Centennials, el grupo etario que debería preocupar a la ganadería argentina
Los jóvenes de 18 a 25 años además de ser nativos digitales son quienes actualmente se inclinan más por contenidos vinculados al cuidado del ambiente en las redes sociales y serán los consumidores del mañana. Pero... ¿qué consumirán?
El Instituto de promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) realizó un estudio a través de un panel online con encuestas a la población de 18 años o más con acceso a internet, donde se recopiló información de 1.100 casos, con el objetivo de evaluar la imagen que tiene la sociedad del campo, particularmente en relación a la actividad desplegada por la cadena de ganados y carne vacuna.
Entre los principales resultados que arroja el estudio se destaca:
* Seis de cada diez argentinos tienen una imagen positiva del campo durante la cuarentena.
* La sociedad percibe a la ganadería de nuestro país como una actividad sustentable.
* La sociedad está percibiendo como sustentable a la ganadería de nuestro país, pese que el bienestar animal es un tema sobre el que hay mucho desconocimiento.
* La Argentina sigue siendo un país carnívoro y un 61% de la gente manifiesta no sentir culpa cuando se envían los animales a faena para la producción de carne.
En relación a si la actividad es o no sustentable, en el total de la encuesta se afirma que “el 62% de las respuestas vinculan a la producción ganadera con una actividad sustentable, solo un 14% piensa que no es sustentable y un 24% de las personas encuestadas no tiene conocimiento del tema o no se sienten en condiciones de dar su opinión”.
Pero cuando se analiza los datos particulares, uno de los datos que llamó la atención fue las diferencias extraordinarias que existen entre las generaciones.
“Mientras que un 18% del segmento de los centennials (18 a 25 años) cree que la actividad ganadera no es sustentable, en la población de 50 años o más este porcentaje baja al 8%”, detalla el estudio.
Bienestar animal, influencers y culpa
“Cuando se le pide a la gente que diga espontáneamente con qué asocia el concepto de bienestar animal, existe un 34 % de las respuestas de la población que no conocen lo que es el bienestar animal o no puede explicar el concepto”, detalla el estudio.
¿Bienestar animal? En los resultados de la encuesta se asocia a “evitar el maltrato y sufrimiento animal”.
La encuesta revela aquí que 61% de la población argentina no siente culpa cuando los animales se destinan a faena para dar origen a uno de sus alimentos preferidos. Un 39% en cambio menciona sentir culpa debido a la muerte de los animales.
¿Culpa? Sí, culpa de comer carne proveniente de un animal. Pero… ¿Qué tienen que ver las redes sociales en esto? Sencillamente, en el análisis del estudio se puede interpretar que aquellos que sienten culpa son activos en las redes sociales, y toman como parámetro muchas de las actividades y consejos que los influencers emiten, mientras que los carnívoros no lo hacen.
“Mientras por un lado la amplia mayoría carnívora, que en general no siente culpa, suele expresar muy poco los aspectos positivos de sus experiencias consumiendo carne vacuna. Por el contrario, aquellos que sienten culpa, suelen expresar mucho más sus quejas o reclamos en las redes sociales y además, cuando tiene buenas experiencias al comer alimentos de origen vegetal las dan a conocer ampliamente en los entornos digitales”, señala el estudio del IPCVA.
Haciendo un corte transversal al estudio, los centennials son activos en las redes sociales, expresando diariamente sus opiniones y transmitiendo su culpa de comer carne, pero además de eso, son los que consideran que la ganadería no es una producción sustentable. Por el contrario, los de mayor edad son los pasivos sociales que ven a la producción ganadera como sustentable.
El rol del influencer aquí funciona como un amplificador de las opiniones emitidas, y si consideramos que los carnívoros son de alguna manera “los que se quedan callados”, entonces el plato está servido para que los consumidores de mañana (centennials) vean a la ganadería como una actividad poco sustentable y no encuentren muchos beneficios en el consumo de carne, sino por el contrario, un sentimiento de culpa.
Los datos fueron expuestos por Adrián Bifaretti, jefe de Promoción Interna del IPCVA, y Eugenia Brusca, asistente de Promoción Interna del IPCVA.
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