Luego de la suba de precios, ¿está cara o sigue barata la carne en argentina?
Un informe de la Fundación Mediterránea junto a la Sociedad Rural Noreste Santiagueño muestra una comparación de los valores locales con Uruguay, Chile y Brasil.
“Luego de la suba de precios, ¿se encuentra cara la carne bovina en Argentina?”
Así se titula un informe elaborado por los economistas Juan Manuel Garzón y Tobías Lucero, del Instituto de Estudios (IERAL) de la Fundación Mediterránea, en el que analizan los valores de los cortes locales en comparación con tres países de la región: Uruguay, Chile y Brasil.
En rigor, se trata de un trabajo que vienen desarrollando desde comienzos de 2020, en colaboración con la Sociedad Rural del Noreste Santiagueño, y que actualizaron esta semana, luego de las últimas subas ocurridas en las carnicerías, tras los aumentos que se registraron en las cotizaciones de la hacienda, tanto en el mercado de Cañuelas como en otros de referencia, como el de la Sociedad Rural de Jesús María y el Rosgan.
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“El interrogante principal que intenta responderse es si luego de los últimos aumentos de precios, observados en la segunda quincena de enero y comienzos de febrero, la carne bovina ha quedado cara en Argentina, no tanto en términos absolutos o en perspectiva histórica interna, sino más bien en relación a lo que vale en países limítrofes”, explican Garzón y Lucero.
La hipótesis de base es que por cercanía, naturaleza del producto (commodity o cuasi commodity), nivel de desarrollo, posibilidad de intercambio comercial y otras cuestiones, sería de esperar precios relativamente similares (medidos en una misma moneda), particularmente entre países exportadores.
COMPARACIÓN DE PRECIOS
Para realizar este relevamiento, los investigadores recurrieron a tiendas on line de supermercados consultadas en la tercera semana de enero en los cuatro países, a lo que se sumó una segunda consulta en Argentina durante la primera semana de febrero, con el fin de evaluar cuál fue el traslado real que hubo al valor final de la carne de las subas ocurridas en la hacienda.
A fines de enero, el valor promedio de una canasta de ocho cortes de calidad media/alta en Argentina era de $ 1.780 por kilogramo, la cifra más baja de la región, por debajo de los $ 2.009 de Brasil, los $ 2.606 de Uruguay y los $ 2.893 de Chile.
Luego de los aumentos en febrero, el precio en Argentina se elevó a $ 2.267 mientras que en el resto de los países se mantuvo estable.
En conclusión: pese a los incrementos, Argentina se mantiene por debajo de Uruguay y Chile, aunque por encima de Brasil, país que vale recordar es líder mundial en exportaciones y probablemente sea el de mayor competitividad (menores costos) en materia de precios de hacienda y carne bovina.
¿SEGUIRÁ SUBIENDO?
Por último, Garzón y Lucero evalúan también qué puede pasar en las próximas semanas: si estos precios seguirán reacomodándose al alza o ya se quedarán “quietos” por un buen tiempo.
“No está claro si el ajuste de precios de hacienda y carne va a continuar en el país en próximas semanas, dado que depende de la respuesta del consumidor frente a los nuevos valores, y de cómo responde la exportación frente a un negocio que ve reducido sus márgenes; también será determinante cómo se adapten los productores de hacienda al nuevo escenario, de precios más altos y un clima que empezaría a regularizarse”, analizan los economistas.
De todos modos, consideran un parámetro válido a tener en cuenta los valores que se pagan en la región, particularmente en los otros dos países exportadores (Brasil y Uruguay).
Si el rango de precios es entre $ 2.000 el kilo (Brasil) y $ 2.600 (Uruguay), los $ 2.267 de Argentina tendrían un margen para escalar entre un 10% y un 15% más hasta llegar al tope de los valores regionales.
No obstante, para los investigadores, este es “un límite que parece alto para la situación económica general del país y la capacidad de pago de familias de ingresos medios y bajos”.