Genética de elite: el modelo de Inambú, la cabaña de Balcarce que coronó al Rey Angus de la Primavera
En la reciente Exposición de Primavera organizada por la Asociación Angus, el Gran Campeón Macho fue Escorpión, un ejemplar de la cabaña Inambú. Cómo es el trabajo de cría y selección que realizan en 630 hectáreas del sur bonaerense.
En 2004, la cabaña Inambú comenzó a dar sus primeros pasos para producir genética Angus de alta calidad. Ubicada en un predio de 630 hectáreas en el partido de Balcarce, en ese año llevaron a cabo la primera selección de vientres a partir de sus rodeos generales, con el objetivo de ingresar al programa Madre Angus Seleccionadas.
Dos años más tarde, sumaron al rodeo vientres Puros Controlados y empezaron a recorrer el sendero de la cría de Angus Puro de Pedigree. Con este objetivo en mente, apuntaron a una genética de calidad premium, de la mano de vientres preñados y embriones de establecimientos de trayectoria reconocida, como Tres Marías de Gutiérrez, La Rubeta, Surangus, La Legua, El Cerro, Tres T y La Paz.
En todos estos años, el norte que guio a estos cabañeros fue obtener un biotipo funcional, con datos confiables, para una buena adaptación a campos de cría. En ese rincón del sudeste bonaerense, apuntan a un tipo de animal de frame moderado, con mucha carne, costilla y de fácil terminación a pasto. En la actualidad, cuentan con un plantel de 800 vientres.
LA COCINA DE UN CAMPEÓN
La reciente Exposición de Primavera de Angus, que se llevó a cabo en la localidad bonaerense de Olavarría, permitió mostrar los frutos del trabajo de Inambú.
La cucarda de Gran Campeón Macho fue para el BOX 132, un reproductor que la cabaña comparte en co-propiedad con Ricardo Tano. Los números de “Escorpión”, un toro colorado de tres años, muestran a un reproductor de élite, con altas prestaciones en grasa intramuscular y área de ojo de bife, entre otras cualidades.
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Una porción de las 630 hectáreas se destinan a agricultura, que se destina para sostener los requerimientos nutricionales del rodeo. Con el maíz producido, se elabora silo húmedo -complementado con núcleo proteico- y grano para suplementar un cierre corto, de 45 a 60 días de duración.
Martín Tinello, titular del establecimiento y directivo de la Asociación Argentina de Angus, explicó que un paso fundamental para avanzar en la mejora genética fue comenzar a participar del Circuito Angus Bonaerense, que consta de 14 exposiciones.
En este circuito, en los últimos diez años se vendieron un promedio de 900 animales por temporada. “Estamos en franca recuperación, veniamos de un gran parate tras la pandemia y se estaban haciendo muestras chicas”, explicó. Este año, se retornó a la presencialidad y la parte comercial empezó a exhibir signos de recuperación.
EL PULSO DEL NEGOCIO
En el apartado comercial, explicó que están enfocados a la venta de toros y vaquillonas, tanto Puros Controlados como en pedigree. “Los canalizamos a través de dos remates, uno propio de la cabaña”, agregó. En el último evento, que se llevó a cabo el pasado 31 de agosto, vendieron 52 reproductores y 45 hembras.
Para el cabañero, el negocio de venta de los reproductores atraviesa un buen momento. “Los productores tratan de no quedarse con los pesos en la mano y los reinvierten en genética, ayudados por los plazos de venta”, afirmó.
Además de buscar mejorar los rodeos, en estas operaciones también se percibe que los ganaderos buscan resguardar sus pesos, ante la dificultad para acceder al mercado de divisas. Tinello destacó las ventajas de adquirir genética de punta. “Comprar un buen toro, con respaldo genético permite al criado mejorar el peso al destete y el peso final al engordador”, sostuvo.
Además, destacó la importancia que representa para los potenciales compradores la posibilidad de acceder a los datos de los DEP´s (Diferencia Esperada entre Progenies): “Es información adicional que permite tomar las mejores decisiones“, remarcó.