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Recalculando: inundaciones, tasas y precio del maíz cambian el escenario ganadero

Fuente: Infocampo 03/09/2025 16:37:53 hs

El clima que soplaba a favor de la producción bovina tiene ahora algunos frentes de tormenta que obligan a replantear estrategias. Las inundaciones modificarán la oferta de hacienda y eso puede incidir en los feedlots.

El mercado ganadero de Rosario (Rosgan) emitió este miércoles su informe semanal en el que advirtió por el impacto que puede tener en el negocio, sobre todo en el rubro de los feedlots, las inundaciones que sacuden al centro y norte bonaerense, una zona de las principales zonas de producción bovina del país.

Pero no es el único frente tormentoso en medio de un clima que venía siendo favorable para la ganadería: también se suma el escenario de suba de tasas –ya advertido por el Rosgan hace una semana– y el repunte de los precios del maíz, que encarece el engorde.

“Cambio de escenario: nuevamente el clima se impone y obliga a replantear estrategias”, se titula el reporte del Rosgan, que agrega que “lo que venía siendo una campaña relativamente benigna desde el punto de vista climático, ha comenzado a complicarse”.

LAS INUNDACIONES Y SU IMPACTO GANADERO

En concreto, las lluvias registradas durante el fin de semana agravaron aún más el exceso hídrico que venían experimentando las zonas centrales del país, generando una expansión del área inundada.

Si bien para gran parte de la franja oeste argentino —especialmente el sur de Córdoba, La Pampa y San Luis— estas lluvias resultan beneficiosas para corregir la deficiencia de humedad que venían registrando, en el resto de la franja central —particularmente en zonas del centro-norte de Buenos Aires, el sur de Santa Fe y el sudeste de Córdoba— estos últimos registros exceden completamente la capacidad de absorción de los suelos, provocando severos anegamientos.

“Tal es el caso del centro y norte de Buenos Aires, donde la situación venía tornándose crítica en los dos últimos meses, y estas precipitaciones terminan por configurar una zona de verdadero desastre climático”, alerta el Rosgan.

De este modo, con muchos accesos y rutas cortadas, y campos totalmente bajo agua, los movimientos de hacienda comenzarán a registrarse recién en las próximas semanas, cuando efectivamente puedan retomarse las cargas.

“En este contexto, muchos de estos campos mixtos —en especial los de la provincia de Buenos Aires, donde se realiza gran parte de la invernada pastoril— deberán readaptar sus sistemas, probablemente recurriendo al encierre para su terminación”, completa.

EL PANORAMA DE LOS FEEDLOTS

Para el Rosgan, entonces, el punto es analizar en qué situación se encuentra los feedlots para recibir esta hacienda.

Primera aproximación: “En cuanto a la capacidad de recepción, no hay duda de que los corrales ya han registrado encierres holgadamente por encima de los dos millones de animales, por lo que —desde el punto de vista de la capacidad física— aún tendrían margen para un segundo pulso de llenado”.

Puntualmente, los últimos datos disponibles, al 1° de septiembre, dan cuenta de un stock en corrales de engorde de 1,98 millones de cabezas.

No obstante, si bien el número sigue siendo elevado, en el último mes se registró una fuerte caída en el nivel de encierre, con un índice de reposición (ingresos/egresos) de 0,76, el más bajo para ese mes en los últimos 15 años.

Bajo este panorama, otra pregunta es: ¿a qué responde esta pronunciada caída en el nivel de encierre?

“En parte, se trata de un comportamiento estacional, totalmente esperable para esta época del año, en la que la oferta de invernada comienza a restringirse y la relación compra-venta tiende a encarecerse. Sin embargo, la velocidad de vaciado se encuentra mucho más influenciada por los recientes cambios en las condiciones de mercado”, responde el Rosgan.

Y allí hace foco, nuevamente, en el problema del alza en las tasas de interés. “Más allá de los fundamentos propios del negocio de engorde, uno de los factores que más está alterando la ecuación de este tipo de operaciones es la fuerte suba de tasas registrada en el último mes. Si bien se trata de una variable exógena que afecta a todo tipo de actividad productiva, en el caso del engorde intensivo —donde el componente financiero es particularmente elevado— un cambio en este tipo de variables puede modificar drásticamente la ecuación del negocio”, explica.

LA SUBA DE TASAS EXACERBA LAS PÉRDIDAS

Hasta el mes pasado, el margen que dejaba una operación convencional de aproximadamente 130 días de engorde resultaba deficitario al incorporarle el costo financiero.

Según cálculos realizados por la Cámara Argentina del Feedlot (CAF), con una tasa financiera que hasta entonces no superaba el 30% anual, la pérdida generada por esa operación rondaba los $ 65.000 por cabeza.

Así, el costo financiero total —asociado tanto al diferencial de plazos entre las operaciones de compra-venta y el ciclo de engorde, como a la compra del alimento— representaba cerca del 6% del costo total de la operación.

La suba de tasas le pone un manto de incertidumbre al repunte ganadero

Ahora, esos valores se dispararon: actualmente, con tasas 2,5 veces superiores, y aun sin modificar el resto de las variables, ese costo financiero incrementaría la pérdida estimada a más de $ 160.000 por cabeza, lo que representa cerca del 14% del costo total de la operación.

“En definitiva, bajo estos parámetros, el negocio se vuelve prácticamente insostenible”, repasa el Rosgan.

EL AUMENTO DEL MAÍZ, OTRO PROBLEMA

En tanto, el Rosgan agrega que, sumado a este factor, el aumento en el costo del alimento —aunque en menor medida— también impacta negativamente en la ecuación del engorde.

En los últimos dos meses, el precio del maíz disponible se incrementó, en promedio, un 14 %, mientras que el precio del gordo se movió apenas un 3 %. En consecuencia, se encarece la relación de compra de este insumo.

Actualmente, comprar una tonelada de maíz demanda aproximadamente 70 kilos de hacienda terminada. Y si bien este valor aún se encuentra dentro de un rango relativamente favorable al engorde, la tendencia para este indicador sigue siendo alcista, en especial por la mayor presión de oferta de hacienda gorda que se espera habitualmente durante este período.

Aquí es donde vuelven a tallar los problemas de inundaciones. De acuerdo con el Rosgan, “las variables no siempre se ajustan a un comportamiento estacional” y recuerda que hasta ahora lo que se observó fue un fuerte auge de la recría a campo, como sistema perfectamente integrado y complementario al engorde a corral, gracias a la favorable condición que ofrecían los campos.

“Sin embargo, el escenario parece estar cambiando drásticamente. La grave situación que presentan amplias zonas ganaderas de la provincia de Buenos Aires, este de Córdoba, centro-sur de Santa Fe y Entre Ríos obliga a replantear muchos de los programas extensivos implementados hasta el momento. Por lo tanto, si esta situación se agrava, podría forzar decisiones de contingencia que alterarían considerablemente la oferta de hacienda terminada durante los próximos meses”, cierra el informe.

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