La FAO propone un plan para reducir 57% el uso de antibióticos en ganadería, en los próximos 15 años

El organismo calculó que, para 2040, el consumo de antibióticos a nivel global podría llegar a 143.481 toneladas. Pero a partir de mejorar una serie de variables, apuntan a que en ese año el uso se reduzca a 62.000.
En líneas generales, cuando la ganadería se enfoca en mejorar la productividad, se vincula a ganar kilos de carne a partir de afinar estrategias de manejo en los corrales, entre ellas la sanidad.
Pero un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) dio una vuelta de tuerca a esa premisa y sostuvo que mejorar la eficiencia es clave para reducir el uso de antibióticos en los planteos pecuarios.
“El uso mundial de antibióticos en el ganado podría aumentar casi un 30 % para 2040”, estimaron desde el organismo.
Pero a partir de una investigación de FAO que fue publicada en Nature Communications, comprobaron que las ganancias estratégicas de productividad en los sistemas pecuarios podrían reducir a la mitad el uso previsto de antibióticos.
ANTIBIÓTICOS EN GANADERÍA: LA PROYECCIÓN A 2040
El estudio prevé que, si sigue la tendencia actual, el uso a nivel global de antibióticos en la ganadería llegaría a 143.481 toneladas, un incremento de 30% con respecto a 2019.
Frente a este escenario, el estudio de la FAO afirmó que “el uso de antibióticos podría reducirse hasta un 57 % si se optimiza la productividad ganadera”.
De este modo, remarcaron que mediante la mejora de la sanidad animal, las prácticas de gestión y la eficiencia de la producción, el uso de antibióticos podría bajar a unas 62.000 toneladas para 2040.
El estudio, titulado “The Future of Antibiotic Use in Livestock” (El futuro del uso de antibióticos en la ganadería), fue realizado por Alejandro Acosta,. Wondmagegn Tirkaso, Francesco Nicolli, la Sra. Giuseppina Cinardi y Junxia Song, expertos de la FAO, en colaboración con Thomas Van Boeckel, de la Universidad de Zúrich.
EL COMBATE CONTRA LA RESISTENCIA A LOS ANTIMICROBIANOS
Para entender esta postura, además del viraje de la producción pecuaria hacia modelos más sustentables, no se debe perder de vista los compromisos que existen en todo el mundo para combatir la resistencia a los antimicrobianos (RAM).
Como se recordará, en la Declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la RAM de 2024, se pidió una reducción notable del uso de antimicrobianos en los sistemas agroalimentarios para 2030.
“Lograr este objetivo plantea retos considerables, en especial en regiones donde la producción ganadera se está expandiendo para satisfacer la creciente demanda de alimentos”, señalaron desde FAO.
Song, oficial superior de Sanidad Animal de la FAO y coautora del estudio, reconoció que “las partes interesadas del sector pecuario deben trabajar juntas para mejorar la prevención de enfermedades, reforzar los sistemas de seguimiento e invertir en innovaciones que mejoren la sanidad animal y reduzcan al mismo tiempo la dependencia de los antibióticos”.
Con este objetivo en el radar, la FAO ha puesto en marcha recientemente la iniciativa “Reducir la necesidad de antimicrobianos en las explotaciones agrícolas para la transformación sostenible de los sistemas agroalimentarios” (Renofarm).
El programa proporciona orientación en materia de políticas, asistencia técnica y creación de capacidad para ayudar a los países a reducir el uso de antibióticos, al tiempo que promueve la transformación sostenible de la ganadería.
“La FAO está comprometida con la transformación de los sistemas agroalimentarios mediante la reducción de la necesidad de antimicrobianos, como hace la iniciativa Renofarm, promoviendo de esta manera prácticas sostenibles y salvaguardando la salud pública”, afirmó Thanawat Tiensin, subdirector General y Director de la División de Producción y Sanidad Animal de la FAO.
Una contribución clave del estudio fue la introducción del método de conversión de biomasa ganadera, con el que se mejora la precisión en la estimación de la biomasa ganadera en diferentes especies, sistemas de producción y prácticas de gestión.
“Ello hace posible una estimación más precisa de la intensidad del uso de antibióticos, lo que permite a los responsables de la formulación de políticas y a las partes interesadas elabora estrategias más eficaces para optimizar la producción ganadera y minimizar la dependencia de los antibióticos”, concluyeron.
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