El desafío de la industria aceitera de “pasar el verano”: queda muy poca soja hasta la nueva cosecha
De acuerdo con un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, solo quedan 1,9 millones de toneladas para vender hasta marzo o abril de 2024. Es un 60% menos que el promedio histórico.
La baja disponibilidad de soja de la campaña 2022/23 profundizará el escenario crítico que vive la industria aceitera, que pasará un verano complicado hasta el empalme con la cosecha gruesa del próximo año.
De acuerdo a la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), solo quedan 1,9 millones de toneladas disponibles para comercializar hasta marzo/abril de 2024.
Por donde se los mire, estos números son por demás complejos para una industria aceitera que esta semana advirtió por posibilidad de paradas de plantas y adelanto de vacaciones, con una comercialización de poroto que hasta la última semana de noviembre arrojaba un saldo de apenas 16,5 millones de toneladas.
En promedio, la bolsa rosarina calculó que para los últimos cuatro meses de campaña, siempre quedaban disponibles para vender un volumen cercano a las 5 millones.
“En soja, la lógica imperante durante un año como este, arrasado por la sequía, ha devenido en volúmenes comercializados muy por debajo de la media, llevando a un atraso relativo de casi el 60% con relación al promedio de las últimas diez campañas a esta altura del año”, advirtieron.
LA INDUSTRIA ACEITERA, EN ROJO
La falta de materia prima se hizo sentir con rigor en el polo de crushing emplazado en la zona del Gran Rosario.
Según las estadísticas de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), entre enero y octubre la industria procesó 23,3 millones de toneladas de poroto
Para los industriales, se trata del menor volumen para dicho periodo de los últimos doce años y marcó una caída interanual de 9,1 millones de toneladas. Con estas cifras, la capacidad ociosa de la industria no se pudo reducir y continúa en un preocupante 67%.
La BCR remarcó que la escasez de soja se reflejó en que tanto los márgenes de los exportadores como de la industria transitaron el año con márgenes negativos, salvo en los intervalos marcados por los programas de incremento exportador.
“La estacionalidad propia del cultivo y la particularidad de esta cosecha dejan un escenario muy ajustado para la molienda de soja, que estimamos en 25 millones de toneladas, contando con la posibilidad de importar poroto desde los países vecinos que comienzan a cosechar antes que Argentina”, remarcaron.
Al momento de medir las existencias físicas de granos, los datos oficiales permiten visualizar que entre el almacenaje en plantas de acopio y en propiedad de la industria y exportación, el stock sería de 7,9 millones de toneladas.
Este volumen representa un 17% menos de lo que en promedio se suele encontrar a diciembre en los últimos tres años.
Seguir leyendo