La carreta del maíz contra la seca primavera 2020
En este final del 2020, las necesidades hídricas del cultivo eran similares pero un poco más acotadas en el este de Córdoba y sur santafesino. Pero llovió en el fin de semana pasado y es una gran noticia: el alivio llegó justó en el momento en que el 40% de los maíces de la región están
En este final del 2020, las necesidades hídricas del cultivo eran similares pero un poco más acotadas en el este de Córdoba y sur santafesino. Pero llovió en el fin de semana pasado y es una gran noticia: el alivio llegó justó en el momento en que el 40% de los maíces de la región están en floración.
De acuerdo al último informe de la Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario, El año pasado para esta misma fecha, el sur de Santa Fe, norte bonaerense y este cordobés necesitaban más de 140 mm.
Los maíces del este de Córdoba, los más sufridos de la región núcleo, recibieron entre 30 y 50 mm: Idiazabal marcó 62 mm y Pozo del Molle 50 mm; Noetinger, 44 mm. La tormenta dejó más de 30 mm en otra zona que venía mal por los severos síntomas de falta de agua: el sur de Santa Fe. El pluviómetro de María Teresa marcó 42 mm y el de Maggiolo 40 mm. También alcanzó al centro del norte bonaerense, pero en forma más localizada: Lincoln acumuló 38 mm. Fueron lluvias muy importantes, el promedio de la región fue de 28 mm. Y sucedieron en un momento clave: hasta la semana pasada las reservas de agua estaban en rojo y se comenzaba a pensar en recortes de rindes potenciales.
Por todo esto se puede afirmar que los cultivos están mejor en su condición que hace un año atrás, pero
analizando la película entera, la situación es mucho más vulnerable.
El maíz deberá superar las escasas lluvias de la primavera 2020 y una Niña no tan moderada
La primavera 2020 fue casi tan seca como la del año pasado siendo que la del 2019 fue la primavera más seca de los últimos 9 años.
En tal sentido, Aiello explica: “una primavera con reticencia de lluvias es compleja, pero esta lo fue aún más: cada uno de los tres meses que la componen aportaron precipitaciones por debajo de la media. En el mejor de los casos, los
registros totales del trimestre completaron el 65% del valor estadístico, y esto solo ha sucedido en la provincia de Buenos Aires”. Aparte, el año pasado para este momento, el índice que manifiesta el grado de enfriamiento en el Pacífico era de +0,3, o sea de leve neutralidad. Esta vez el índice es -1,2 y marca que el maíz tendrá que superar una “Niña” instalada y no tan moderada.
Se destraban las sembradoras tras las lluvias
Entre tanta incertidumbre productiva ante el escenario de Niña, el último evento mejoró los ánimos de los productores. La semana pasada, la escasez de humedad en la capa arable puso un freno a las sembradoras de soja de segunda. Faltaba un 20% del área de la región por sembrar a medida que avanzaba la cosecha de trigo.
Tras las lluvias, el escenario es otro. No solamente se destrabó la siembra sino que también se asegura una buena emergencia a la soja implantada. Aunque aún, la deuda hídrica sigue vigente en el suelo para los lotes que deja el trigo y se necesitan lluvias en los meses de verano para el crecimiento de la oleaginosa. La soja de primera recibió tratamiento para insectos característicos de ambientes secos como bolillera y en algunos casos, arañuelas y trips. Estas lluvias impulsan el crecimiento vegetativo para cerrar el surco y mejoran la condicióngeneral del cultivo.
Vía: bcrnews
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