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“Sin complicaciones sanitarias”: la “zona del trigo” de Buenos Aires celebra altos rendimientos del cereal

Fuente: Infocampo 17/01/2025 11:54:19 hs

En Nicanor Otamendi alcanzaron rindes de hasta 8.500 kilos por hectárea al aplicar variedades de trigo baguette. Desde un establecimiento triguero explicaron el método para lograr el rendimiento buscado.

La elección de genética es un paso clave al momento de proyectar buenos rendimientos en el cultivo de trigo. En el caso del sudeste bonaerense -la principal región productiva del cereal en el país- los expertos coinciden que las variedades de ciclo largo son las que mejor se adaptan a estos ambientes. 

En el sur de Buenos Aires, Fernando Pavlovich es el asesor de los campos que la firma Angelita S.A. posee en la localidad de Nicanor Otamendi, en el partido de General Alvarado, a unos 38 kilómetros de Mar del Plata.

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En estos planteos, la prioridad pasa por  hacer trigos de ciclos largos, con el desafío de lograr expresar el mayor potencial de rinde. Desde hace cuatro campañas, a la hora de sembrar usan trigo baguette.

Como particularidad, este año dividieron la superficie triguera entre dos materiales y además del mencionado 820, sumaron Baguette 802, de Nidera. “Si estamos apurados para controlar enfermedades vamos primero a 802 y después sin tanto apuro pasamos a 820”, explicó el asesor. 

Fernando Pavlovich, asesor técnico

En esta campaña, la siembra se llevó a cabo entre el 25 de mayo y el 20 de junio, una fecha óptima para la región y para estas variedades de ciclo largo.

Pavlovich recordó que si bien sufrieron la falta de agua en períodos críticos, con un acumulado de apenas 71 milímetros entre agosto y octubre, el cultivo recibió 70 milímetros en los primeros días de noviembre. 

Esto se reflejó en la cosecha, con promedios de 6.700 a 6.800 kg/ha, picos de 8.500 kg/ha en los bajos y registros de 5.000 kg/ en ambientes de lomas. 

FERTILIZACIÓN EN TRIGO, UN PROCESO CLAVE

La segunda “pata” de estos buenos rindes es la fertilización. En el caso de los campos en Otamendi, están muy bien provistos de fósforo, con un registro superior a las 25 PPM. Con este antecedente, el planteo de nutrición oscila entre los 70 y 90 kilos por hectárea de alguna mezcla química que tenga la mayor cantidad de nutrientes. 

“Obviamente lo que más tienen es fósforo pero en general sumamos azufre y zinc. Y en materia de nitrógeno, muy cerca de la siembra hacemos una primera aplicación, siempre sólido”, explicó Pavlovich. 

Y agregó: “Luego hacemos otra aplicación de nitrógeno en inicio de macollaje y otra a fin de macollaje, casi inicio de encañazón”. 

Un dato a tener en cuenta en esta campaña que pasó es que no hubo complicaciones sanitarias. Al respecto, Pavlovich detalló que hacen una aplicación de estrobirulinas más triazoles cuando tienen el primer síntoma de una enfermedad, luego monitorean y en E39 hacen una segunda aplicación. 

Martín Pascualetti, responsable comercial de la zona sur de Buenos Aires para trigo-soja en Nidera Semillas, detalló algunas de las prestaciones de Baguette 820.

“Esta variedad de ciclo largo tiene altos requerimientos de frío y gran potencial de rinde en fechas que en la zona van del 20 al 25 de mayo hasta el 10 al 15 de junio. En ambientes de secano y en años normales podemos estar aspirando a 7.000/8.000 kilos por hectárea de piso. En ambientes de la zona sur tenemos varios casos de rendimientos por arriba de los 10.000 kilos”, concluyó. 

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