En el marco del Congreso Internacional de Maíz, Bayer presentó su propuesta de manejo integral para elevar los techos del cereal.

Para Manuel Areco, gerente de Producto Maíz de Bayer Cono Sur, la última campaña fue un mal trago, pero el ciclo que está comenzando invita a la posibilidad de brindar por una fuerte recuperación.

“Es un cultivo que en los últimos años venía siendo protagonista y este año nuevamente hay una expectativa de poder superar las 8 millones de hectáreas y más de 50 millones de toneladas, volviéndose a ubicar como el grano de mayor producción a nivel nacional”, mencionó Areco.

Y también trazó un horizonte promisorio de largo plazo: “En los próximos 10 años, podríamos pasar de 20 millones de toneladas a 30 millones y generar saldos exportables mucho mayores”.

En este marco, Bayer llevó al Congreso Internacional de Maíz, realizado en Paraná (Entre Ríos) su propuesta de manejo integral para elevar los techos del cereal, a través de la genética, los insumos para protección de cultivos y el aporte tecnológico de la plataforma digital FieldView.

LA PROPUESTA INTEGRAL DE BAYER PARA EL MAÍZ

En términos de biotecnología en semillas, Areco mencionó nuevos lanzamientos en su marca insignica: Dekalb.

Concretamente, el híbrido DK 6962, un ciclo corto de altísimo potencial productivo, con tolerancia a enfermedades claves en Argentina como tizón y Mal de Río Cuarto.

“A pesar de ser un ciclo corto, no resigna rendimiento, tiene una genética muy interesante”, aseguró Areco.

Asimismo, mencionó la amplia paleta de semillas que incorporan la tecnología Trecepta, que es la más avanzada para el control de lepidópteros.

En cuanto al portfolio para protección de cultivos y la herramienta FieldView, hizo foco precisamente en que son las otras patas que sostienen esta propuesta integral para sacarle la máxima productividad al maíz.

“En esta campaña, será fundamental entender muy bien el ambiente y aplicar todo el conocimiento en materia de recomendaciones de densidad, fertilización y plataformas digitales para elevar los rindes. El desafío es trabajar sobre las brechas de rendimiento, ese 30% que el productor no está logrando, pero hay mucho para hacer y acercarnos lo más que podamos”, completó Areco.