En el Congreso Aapresid, la firma Koppert destacó las prestaciones de Mulsanne, un bioinsectida formulado en base a un desarrollo exclusivo de la firma que fue recientemente autorizado por el Senasa para comercializarse en Argentina.

En el reciente Congreso Aapresid, uno de las temáticas que se llevó el centro de atención de los asistentes fue el combate a la chicharrita del maíz.

En el evento, los productores pudieron apreciar de primera mano las novedades en materia de control que llegaron desde Brasil, el país donde esta plaga está presente hace años y donde ya se han desarrollado herramientas para frenarla.

Marcelino Borges de Brito, gerente de Desarrollo de Mercado y Agronómico de Koppert Brasil, destacó que presentaron las especificaciones técnicas de Mulsanne, un bioinsecticida para el manejo de chicharrita de maíz.

Según recordó el directivo, el producto fue registrado recientemente y fue aprobado para su comercialización por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).

Chicharrita del maíz: el Senasa aprobó el uso del bioinsecticida que tuvo mayor eficacia en Brasil

Desde la compañía explicaron que este bioinsecticida se formuló en base a una cepa de uso exclusivo Koppert de Isaria fumosorosea (ESALQ 1296).

UNA HERRAMIENTA CONTRA LA CHICHARRITA DEL MAÍZ

En la actualidad, este bioinsecticida se aplica en más de 3,5 millones de hectáreas en Brasil y en nuestro país estará disponible en el transcurso de la campaña 2024/25.

“Esta tecnología ha sido desarrollada y mejorada por Koppert durante más de ocho años en el mercado brasileño, siendo actualmente el principal referente biológico en dicho mercado”, señalaron desde la compañía.

Mulsanne es recomendado para el control de ninfas o insectos adultos y, entre sus prestaciones, se destaca su control, su acción prolongada y residual y su fácil asociación con otros métodos de control.

Además de la estrategia de insumos, desde Koppert recomendaron que, para reducir el impacto del achaparramiento en maíz, es aconsejable establecer una estrategia de manejo integrado.

En este punto, destacaron pautas como utilización de híbridos tolerantes, eliminación de maíces “espontáneos”, monitoreo del vector y aplicación complementaria de insecticidas de síntesis química.