El trigo recuperaría 400.000 hectáreas y alcanzaría su máxima siembra en los últimos 20 años
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires estima que se implantarán 6,7 millones de hectáreas de trigo, un 9% más que el año pasado y la misma superficie que en 2021/22, el mayor valor desde los 7 millones de hectáreas de 2001/02.
La siembra de trigo crecería 9% este año, hasta alcanzar 6,7 millones de hectáreas, un 9% o 400.000 hectáreas más que el año pasado.
Así lo estimó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que este martes hizo el lanzamiento de su campaña fina, dando a conocer sus proyecciones para la campaña 2025/26 de este cereal y también de la cebada.
De cumplirse el cálculo de la entidad porteña, se tratará de un área que estará entre las máximas del presente siglo: el récord corresponde a 2001/02, con 7 millones de hectáreas, y luego sigue 2021/22 con 6,7 millones.
Esto quiere decir que el ciclo próximo a comenzar podría, como mínimo, empatar a esta última temporada, e incluso superarla si el optimismo que hay en torno al cereal sigue mejorando.
EL TRIGO Y LA CEBADA, UNA DUPLA PARA EL RÉCORD
Ramiro Costa, gerente de Estudios Económicos de la entidad, fue el encargado de detallar las proyecciones para la campaña fina.
Aunque resta por observar qué sucederá en términos climáticos, señaló que es posible pensar en una cosecha que alcance los 20,5 millones de toneladas.
En tanto, si se adicionan los números que se esperan para la cebada, podría ser una temporada histórica: para este cereal, se estiman 1,3 millones de hectáras, con una producción de 5,1 millones de toneladas.
Así, de cumplirse los 8 millones de hectáreas para ambos cultivos, se trataría de una siembra récord para el período invernal argentino.
#CampañaFina2526 se proyecta un uso de tecnología al menos igual, e incluso algo superior, al de la campaña pasada, lo que refuerza las perspectivas productivas positivas. pic.twitter.com/Oy2lGXc57J
— Bolsa de Cereales ETyM (@BolsadeC_ETyM) April 15, 2025
EL PANORAMA DEL TRIGO, LOCAL Y GLOBAL
Según Costa, las últimas campañas globales fueron muy buenas a nivel productivo, incluyendo el trigo, aunque los stocks se encuentran en mínimos de los últimos 10 años.
Así, la buena noticia para Argentina -por el impulso que podría representar en los precios- es que esta situación podría profundizarse en 2025/26, ya que se espera que el consumo vuelva a superar a la producción, reduciendo aún más las existencias.
Mientras tanto, algunos de los principales productores proyectan caídas en sus volúmenes de exportación. En contraste, Brasil —el mayor comprador de trigo argentino— anticipa una buena cosecha local, lo que podría limitar su necesidad de importar en la próxima campaña.
Luego se refirió al escenario climático para la nueva campaña, indicando que las precipitaciones registradas en los últimos meses fueron abundantes sobre toda el área agrícola, y que permitieron recomponer el agua disponible en el suelo. Frente a este escenario, el contexto climático se muestra favorable para encarar la siembra de la fina.
“Con el tanque lleno en el suelo”: una encuesta confirma que se viene una gran siembra de trigo
En cuanto al contexto local, señaló que la campaña fina 2025/26 se perfila con condiciones económicas más favorables para el productor.
En cuanto a precios, el trigo cotiza levemente por encima del año pasado (+3%), aunque aún se ubica un 5% por debajo del promedio de las últimas cinco campañas.
Sin embargo, la baja en los costos mejora la relación insumo-producto y permite proyectar una leve mejora en la rentabilidad proyectada. Este escenario sería aún más favorable si se mantuviera la reducción en los derechos de exportación del 12% al 9%.
Además, se proyecta un uso de tecnología al menos igual, e incluso algo superior, al de la campaña pasada, lo que refuerza las perspectivas productivas positivas.
LAS EXPORTACIONES DE TRIGO ARGENTINO
Por otro lado, Costa remarcó durante la presentación que, en los últimos diez años, Argentina ha mantenido un nivel de exportaciones de trigo relativamente estable, con un promedio de 10 millones de toneladas anuales, mientras que otros países exportadores continúan ampliando su participación.
Esta dinámica ha llevado a una pérdida gradual de participación argentina en el comercio mundial. De cara al futuro, se espera un crecimiento moderado en las exportaciones argentinas, aunque fuertemente condicionado por la competencia de otros orígenes.
“Este escenario expone la necesidad de profundizar cambios que mejoren la competitividad del país. En los últimos meses, se han observado avances importantes en materia de estabilidad macroeconómica y desregulaciones que permitieron ganar eficiencia y reducir costos. Ese camino, favorable, debe continuar para consolidar el salto que el agro argentino está en condiciones de dar”, expresó Costa.
EL APORTE ECONÓMICO DEL TRIGO Y LA CEBADA
Finalmente, al presentar las cifras de aporte económico de ambas cadenas, Costa, destacó que el valor agregado de las cadenas de trigo y cebada se estima en 4.723 millones de dólares, lo que representa un incremento del 31% respecto a la campaña anterior.
Este aumento se puede atribuir, en parte, a la expansión de la superficie cultivada y del volumen producido, así como al efecto positivo de la relación entre los precios del trigo y sus costos de producción.
Adicionalmente, se proyecta que las exportaciones de estos cereales experimenten una mejora del 15%, alcanzando un valor de 4.225 millones de dólares.
EL TRIGO, EN EL CONTEXTO POLÍTICO NACIONAL Y MUNDIAL
Previo a la disertación de Costa, la presentación comenzó con un análisis del contexto internacional, realizado desde la Fundación INAI, por Maximiliano Moreno quien destacó que dicha situación se encuentra actualmente caracterizada por una fuerte incertidumbre y volatilidad, lo cual está llamado a impactar en los flujos de comercio y las cadenas globales de valor.
Desde su punto de vista, las tensiones derivadas de las subas de aranceles deberían ajustarse en la medida que avancen positivamente los acuerdos entre EEUU y otros países, durante la ventana de negociación abierta por 90 días.
En este marco, la gran incertidumbre es cómo evolucionará la escalada de aranceles entre China y EEUU, tema que ha adquirido la centralidad esperada a partir de que EEUU fue acotando y enfocando el campo de aplicación de sus sanciones comerciales.
“De avanzar, este conflicto tiene el potencial de generar importantes desvíos de comercio en el sector agroindustrial, particularmente si tenemos en cuenta que EEUU es uno de los principales exportadores mundiales y China uno de los principales importadores”, graficó Moreno.
Por su parte, José Martins, presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, tuvo a su cargo el cierre del evento, oportunidad en la que valoró positivamente algunas medidas recientes del gobierno argentino como la salida del cepo, la unificación cambiaria y la desburocratización, considerándolas pasos hacia adelante para la normalización del país y su capacidad para competir con otros países de la región.
José Martins, Ramiro Costa y Maximiliano Moreno
A pesar de esto, señaló que aún quedan cosas por hacer, especialmente en todo lo relacionado a la carga tributaria y la necesidad de incentivar la inversión y la producción para lograr un desarrollo sostenible.
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