Las preguntas tras el fin del cepo: ¿a cuánto cotizará el dólar? y ¿cuánto podrían subir los granos?
La decisión del Gobierno de eliminar el cepo cambiario, y establecer una banda de flotación para el dólar entre $ 1.000 y $ 1.400, genera mucha expectativa sobre cómo abrirá el mercado financiero el lunes.
Un viejo refrán con mucha relación con el campo reza que “en la cancha se ven los pingos” y, por eso, habrá que esperar al lunes para ver efectivamente cuál será la reacción del mercado financiero ante la decisión del Gobierno nacional de eliminar el cepo y la brecha cambiaria, tras el acuerdo logrado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En el sector agropecuario y agroindustrial, lógicamente esto genera muchas expectativas: a priori, la “banda de flotación” en la que fluctuará el dólar, con un tipo de cambio entre $ 1.000 y $ 1.400, supone la posibilidad de que haya una devaluación que fortalezca las exportaciones.
Hasta el viernes, vale recordar que las liquidaciones del sector agroexportador se hacían al dólar “blend”: 80% se ingresaba al mercado único libre de cambios (MULC) a valor oficial ($ 1.032) y el 20% restante con alguna cotización financiera, como Contado con Liquidación (CCL) o MEP (unos $ 1.350).
El resultado entonces es que las exportaciones se venían haciendo con un tipo de cambio en torno a los $ 1.100, y ahora está la posibilidad de que se eleve ese valor un 27% como techo.
EL VALOR DEL DÓLAR: PRIMERAS REACCIONES
Durante los fines de semana, los mercados financieros formales no operan, pero sí se mantienen activas las operaciones con criptomonedas, que usualmente suelen ofrecer un anticipo de lo que sucederá.
Este sábado, las principales plataformas de comercialización de estas divisas virtuales marcaban un “dólar crypto” en torno a $ 1.350; es decir, similar al cierre del viernes de los dólares financieros.
Al menos en el inicio de operaciones con el nuevo esquema de flotación, parece haber un consenso de que el tipo de cambio irá hacia ese valor, más teniendo en cuenta la necesidad de mayor competitividad que vienen planteando los exportadores.
De hecho, por ejemplo, tras conocerse el anuncio del ministro de Economía, Luis Caputo, sobre el fin del cepo, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC), Gustavo Idígoras, valoró que esta medida “puede indicar claramente una orientación a que la Argentina vaya recuperando la competitividad necesaria exportadora y de esa manera generar nuevas oportunidades en el en el comercio exterior”.
Cabe recordar que CIARA-CEC representa a las empresas agroexportadoras de granos y subproductos, que generan cerca de la mitad de las divisas que ingresan cada año al país, y por eso su visión es fundamental para comprender qué puede pasar con la oferta de dólares en los próximos meses, un momento crucial porque es cuando avanza la cosecha de soja y maíz.
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Del mismo modo, desde el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) subrayaron: “Creemos que es el sendero correcto para permitir un crecimiento agroexportador imprescindible para el desarrollo económico y social de la Argentina”
Para la analista de mercados, Paulina Lescano, la opinión del campo es clave porque es el sector que tiene mayor interés sobre dólares genuinos.
Ante la consulta de Infocampo, opinó además que al ya saberse que hay un tope de $ 1.400, los exportadores es posible que empiecen a tomar decisiones, en un contexto importante porque se vienen los meses más fuertes de la cosecha gruesa.
De todos modos, consideró clave cuál será la reacción de las grandes empresas teniendo en cuenta que, en el caso del giro de divisas al exterior, el cepo no se liberó del todo.
EL DÓLAR, ¿HACIA ARRIBA O HACIA ABAJO?
Por su parte, para el analista económico Salvador Di Stéfano, uno de los “gurús” más escuchados en el agro, la lógica en función de la gran oferta de dólares que tendrá a mano el Gobierno es que el tipo de cambio cotice más cerca del piso que del techo de la banda de flotación.
Cabe recordar que el acuerdo con el FMI es por U$S 20.000 millones, de los cuales U$S 12.000 millones ingresarán de inmediato; y con otras fuentes financieras incluidas se llega a U$S 32.000 millones (U$S 19.600 millones a corto plazo).
En su cadena nacional del viernes por la noche, el presidente Javier Milei dijo que mayo acabará con reservas brutas en el Banco Central por alrededor de U$S 50.000 millones, y que eso permitiría rescatar todos los pesos argentinos en circulación e incluso sobraría dinero, deslizando que es imposible que haya una corrida cambiaria.
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En cierto modo, Di Stéfano coincide: “Si revisas el detalle de desembolsos, va a entrar una cantidad de dinero inimaginable, si le sumas las exportaciones del agro en plena cosecha de soja, más el maíz que se cosechó y aún no se liquidó, el dólar está para estar en la mitad de la banda para abajo. Ojo que el gobierno tiene que cumplir metas de reservas, y puede comprar en cualquier precio de la banda”, mencionó en un posteo en la red social X.
Y aumentó la apuesta: “Chau Cepo, hola caja de conversión. El dólar se va a planchar al piso de la banda”, agregó.
¿Y LOS GRANOS?
En este marco, la gran expectativa tranqueras adentro es que, si se produce una devaluación, rápidamente impacte en el valor que se paga por la soja, el maíz, el trigo y el resto de los granos.
Desde la Sociedad Rural Argentina, por ejemplo, su presidente Nicolás Pino consideró que el fin del cepo “abre un nuevo horizonte para el sector agropecuario”, porque “va a traer aparejadas más inversiones y una mayor estabilidad económica”.
En similar sentido se expresó Carlos Castagnani, titular de Confederaciones de CRA: “Todo camino que apunte a estabilizar la macroeconomía, ordenar las cuentas públicas y recuperar la confianza es positivo para el país”, remarcó.
Por su parte, Andrea Sarnari, presidenta de Federación Agraria Argentina (FAA), valoró la noticia porque “los productores hemos padecido durante muchos años la brecha cambiaria que distorsiona el precio de lo que producimos, nos coloca en estado de desventaja y no competitividad con el mundo, sumado a los derechos de exportación han sido mecanismos que nos ponen en crisis”.
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Por ello, “salir de esa brecha y del cepo significa un paso adelante en normalizar la economía y esperamos con alta expectativa que se traduzca prontamente en mejoras significativas en los precios que percibe el productor”, añadió.
Por último, la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) dijo que “para los productores agropecuarios en particular, esta medida ofrece un entorno de mayor previsibilidad, facilitando la planificación, la inversión y la producción en un contexto más estable”.
En el caso de la soja, el último precio publicado por la Cámara Arbitral de Rosario -correspondiente al jueves 10 de abril- es de $ 325.000 la tonelada, que se podría ir a $ 380.000 si hubiera una devaluación del 27% y la cotización del grano copiara de manera directa la misma, algo que normalmente no suele ocurrir.
Lo mismo pasa con el maíz ($ 224.500) y el trigo ($ 239.000), que podrían sumar unos $ 40.000 por tonelada en ese caso.
A priori, lo que suele ocurrir en contextos como estos es que el mercado los lunes abre sin precio y los compradores -acopios y exportadores- esperan hasta que se acomode el escenario financiero para comenzar a activar sus ofertas.
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