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Como tercera generación de fruticultores, Leandro Arcos se entristece al ver el avance de la ciudad sobre parte de lo que fue su chacra: “Ya no es rentable, seguimos por el corazón”

Fuente: Bichos de Campo 17/04/2024 15:28:55 hs

La foto de lo que Leandro Arcos veía del otro lado de la calle, frente a su chacra frutícola, sin dudas cambió en los últimos años. Aquello que supo ser una extensión del campo de su familia, abocado en su totalidad al cultivo de peras y manzanas, hoy se parece más a un barrio privado.

La foto de lo que Leandro Arcos veía del otro lado de la calle, frente a su chacra frutícola, sin dudas cambió en los últimos años. Aquello que supo ser una extensión del campo de su familia, abocado en su totalidad al cultivo de peras y manzanas, hoy se parece más a un barrio privado.

Esa es la realidad que enfrentan muchos productores del Alto Valle de Río Negro y Neuquén, en donde los ejidos urbanos han crecido al punto tal de absorber chacras que supieron alguna vez estar lejos. Y las consecuencias están a la mano: la sanidad de los cultivos se ha visto afectada y los altercados con los nuevos vecinos se multiplican, ya sea por los ruidos en cosecha como por la aplicación de fitosanitarios.

Pero esta desaparición de chacras y posterior reconversión de los terrenos no hubiera sido posible si la actividad mostrara buenos márgenes de rentabilidad. Así lo cree Leandro, tercera generación de productores frutícolas, mientras la ciudad de General Roca le respira en la nuca.

“Entender que hay casas del otro lado del alambrado, cuando ahí supimos tener una chacra familiar, es un tanto nostálgico. Ella se decidió vender porque el avance de la ciudad impedía hacer una renovación de la plantación y proyectar a un futuro. Ni hablar de la presión de las compañías que se dedican a hacer loteos”, dijo a Bichos de Campo Arcos.

El pedazo productivo que sigue en pie cuenta con ocho hectáreas de extensión, que varias décadas atrás sirvieron para mantener al abuelo de Leandro y a su familia. Para cuando su padre inició en la producción debió sumar otra chacra un poco más grande para que la familia subsistiera. Hoy Leandro debe manejar 37 hectáreas para que el negocio siga rindiendo.

“Si nuestra economía fuera más grata y más sencilla desde el negocio, esto no sucedería. Si yo te comento cómo funciona la parte económica de la producción, vos me dirías seguro que esto no es un negocio. Si lo análizas desde el negocio no es rentable. Solamente terminas continuando esto por corazón, porque es lo que me gusta y lo que elijo hacer”, lamentó el rionegrino.

-Desatemos ese hilo. ¿Cómo sería ese proceso para entender dónde está la falta de rentabilidad?

-La producción tiene un proceso de ocho a nueves meses anteriores hasta que aparece la manzana. En ese tiempo todo es inversión e inversión. Cuando cosechamos, no tenemos un precio fijo de lo que va a valor esa pera o manzana. Al terminar la cosecha nosotros ya empezamos a trabajar para tener una próxima temporada, y vamos cobrando una cuota mensual de lo que entregamos, en función de un precio estimado que no sabemos cuál será.

-¿Y por qué es difícil saber cuál será ese precio? ¿Tiene que ver con que no sabes qué clasificación tendrá la fruta que vos mandes a los empaques?

-Un poco tiene que ver con eso, con la calidad de fruta que yo obtuve. Otra parte tiene que ver con cuán exitoso es el negocio que el comercializador al que yo le venda este logrando, en cuestiones de exportación o de lo que fuere, donde sacan costos, ganancias y sobre eso le pagan al productor. Lamentablemente es así como funciona.

-¿Esa es la razón por la que vos elegiste ser un productor integrado en una cooperativa?

-Estar integrado en un complejo frutícola como lo es la Primera Cooperativa de General Roca en donde yo estoy, te brinda tranquilidad y una forma de trabajo distinta. Todo el volumen de fruta que se produce entre todos los productores ha logrado obtener mejores resultados porque se defiende al productor. No solo es estar acompañado en el campo sino en lo comercial, para siempre obtener el mejor resultado posible para el productor.

-También influye todo lo que vos puedas hacer por tu producción en términos de cuidados.

-Totalmente. Todo lo que vos puedas hacerle como mejora se ve reflejado en la calidad de tu fruta. Cuando vos empezás a obtener precios de retorno regulares o malos, empezás a tener cada vez fruta de menor calidad, a invertir menos, a fertilizar menos, a hacer menos poda, menos movimientos. Las plantas y las frutas son como nuestros hijos. Siempre vas a querer hacer lo mejor posible por esa producción y hacer lo mejor posible también te va a permitir obtener la mejor fruta.

Mirá la nota completa acá:

-En paralelo tenés sin embargo gente que no hace lo que vos y no se integra. ¿Por qué crees que es así? ¿Hay algún temor?

-Creo que en la historia el productor ha integrado muchas cooperativo, y el no éxito de muchas de las que existieron en el Valle puede haberse dado no solo por la parte política, porque no hemos tenido nunca una cuestión de entender que la fruticultura es una economía muy importante para el Valle y para nuestro país, sino porque al productor le cuesta un poco salir de la chacra. Este Valle se conformó por inmigrantes que por sus niveles de estudios se reprimían un poco a integrar grupos, a profesionalizarse.

-Si pudieras hablar con autoridades y pedir algo que pudiese poner en valor la actividad, ¿qué pedirías?

-Si en nuestro país la producción ha crecido es por esfuerzo de los productores, de los ganaderos, de los sojeros, de los fruticultores, de los horticultores. Crecieron por esfuerzo propio y no por políticas de estado, que entiende que la producción es lo que nos ha llevado y llevará al éxito como país. Ningún político ha logrado entender que podemos ser exitosos en el mundo, que el mundo necesita comida, que tenemos tierra y agua en calidad y en cantidad. La producción ha ido decayendo, los productores cada vez son menos, y nadie quiere apostar esto. Si logramos que la política de estado nos dé reglas claras, libertad en impuestos, y muchas otras cuestiones para que esto sea un negocio rentable, vamos a ir escalando en producción.

-Me decías que esto está destinado a perecer pero aún así parecés convencido de seguir apostando por esto.

-Soy joven, aposté a esto, elegí esto y amo lo que hago. Considero que en algún momento esto se va a dar. Va a venir alguien que va a entender que la producción es importante para el país.

Mano a mano con Facundo Fernández, secretario de Fruticultura de Río Negro: ¿Hay salida para una producción que cada vez se concentra en menos manos?

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