Nada como un buen vino: en Mendoza, la cadena vitivinícola es la que más peso tiene en la economía
Según un informe de ACOVI, la producción de vinos, desde la uva hasta la botella, general 12,4% del Producto Bruto Geográfico mendocino. Las cooperativas aportan un gran porcentaje de ese movimiento económico.
En tiempos en los cuales el vino sale a capear una etapa de crisis por exceso de oferta, como afirmó recientemente IERAL – Fundación Mediterránea, ahora desde la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (ACOVI) le pusieron cifras al propio sector.
“El sector cooperativo vitivinícola aporta $ 184.430 millones en Valor Agregado a la economía de Mendoza”, destacaron en un informe que muestra a la actividad en este mes de noviembre.
ACOVI es una entidad civil sin fines de lucro creada en 1962, y que representa a unas 32 cooperativas y a la Federación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (FECOVITA) ante entidades públicas y privadas.
“La vitivinicultura es uno de los sectores económicos más relevantes de Mendoza. En este marco, el sistema cooperativo nucleado en ACOVI representa aproximadamente el 30% de la industria vitivinícola provincial”, expone el informe.
EL VINO Y SU PESO EN LA ECONOMÍA MENDOCINA
Tras la presentación, Fabián Ruggeri, presidente de ACOVI, señaló: “Los productores que han visto el informe quedaron muy conformes. Son datos absolutamente contundentes de lo que nosotros preveíamos o considerábamos que era el sistema cooperativo”.
Por su parte, Rubén Panella, presidente de Fecovita, destacó que “la vitivinicultura es la principal industria en forma integrada”.
“Es clave buscar que los productores estén agrupados de distintas formas a la cadena, desde la producción hasta la parte comercial, lo que nos permita el desarrollo de la viticultura”, planteó.
Según el informe, la producción primaria cooperativizada en ACOVI equivale al 26% del total provincial. Y eso, estiman, le da a los productores mayor previsibilidad frente a fluctuaciones de cosecha y una participación significativa en el mercado. “En elaboración y fraccionamiento, la participación es del 27% y 26%, respectivamente, lo que garantiza estabilidad, diversificación de productos y mejores oportunidades comerciales”, calificaron.
En concreto, en el Producto Bruto Geográfico Provincial (2024), y considerando la vitivinicultura como una cadena completa —desde la producción primaria hasta el fraccionamiento— la actividad lidera el ranking con un 12,4% del Valor Agregado provincial.
“Dentro de ese total, las cooperativas vitivinícolas representan un 3,4% del PBG, superando el transporte en términos de valor agregado”, estimaron.
“Este análisis confirma que la vitivinicultura es la principal actividad agrícola de Mendoza y que su industrialización tiene un peso decisivo dentro del sector manufacturero. En conjunto, la industria vitivinícola es uno de los pilares de la economía provincial, con el sector agrupado en ACOVI representando cerca del 30% del total”, sumaron.
Por su parte, desde la COVIAR, José Zuccardi destacó la labor de las cooperativas vitivinícolas: “Creo que la integración de los productores es un pilar para darle estabilidad al sistema y para unir las dos puntas de la cadena, el productor y el consumidor”.
¿CÓMO SE COMPONE EL SISTEMA COOPERATIVO?
Hoy en día, según ACOVI, el sistema cooperativo agrupa a 5.000 productores, es decir, el 50% del total provincial. Los mismos trabajan 25.000 hectáreas de vid sobre más de 143.000 hectáreas cultivadas en Mendoza.
“Esto representa el 17,5% de la superficie provincial, un indicador de estabilidad que contrasta con la reducción general de superficie cultivada en el país en los últimos años”, estimaron.
En empleo registrado, dividieron los porcentajes en las siguientes categorías:
- La producción primaria cooperativa genera 6.575 puestos de trabajo (26,7% de la mano de obra agrícola provincial).
- En elaboración y fraccionamiento se contabilizan 3.650 empleos adicionales, un 25% del total del sector.
“En suma, el sistema cooperativo sostiene más de 10.000 empleos, es decir, uno de cada cuatro puestos de la industria vitivinícola”, precisaron.
Y cerraron: “En total, el Valor Agregado generado por el sistema —desde la uva hasta la botella— asciende a $184.430 millones, demostrando su capacidad para sostener la producción, generar empleo y promover la modernización tecnológica, la eficiencia industrial y el desarrollo de nuevos productos”.
Seguir leyendo












