Camas biológicas: “Son 100% recomendables porque los residuos van a un lugar seguro”
La compañía BASF, junto con expertos y productores, continúa impulsando el uso de camas biológicas, una tecnología de tratamiento de agua proveniente del lavado de máquinas pulverizadoras que es ejemplo de economía circular y BPA.
Las camas biológicas son una tecnología de tratamiento biológico de agua proveniente del lavado de envases vacíos de fitosanitarios, máquinas de tratamiento de semillas o de aplicación.
Su objetivo es evitar contaminaciones puntuales del suelo, las napas o los cauces de agua que se puedan ocasionar al lavar estos equipos.
Al ser un ejemplo más,y accesible, de cómo promover las buenas prácticas agrícolas, la compañía BASF optó por proponerle a sus clientes – entre ellos productores y vendedores de soluciones– canjear los puntos que acumulan en su programa de puntos Multiplica y los créditos correspondientes a su Plan Comercial por camas biológicas que puedan instalar en sus campos.
“La idea de vincular el programa Multiplica con el canje de camas biológicas nace pura y exclusivamente ante la necesidad de acentuar a la sustentabilidad como uno de los pilares estratégicos de BASF”, cuenta Florencia Allub, Gerente Senior de Experiencia de Cliente y Excelencia Comercial.
Según la entrevistada, las camas biológicas requieren tan poco espacio, tiempo de instalación y posterior mantenimiento que “entendemos que para tener una en el campo no se necesita más que vocación sustentable”, afirmó convencida.
CAMAS BIOLÓGICAS: UN EJEMPLO DE SOSTENIBILIDAD
De esta manera, compañías como Ortega Hermanos y San Diego Semillas lograron instalar de manera sencilla camas biológicas en sus campos, con el principal objetivo de disminuir el impacto de los desechos de los procesos de tratamiento de semillas.
“Decidimos instalar las camas biológicas porque teníamos un sistema anterior muy tradicional, que después de unos años dejó de dar resultados y era algo que queríamos mejorar”, advierte José Aspiroz, Responsable de Procesos y Calidad de San Diego Semillas.
Por esa razón, la empresa decidió renovarlas por unas nuevas, canjeadas a través de Multiplica y de los créditos de la campaña anterior, y así “reducir el impacto medioambiental de nuestros desechos”, expresó, sin dudar a la hora de recomendar la instalación de las camas, y evaluando agregar un equipo más.
Por el lado de Ortega Hermanos, Álvaro Cabrera, Diego Fonsfria y Diego Gazzaniga cuentan que decidieron instalar las camas para resolver los residuos que se generaban en la máquina de tratamiento profesional de semillas.
Nuestros servicios y soluciones contribuyen a la conservación de los recursos, asegurando el progreso global y mejorando la calidad de vida.
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— BASF Agro Argentina (@BASF_Agro_ARG) January 26, 2024
“Son 100% recomendables porque los residuos van a un lugar seguro, disminuimos considerablemente la cantidad de recursos que invertimos en la gestión de los deshechos y cuidamos no sólo al medioambiente, sino también a las personas que forman parte del proceso”, detallaron.
Además de los dos mencionados, ya son seis los distribuidores y socios clave de BASF que cuentan con camas biológicas instaladas en sus campos.
CAMAS BIOLÓGICAS: CÓMO FUNCIONAN
La tecnología detrás de las camas biológicas emplea una biomezcla que combina un 50% de material vegetal con alto contenido de lignina, un 25% de suelo y un 25% de compost o turba, aunque existen otras variaciones posibles.
Esta biomezcla fomenta el desarrollo de microorganismos que descomponen las moléculas de los productos fitosanitarios.
Tras varios meses, el material procesado puede reutilizarse como fertilizante para cultivos o como insumo para crear nuevas camas biológicas.
Entre los microorganismos clave se encuentran los hongos de pudrición blanca, conocidos por su capacidad de degradar lignina y otros compuestos complejos.
Debido a su eficacia, son cada vez más las camas biológicas presentes en Argentina. Además, son fáciles de instalar, tienen bajo costo relativo y cumplen con las normativas IRAM vigentes.
Las camas biológicas son un claro ejemplo de cómo la economía circular puede integrarse al cuidado del medio ambiente, reuniendo a toda la cadena de valor bajo un propósito común.
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