Tras los incendios en Córdoba, reclaman mayor prevención en la Mesopotamia y el Delta
La Red de Manejo del Fuego Rural remarcó que, ante la llegada del verano, se deben tomar todas las medidas necesarias para prevenir la aparicion de focos de incendios. El trabajo coodinado entre funcionarios y productores es fundamental.
Los recientes incendios en Córdoba son un llamado de atención para pensar a futuro y estar preparado para sucesos de esta magnitud.
Ante este escenario, la Red de Manejo del Fuego Rural alertó a la comunidad y a las autoridades que, de cara a la próxima temporada de verano, se deben tomar medidas urgentes y efectivas para prevenir y combatir estos devastadores eventos.
Esta red está formada por nueve asociaciones de manejo de incendios rurales que protegen más de 1,5 millones de hectáreas en la Mesopotamia y el Delta bonaerense.
CÓMO PREVENIR LOS INCENDIOS RURALES Y FORESTALES
Los incendios rurales son un desafío complejo que requieren una respuesta integral y coordinada. La prevención, detección temprana, fortalecimiento de los sistemas de respuesta y la colaboración entre todos los actores involucrados con una planificación adecuada deben estar implementadas.
Aunque parezca obvio, el primer paso es evitar los incendios. En este punto, remarcaron que la prevención tiene distintas dimensiones y el punto de partida es la sensibilización de la comunidad en conductas que eviten el inicio del fuego, como la quema de basurales, fuegos en lugares no permitidos, colillas y la alerta ante la presencia de focos de incendios.
Para planificar la temporada de incendios, es clave elaborar un perfil de riesgos. Esto incluye una evaluación integral del riesgos, de acuerdo con el ecosistema, porque no es lo mismo trabajar con acciones en zonas de pastizales o de bosques. También se debe tener en cuenta las variables climáticas y el historial de incendios de la zona.
Con esta información, explicaron que se debe poner en marcha una planificación de las actividades preventivas, con acciones como construcción de líneas de defensa y cortafuegos; limpieza de bordes de rutas, bordes de vías y tendidos eléctricos. Con esto, se podrá identificar las necesidades y contar con recursos al momento que se desate un incendio.
En paralelo, la elaboración del índice de riesgo de incendios diario permite determinar la probabilidad y severidad de los eventos. Con esta información, se pueden anticipar acciones de respuesta rápida.
“Con los índices de peligrosidad de incendios muy altos o extremos se deberían reforzar las medidas de prevención y preparación para estar listos y evitar las situaciones catastróficas”, señalaron desde la Red.
FOCOS ACTIVOS
En tanto, un sistema de detección temprana es una herramienta clave en caso de producirse un foco de incendios.
En la actualidad, las tecnologías disponibles de detección satelital de incendios -junto a cámaras terrestres con inteligencia artificial en las zonas más sensibles- permiten una detección y aviso del foco en menos de 10 minutos de producido.
Para que esta detección sea útil, debe acompañarse con la respuesta rápida para que ese foco se apague antes de que tome volumen.
En las acciones de prevención, detección temprana y ataque rápido es fundamental el trabajo coordinado de autoridades provinciales, Defensa Civil y los Municipios.
CONSORCIOS DE MANEJO DEL FUEGO
El sector productivo también puede sumar, tal como lo demostró el trabajo de los Consorcios de Manejo del Fuego Rural.
Como ejemplo, en los incendios de Corrientes durante 2022, en donde se quemaron más de 1 millón de hectáreas -que incluyeron unas 30.000 ha de plantaciones forestales- menos del 2% de la superficie bajo control del Consorcio Manejo del Fuego Virasoro fue afectada.
En ese momento, el consorcio extinguió en promedio unos 20 focos de incendios por día, detectados y apagados rápidamente.
Cuando el foco de incendio rural se propaga, primero actúan los bomberos locales y brigadas privadas. Después, se suman las brigadas provinciales y si se extiende, la provincia puede solicitar colaboración del Sistema Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) o bien de otras provincias.
“En este caso, lo más relevante es la coordinación de recursos, de personal y mandos claros de acción”, remarcaron.
CAPACITACIÓN Y CERTIFICACIÓN
Otro punto crucial es la capacitación de los combatientes de incendios rurales y la certificación de sus competencias.
En los países más avanzados en manejo del fuego, es obligatorio que quien lidera el trabajo durante un Incendio esté certificado en sus competencias con un estándar nacional. De este modo, se asegura que todos cuenten con el mismo nivel de formación.a.
En Argentina, está disponible el sistema de evaluación de combatientes de incendios en un programa de la Secretaría de Trabajo, Empleo y SS, que ya cuenta con 20 años de historia.
Esto permite evaluar y certificar a los combatientes de acuerdo a un estándar nacional que contempla tanto los elementos de seguridad personal y del entorno como los conocimientos y competencias para la acción.
La Ley de manejo del fuego también contempla la certificación de competencias de los combatientes, pero el SNMF dejó de implementar el sistema al comienzo del gobierno anterior -en 2020- y no lo ha restaurado al momento”, reconocieron desde la Red
En el sector privado – entre la Asociación Forestal Argentina y UATRE – si tienen el sistema disponible y desde la Red de Manejo del Fuego priorizan tanto la capacitación como en avanzar en la certificación de los combatientes de brigadas privadas y de bomberos locales, para un trabajo seguro y coordinado.
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