En la región pampeana sigue lloviendo y al maíz comienzan a brotarle algunos problemas
El avance de cosecha en la zona núcleo muestra rindes muy dispares. Hay zonas donde, por la excesiva humedad, ya se están brotando los granos y eso implica mermas de calidad y rendimiento.
El fin de semana largo estuvo cargado, otra vez, de un incesante aporte de lluvias que trajo alivio a zonas como parte de Santiago del Estero y Chaco, que vienen sufriendo una fuerte sequía.
Sin embargo, en la región pampeana, si bien siempre el agua es bienvenida sobre todo pensando en la próxima siembra de trigo, para la cosecha gruesa comienza a ser un problema este exceso de humedad.
Tras un febrero que fue récord en muchas zonas por la cantidad de precipitaciones, marzo no se quedó atrás y el gran inconveniente es que ya hay lotes de maíz temprano que se estaban cosechando y que están registrando brotado de granos, lo que afecta tanto su calidad como su rendimiento en kilos.
AL MAÍZ LO AFECTAN LAS LLUVIAS
De acuerdo con el reporte semanal para la zona núcleo de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en esta región del país ya se recolectó el 23% del área de maíz y “los rindes se observan muy dispares”.
El problema, como se mencionó, es que “la recolección avanza muy lentamente por la alta humedad y alertan que empiezan a observarse brotados de granos”, advierte la BCR.
La variabilidad de rindes depende de cuánta agua recibieron fundamentalmente en los momentos críticos de diciembre y enero: así, hay casos como Río Tala, en el norte de Buenos Aires, donde no llegan a 40 quintales por hectárea; o Pergamino, donde apenas alcanzan los 60 quintales como techo; que se contraponen con los 110 qq/ha obtenidos en Marcos Juárez, en el sudeste cordobés; o los 130 qq/ha de El Trébol, en el centro-sur de Santa Fe.
“En toda la región se está avanzado muy lentamente, la humedad no baja de los granos. Hay preocupación porque, por la gran cantidad de lluvias, comienza a observarse brotados de granos en algunos lotes. Esto puede traer problemas de calidad y bajar el peso de los granos, atentando contra el rinde de la región”, completa la Bolsa rosarina.
Un alivio que ahora preocupa: las lluvias pasan a generar excesos y podrían complicar la cosecha
LA SOJA, A LA ESPERA
En cuanto a la soja, no está exenta también de posibles obstáculos: “Hay indicios de mejores resultados en la región, pero también hay escepticismo por la gran variabilidad y la necesidad de que se retrasen las bajas temperaturas, de manera que le den al cultivo de segunda 15 días más para extender su ciclo antes de las primeras heladas”, afirma el relevamiento.
En la oleaginosa, el cambio ocurrido a partir de la llegada de las lluvias en febrero ha sido notorio. “El caso más extremo es el del noreste de Buenos Aires, que pasó de perder un 30% del área sembrada de la soja de segunda a rindes que ahora se estiman entre los 20 y 23 qq/ha”, ejemplifica el informe.
Y agrega que “los ingenieros de Pergamino lo explican así: las sojas de primera están finalizando su ciclo y podrían alcanzar los 40 qq/ha. La situación mejoró mucho respecto del panorama previo a las lluvias. Hasta principios de febrero la situación era muy crítica. La soja de segunda también mostró una gran recuperación. Generaron una muy buena planta, pero su desarrollo está como si estuviéramos 20 días atrasados”.
Por eso, consideran que “el clima será determinante: deben mantenerse temperaturas de alrededor de 25°C y que las mínimas no sean demasiado bajas para que el llenado no se interrumpa”.
Vale mencionar que 23 qq/ha no es un gran rinde para la zona, pero es mucho en relación a los pronósticos sombríos que había en enero. “Si bien es un rendimiento por debajo de la media, a inicios de febrero íbamos derecho a perder todo el cultivo”, resumen.
Mientras tanto, al igual que en el maíz, en el centro-sur santafesino se registran las mejores expectativas de la región, con mejoras de entre un 15% y 30% tras las lluvias en soja de primera. Antes se esperaban 35 qq/ha, y ahora las estimaciones trepan hasta 50 qq/ha.
En Carlos Pellegrini, en tanto, la proyección es de 45 qq/ha. En el sudeste cordobés, en cambio, no hubo grandes variaciones en las últimas semanas, y el rinde promedio se mantiene en torno a los 38 qq/ha.
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