Según confirmó Infocampo con fuentes oficiales, los derechos de exportación al poroto de soja pasarán de $4 a $6 por dólar del precio FOB.

En algún momento de la historia argentina, un tal Guillermo Moreno “apretaba” a la industria aceitera para que venda la soja, así ingresaban al país, las tan deseadas divisas. Se planteaba en aquel entonces, que los “sojeros” son los oligarcas que no quieren “soltar” los granos, que especulan con los precios y la devaluación, y que no les importa el país.

La opinión pública y varios medios de comunicación se dedicaban a estigmatizar a cada productor que se guardara un porotito de soja. Eran vistos como los traidores a la patria y a la democracia, que se encanutaban el futuro del país en un silo bolsa. Eran los malos de una película kirchnerista de bajo presupuesto en la que actuaban Andrea del Boca y Pablo Echarri.

Hoy, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, tras haber perdido por goleada en las PASO, se reunió en Casa Rosada con los exportadores y aceiteros para pedirle “amablemente” que adelanten la liquidación de la oleaginosa y sus subproductos, porque le estaría faltando un poco de verde al país, pese a todo lo que entró del FMI. ¿Suena conocido el pedido?

Pero… no todo iba a terminar ahí. No, nada de eso. Ya que estaban ahí, y dado que al presidente le sobraban unos minutos antes que lleguen los chicos de los juegos olímpicos, les comunicó a los empresarios agroindustriales, que se iba a rever el esquema de derechos de exportación.

Según confirmó Infocampo con una fuente oficial, las retenciones volverían a aumentar para la oleaginosa, pasando de $4 por dólar exportado (precio FOB) a $6, o sea, un aumento del 50% de un plumazo para el señor poroto de soja.

El modus operandi sería el mismo que se utilizó allá por septiembre de 2018, cuando con un simple decreto se decidió que el agro nacional nuevamente sea la rueda de auxilio y la billetera del país. Sin Senado, sin Diputados, sin la opinión de nadie y todos a dormir.

¿Por qué de $4 a $6? Porque el malo de Alberto Fernández sacó muchos puntos en las PASO, y generó una devaluación del dólar (de 48 a 58 el lunes). Las retenciones se licuaron, porque están atadas a la cotización de la moneda extranjera. Cobrando los $4 de hoy, el impuesto rondaría los 6,8%, pero al pasar a $6, se alcanzaría el 10%, que es el porcentaje inicial que se pensó conseguir con la medida. ¿Cuántas formas de robar existen en la Argentina?

¿Para qué se usaría el dinero recaudado el gobierno nacional? Para adoptar políticas públicas sociales que mejoren la calidad de vida de las personas, o dicho de otro modo, dar un manotazo de ahogado para ver si llega con vida a octubre y rescatar algún punto en el camino, convenciendo o “comprando” un 3% del electorado.

Otra de las medidas que impulsaría el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, es cumplir con una de las promesas de campaña de Mauricio Macri, o sea, elevar el mínimo no imponible de Ganancias. ¿Cuatro años más tarde? Parece que sí.

Si repasamos, hasta acá tenemos los siguientes puntos de análisis:
– Pedido de acelerar la liquidación de granos por falta de dólares en el país
– Aumento de retenciones a la soja para recaudar más dinero
– El dinero se destinará a planes sociales y políticas públicas para frenar la crisis
– Devaluación e inflación

Y parece un chiste de Twitter, pero no importa cuándo leas eso, así va a ser la situación de un gobierno argentino y también va a ser penal para Boca Juniors.

Como siempre en la Argentina, el que paga es el campo. No importa si la deuda la tiene el corrupto, o el inepto, el que llega al mostrador y pasa la tarjeta de crédito, es la agroindustria nacional. Y como dijo la gran filósofa contemporánea Moria Casán: “Qué se puede esperar de un burro más que una patada”.