INTA presentó una nueva cebada forrajera: “Resiste a la principal plaga de los verdeos de invierno”
Se trata de Nacira INTA, de la familia de las cebadas forrajeras. “Tiene un excelente comportamiento frente a factores adversos como frío y sequía”, destacaron.
“Es una cebada de última generación que se caracteriza por su gran producción de forraje verde”, destacaron desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria tras la presentación de “Nacira INTA”, una nueva cebada forrajera.
“Fue diseñada para la producción de pasto ya sea para el pastoreo directo, la confección de silajes o ambos propósitos”, indicaron.
Los especialistas que desarrollaron la variedad destacaron que su rendimiento fue en promedio un 45 % más que las cebadas Alicia INTA y Huilen INTA, un 25 % más que el cultivar Rayén INTA y más del doble que la producción de la cebada cervecera Andreia.
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“Se caracteriza por su alta precocidad en la producción de forraje, incluso en épocas más tardías que las recomendadas, generando un rápido primer pastoreo. Su época optima de siembra para la producción de forraje en la región pampeana es la primera quincena de marzo”, remarcó Fernando Giménez, coordinador del Programa de cereales y oleaginosas de INTA.
La variedad se comercializa bajo convenio de vinculación tecnológica con la empresa SeedEx, que tiene sede en la localidad de Tres Arroyos.
LAS CEBADAS EN LA ARGENTINA
Actualmente en nuestro país existen dos tipos de cebadas, con marcadas diferencias productivas:
- Forrajeras
- Graníferas
Nacira INTA corresponde a la primera de las categorías, mientras que la segunda se utiliza generalmente para su industrialización en la cadena de la cerveza.
Giménez destacó a esta nueva variedad como “de última generación”: indicó que se caracteriza por su gran producción de forraje verde, gracias a la combinación de una alta tasa de crecimiento, un excelente rebrote y anclaje y destacados atributos que le permiten producir forraje a lo largo de todo el ciclo, incluso en pleno invierno.
“Es ideal para complementar otros verdeos como avenas y raigrases, siempre sembradas en distintos lotes, ya que complementan los baches forrajeros, al inicio del otoño y en el invierno”, sumó.
NACIRA INTA, A CAMPO
Al medirla en kilogramos de materia seca durante los ensayos comparativos de rendimiento de producción total de forraje, Nacira INTA tuvo en promedio casi 8.000 kilos de masa seca por hectárea.
“Cada cebada debe usarse para su uso específico, ya que las pastoriles poseen menor potencial de rendimiento de granos y la calidad de estos es deficiente, mientras que las graníferas generan poca biomasa y poseen un pobre o nulo rebrote, encañando rápidamente cuando se las siembra a fines de verano y principios de otoño”, indicó Agustin Gonzalez, investigador de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Bordenave y uno de los obtentores de la variedad.
También señalaron la importancia de los costos, algo fundamental a la hora de la estrategia de los productores.
“Posee atributos que hacen a bajar los costos de las raciones producidas, no solo por su alto potencial de rendimiento de pasto, sino también por excelente comportamiento sanitario, destacándose por poseer resistencia genética frente a la principal plaga de los verdeos de invierno y el pulgón verde de los cereales, evitando así las aplicaciones de insecticidas”, apuntó German González, investigador de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Bordenave.
Y cerró: “También tiene un excelente comportamiento sanitario, destacándose su tolerancia a mancha en red, escaldadura y mancha marrón, las principales enfermedades que afectan a las cebadas. Por otro lado, esta cebada posee un excelente comportamiento frente a factores adversos como frío y sequía y una excelente respuesta a condiciones ambientales favorables y a manejos intensivos”.
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