta votación que se va a hacer en el consejo europeo hace falta una doble mayoría: el voto positivo de países que representen el 55% de la cantidad de países, o el 65% de la población. Entonces, lo que es importante es que los países que voten tengan peso en términos de población. Los más pesados son Alemania y Francia, que son los que más población tienen. Alemania siempre ha sido favorable al acuerdo, pero Francia siempre se opuso.
-¿Cuáles son los motivos?
-Personalmente no los comparto, para mí no tiene sentido intentar convencer a Francia porque no hay acuerdo que les cierre; hay un prejuicio, hay un preconcepto y hay una lectura equivocada del acuerdo. Pero de todos modos los votos importantes son los de Italia, España y en menor medida Polonia, que son los países que más incidencia tienen en término de población. Si estos países acompañan el acuerdo, seguramente vamos a ir por buen camino y vamos a tener esta mayoría para poder firmarlo en diciembre.
-¿A qué se le puede atribuir los eventuales prejuicios en Francia?
–Si me permite, allí hay toda una lectura inadecuada sobre lo que es el acuerdo, y no quiero señalar puntualmente en el agricultor francés. En ganadería, por ejemplo, el acuerdo no va a romper el mercado europeo porque las cuotas que nos ha dado la Unión Europea han sido muy calibradas, sido muy cuidadosamente definidas, eso no representa más del 2% de la producción de la Unión Europea.
Maximiliano Moreno
-¿Hay también malas informaciones con respecto a la calidad de los productos que se venderán hacia la Unión Europea?
-Sí, relacionadas a los estándares sanitarios, y nada más lejos que eso. El acuerdo no cambia las condiciones bajo las cuales exportamos hoy. Es decir, vamos a tener que seguir cumpliendo con los estándares de la Unión Europea, que los venimos cumpliendo hoy y que nos han colocado como un gran exportador, no solamente hacia allí sino también hacia Estados Unidos, a China, a todos los mercados del mundo. Así que muchas veces tiene que ver con prejuicios y con mala información, y eso hace que se hagan lecturas inadecuadas. Aunque es cierto que Francia tiene un polo importante de productores que se oponen al acuerdo, insisto en que muchas veces no se tiene en cuenta esto que digo y persiste el prejuicio de que Mercosur va contra la agricultura francesa. La agricultura francesa está fuertemente subsidiada y no hay ningún motivo por el cual creer que va a desaparecer.
-Saliendo de Francia, por ejemplo en España se habla también de que podría haber un impacto en la ganadería bovina de ese país, y que se profundizaría una “falta de competitividad” para los productores locales. En lo que tiene que ver con Argentina, ¿qué pasaría en el caso de que efectivamente se consolide a futuro una baja de retenciones? ¿Es razonable la mirada que existe en Europa?
-En el peor de los casos, suponiendo que Argentina fuera un mundo ideal donde las retenciones queden en cero, donde se bajara la carga impositiva, donde tuvieras una macro ordenada, créditos, en resumen, un mundo que todos deseamos, aun así no hay que perder de vista dos cosas: primero, que la ganadería en Europa está subsidiada, es decir, el Estado lejos de sacarle recursos al sector le da recursos. Y ya sabemos que en Argentina, hasta ahora, eso no ha sucedido. Y punto dos: siempre es emblemática la cuota de carne bovina y parecería que el acuerdo fuera solo de carne bovina, pero solo es de 100.000 toneladas de las cuales 55.000 corresponden a carne refrigerada y 45.000 a congelada.
-¿Cuánta población total se estima en el mercado de allí?
-Se estima que los consumidores europeos son unos 450 millones de habitantes. Con lo cual no hay forma de que con este volumen de carne rompa el mercado europeo, puede estar en el 1% o 2% de loque se consume, que entiendo que es absolutamente marginal. Por eso vuelvo a lo anterior: no hay riesgo sanitario porque Argentina va a cumplir con los estándares europeos y no hay riesgo comercial porque esta cuota representa una porción chica. Y otra cosa…
-¿Cuál?
-Es importante remarcar que no hay riesgo ambiental porque Argentina no solamente da todas las garantías en términos de trazabilidad y de lucha contra la deforestación, sino que está instrumentando todas las medidas para cumplir con el reglamento de la Unión Europea, que justamente se habla de que fue atrasado. Argentina va a garantizar que ningún producto que llegue a Europa sea producto de deforestación, con lo cual de ninguna manera hay un riesgo y esto parte de nuevamente de estos mitos que se generan alrededor de esta clase de acuerdos. Convengamos que la gente que se opone es la más ruidosa y se termina escuchando una sola campana. Pero bueno, siempre es más lindo oponerse y hacer estas lecturas fatalistas.
-¿Qué papel cumpliría el Gobierno argentino en diciembre, en Brasil?
-La pelota está del lado europeo. El Gobierno argentinos puedde trabajar rompiendo estos mitos del lado europeo y si Dios quiere también ir preparándose para que este acuerdo cuando se concrete, se firme y llegue al Congreso. Ahí habrá que explicarlo porque existen estos preconceptos también de que será el fin de la industria argentina. Pero ese no es un sector que yo maneje.