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Otro déficit que el agro necesita convertir en superávit: “Solo reponemos el 40% de los nutrientes”

Fuente: Infocampo 24/09/2025 15:54:36 hs

En una "Gira Fluvial" realizada por las terminales del Río Parana, Fertilizar AC hizo foco en el déficit nutricional y las brechas de rendimiento. Un dato: de 3,5 millones de toneladas de nutrientes que se "exportaron" en la última cosecha, solo se repusieron 1,4 millones.

En el Gran Rosario, las diferentes terminales agroexportadoras que se encoluman en los márgenes del Río Paraná conforman el segundo nodo portuario de granos, harinas y aceites vegetales más importante del mundo, solo por detrás del Golfo de los Estados Unidos.

Por eso, Fertilizar AC organizó una “Gira Fluvial” con periodistas, de la que participó Infocampo, en la que se observó desde un barco en plena hidrovía la dimensión de los buques que llevan la agroindustria argentina al mundo, como una manera también de graficar la relevancia que tiene un problema sin solución para la sustentabilidad de la producción nacional: el déficit de nutrientes.

En concreto, desde la entidad calcularon que en la última cosecha se fueron en los barcos unos 3,5 millones de toneladas de nutrientes, de los cuales solo se repusieron 1,4 millones: es decir, que quedó un “rojo” de 2,1 millones de toneladas, que no solo afecta los suelos, sino que además amplía las brechas de rendimiento entre los valores de productividad por hectárea que se están logrando y los que se podrían alcanzar.

Simposio Fertilidad: los 40 millones de toneladas que Argentina no produce por una nutrición deficiente

LOS NUTRIENTES QUE SE VAN EN BARCO

En la bienvenida a esta “Gira Fluvial”, la gerente ejecutiva de Fertilizar, María Fernanda González Sanjuan, destacó la relevancia de los nutrientes y puntualmente del fósforo como un elemento clave en la sustentabilidad del sistema productivo, refiriéndose al impacto que implica la exportación de nutrientes sin una reposición adecuada en los suelos.

Por su parte, el presidente de la entidad, Roberto Rotondaro, enfatizó la relevancia de articular logística, puertos y fertilización dentro de una misma mirada estratégica.

“Cada embarque refleja no solo granos exportados, sino también nutrientes que el suelo pierde y que debemos reponer. Una gestión eficiente de la nutrición de cultivos y el uso de los fertilizantes es vital para que la producción de alimentos mantenga su competitividad en el mercado internacional”, subrayó.

En este sentido, González Sanjuan opinó que “acercarnos al puerto es tomar real dimensión de los alimentos que producimos. Las decisiones que se toman al momento de la siembra, respecto del manejo nutricional de los cultivos impactan en la cantidad de barcos que podemos exportar y la calidad de los alimentos que allí se transportan hacia el mundo”.

En ese sentido, hizo foco en que, si bien Argentina sigue siendo un actor clave en la producción mundial de soja, el país enfrenta una brecha de rendimiento significativa que limita su verdadero potencial. Esta brecha se explica principalmente por una baja adopción tecnológica en cuanto a fertilizantes se refiere.

EL BALANCE DE NUTRIENTES EN ARGENTINA

El coordinador técnico de Fertilizar, Esteban Ciarlo, fue quien ofreció una detallada explicación sobre el concepto de balance de nutrientes y cómo se calcula.

Puntualmente, presentó cifras sobre el consumo de nutrientes, evidenciando que la soja y el maíz son los cultivos que más nutrientes exportan, entre 94 y 116 kilogramos por hectárea.

“La soja, por su contenido nutricional, y el maíz, por su volumen de producción, son los grandes exportadores de nutrientes”, explicó.

De acuerdo con los datos de Fertilizar, los seis principales cultivos del país (soja, maíz, trigo, girasol, cebada y sorgo) removieron en la campaña 2024/25 más de 3,5 millones de toneladas de nutrientes (NPKS) en un volumen de 130 millones de toneladas de granos.

En cambio, el aporte de nutrientes a través de fertilización fue de solamente 1,42 millones de toneladas. “Esto significa que solo reponemos un 40% de lo que extraen las cosechas”, explicó.

Luego enumeró los principales datos correspondientes a la campaña 2024/25:

  • La soja representa 48% de los nutrientes extraídos, seguida por el maíz (28%) y el trigo (14%).
  • En promedio, cada hectárea pierde 17 kg de nitrógeno, 5,5 kg de fósforo, 29 kg de potasio y 4,5 kg de azufre. Esto significa una pérdida neta promedio nacional de 56 kilogramos por hectárea de los cuatro principales nutrientes.
  • El déficit total de nutrientes es de 2,1 millones de toneladas por campaña, lo que equivale a una pérdida económica estimada en 86,5 dólares por hectárea cultivada.

Con respecto al consumo de nutrientes, predominan el nitrógeno, especialmente en trigo y maíz, seguido del fósforo (P). Sin embargo, otros nutrientes se aplican en cantidades mínimas o directamente no se aplican, lo que refleja tendencias preocupantes a nivel nacional.

“Los balances de nutrientes son negativos en todos los casos, poniendo en riesgo la capacidad productiva de nuestros suelos”, advirtió.

EL FÓSFORO ENCIENDE EL DEBATE

Para finalizar, el experto enfatizó la importancia del fósforo y su reposición en los planteos de producción agrícola. Aunque los números presentados se refirieron a la agricultura, también se mencionó la falta de reposición de nutrientes en ganadería.

Ciarlo apuntó que Argentina pierde cerca de 6 kilogramos de fósforo por hectárea cada año y no tiene reservas propias de roca fosfórica, “lo que nos hace depender 100% de la importación”.

Según el relevamiento de la entidad, la tasa de reposición de fósforo en la última campaña fue apenas de 57%, una de las más bajas del mundo entre países productores de granos.

“Los suelos no mienten: si no reponemos lo que extraemos, hipotecamos la productividad futura además de limitar la producción actual”, lamentó.

Por último, Ciarlo se refirió al Programa SUMA P que impulsa Fertiliar AC y enfatizó la importancia de incorporar fósforo a las estrategias de fertilización, ya que cada kilo de fósforo aplicado es una inversión en el suelo, una apuesta por la siembra y el futuro del activo más valioso de un productor: su suelo.

“Con fósforo, hacemos que el suelo sea más productivo, rentable y sostenible. Por eso, enfatizamos la importancia de sumar fósforo para mejorar la rentabilidad y los rendimientos, haciendo la diferencia en cada cosecha”, agregó.

También recordó dónde se puede acceder a toda la información con más datos sobres las características y beneficios del fósforo para los cultivos: https://fertilizar.org.ar/suma-fosforo-hace-la-diferencia/

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