Vitivinicultura y el Futuro de Exportación
El consumo de vino cayó 20% en los últimos tres años y los bodegueros apuestan por el comercio exterior para seguir en el negocio. Vientos de cambio.
La última edición del Desayuno Coviar 2019, organizado por la Corporación Vitivinícola Argentina, realizada en la ciudad de Mendoza, fue el escenario propicio para que su presidente Angel Leotta repasara los objetivos logrados con el Plan Estratégico Vitivinícola 2020 (PEVI).
Creado a principios de este siglo y administrado por el ente multilateral, formuló 143 proyectos de inversión por más de 144 millones de pesos en tractores, carros cosecheros, mallas antigranizo, tanques de acero inoxidable, estructura y riego, orientados al desarrollo de los pequeños y medianos viñateros. Además, se entregaron 50 tractores y se concretaron inversiones en 2018 por un monto superior a los 27 millones de pesos, a través de convenios con las principales empresas fabricantes de maquinarias agrícolas de todo el país.
El programa, orientado a la reconversión de los viñedos posibilitó un incremento de la producción de uvas que oscila entre el 8 y el 10%, aseguró el presidente de Coviar.
PRODUCCIÓN. Esa eficiencia se reflejó en números que muestran un aumento de la producción y de la calidad de las uvas que permitió obtener más de 14,5 millones de hectolitros de vino y una cosecha que superó con comodidad los 19,2 millones de quintales de uva en el ciclo 2017, revelan los datos publicados por el Observatorio Vitivinícola Argentino (OVA).
-El valor bruto de la producción superó los 15.800 millones de pesos, mientras que el valor agregado pasó los 12.700 millones de la misma moneda (los datos finales de 2018 se conocerán a partir de junio).
-Los despechos de vino al mercado interno mostraron una retracción del 6%, porque en 2017 se superaron los 891.9 millones de litros, mientras que en el último año esa cifra fue de 838,8 millones de litros.
-Las exportaciones mostraron una recuperación de 2% con precios a valor FOB por más de 821,9 millones de dólares, por la colocación de 275,6 millones de litros, mientras que en 2017 esas ventas alcanzaron a poco más de 809,6 millones de dólares por la colocación de 223,2 millones de litros de vino.
-Respecto del mosto, las exportaciones representaron en 2018 ingresos por poco más de 146,7 millones de dólares, por un volumen que superó los 78,4 millones de litros. En 2017, esos números fueron de 88,2 millones de dólares por la exportación de casi 45,6 millones de litros.
La elaboración de vinos para 2017 alcanzó a los 14,6 millones de hectolitros, mientras que las uvas para elaboración sumaron 19,2 millones de quintales y para otros destinos (incluye uvas de mesa), poco más de 431,900 quintales.
BODEGUEROS. José Alberto Zuccardi, de la bodega Familia Zuccardi, consideró que “la vitivinicultura inició un proceso que no se interrumpió: las exportaciones reflejan un crecimiento sobre la base de un tipo de cambio más competitivo. Otra área que Muestra un crecimiento sostenido es el turismo vitivinícola”.
“Esto es muy interesante porque además de las bodegas trabajan los restaurantes, los hoteles, el comercio, el transporte que se ven demandados por la afluencia turística. Creo que en una situación macroeconómica compleja, porque somos una agroindustria, con condiciones financieras como las actuales, es muy difícil retener stocks”, evaluó.
Por su parte, Francisco Dopico, gerente de Relaciones Institucionales del grupo Peñaflor, consideró que la actividad vitivinícola debe trabajar en forma conjunta y mucho con vistas a la exportación: “Argentina es uno de los países más importantes como productor de vinos. Somos líderes en la producción por calidad y cantidad de sus productos, de toda la cadena y el recurso humano que trabaja en esta industria, pero el futuro del vino argentino está en la exportación”, resumió.
Respecto de la reducción de los reintegros a la exportación de 5 a 2 por ciento, el directivo consideró que “impacta en toda la cadena de producción. Debemos pensar en el consumidor y en el producto puesto en un supermercado local o del cualquier país en el mundo al que llega nuestros vinos”.
VENDIMIA. Desde Bodegas Argentinas, Walter Bressia, estimó que la cosecha 2018/2019, se ubicará “por debajo de los volúmenes que tenemos estimados que permitirá llegar al 1 de junio, fecha en que se libera la producción de vino, con un volumen menor. Entonces estimamos que los sobre stocks que tenemos sean menores, una vez finalizada la vendimia”, detalló.
En cuanto a la eventual creación de un fondo anti cíclico por parte del gobierno de Mendoza, el bodeguero estimó que contribuirá a mejorar la situación de la producción porque por cada litro se entregan tres pesos, con lo cual se compensa el impacto de la reducción de los reintegros a las exportaciones.
Por su parte Fernando Morales, presidente de la Cámara de Fabricantes y Exportadores de Mosto de Argentina (CFEM), contó que 2018 fue un año positivo porque “hubo una recuperación del volumen de mosto respecto de las dos últimas cosechas que fueron muy malas. Nuestra actividad tiene un promedio de producción de 120 mil toneladas de mosto y 2018 los cerramos con un total de 105 mil tn. Esperemos que este año termine con un volumen que podría ubicarse entra las 120 y las 130 mil toneladas, pero dependemos de algunas variables como el tipo de cambio que para nosotros es fundamental”, subrayó.
Respecto del proyecto Ley presentado recientemente, que impone la obligación de utilizar los jugos para endulzar bebidas alcohólicas, Morales estimó que el proyecto será tratado en el Congreso este año en sesiones ordinarias: “Contamos con el apoyo de todos los legisladores de Cuyo y contamos con el apoyo de legisladores de otras geografías”, abogó.
PRODUCTORES. Silvia Zanelli es productora y bodeguera artesanal y, a diferencia de sus pares, los números cierran, aunque ajustados. “Nosotros producimos todo, desde la uva hasta que cada año sale la primera botella de nuestro establecimiento”, detalló. “Nuestra explotación tiene 4 hectáreas y la producción alcanza a unos 200 quintales de uva/año/ha, con una producción anual de seis mil litros. Llevamos siete años de pérdida por las heladas, las piedras o la Lobesia botrana. El costo de producción oscila en los 25.000 pesos por hectárea, que incluyen todas las labores y la poda”, resumió la productora.
Alberto Pungitori, productor con poca extensión en General Alvear, consideró que la situación de los viñateros es muy complicada “porque venimos de una crisis hídrica muy importante con valores y rentabilidad bajos por lo que producimos. Así es insostenible la continuidad de los productores”.
En cuanto a la producción, el productor aseguró que el costo de los insumos se complicó porque “están dolarizados, mientras que el precio recibido por nuestra producción están en los mismos niveles de hace dos años. Representan entre cuatro y cinco pesos por el kilo de uva. Por varietales recibimos entre 8 y 10 pesos”, definió el productor.
Con relación al anuncio del gobierno provincial de crear un “fondo anti cíclico” para la producción vitícola, Pungiatori considero que “la iniciativa es una buena iniciativa porque ayuda a compensar en alguna medida los descuentos aplicados por las retenciones, pero no deja de ser un parche”.
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