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¿Cómo evitar perder producción por el calor?: las granjas avícolas le dan pelea al termómetro

Fuente: Infocampo 15/01/2025 15:34:16 hs

Especialistas del INTA Formosa explicaron cómo hacerle frente a las altas temperaturas y garantizar ambientes frescos. La importancia de crear entornos de bienestar animal.

El calor extremo durante el verano plantea un desafío para los productores avícolas. Frente a este contexto, especialistas del INTA brindan pautas de manejo para sostener la productividad de los animales y la rentabilidad de los establecimientos.

Según Alejandro Bettella -especialista del INTA Formosa-, “para enfrentar las altas temperaturas es necesario un manejo estratégico que incluye desde el diseño adecuado de las instalaciones hasta una alimentación específica para los animales y la disponibilidad de agua potable y fresca”.

En este sentido, especificó que “el diseño de los galpones y su orientación son aspectos fundamentales para mitigar los efectos del calor”.

Es que, según detalló, “el sol es el enemigo número uno de las gallinas en ambientes subtropicales, por lo que la orientación de los galpones debe permitir que el sol recorra la cumbrera, evitando la exposición directa en los laterales, que sugiere sean de alambre tejido para garantizar una adecuada ventilación”.

¿Cómo proteger a las aves de granja de la ola de calor?

A su vez, recomendó el uso de materiales locales y asequibles, como postes de madera, alambres y reutilizar plásticos para techos, que reflejen el calor. Además, es importante que los gallineros sean bajos, con postes laterales de 1,50 metros y centrales de 1,80 metros, una estructura que minimiza la entrada de sol y favorece el confort animal.

EL CALOR Y LA DISPONIBILIDAD DE AGUA

Otro aspecto clave es la disponibilidad de agua potable, fresca y limpia. “Las gallinas pueden consumir hasta 4 litros diarios en condiciones extremas”, detalló para considerar la capacidad del tanque de agua que se instalará en la sombra, así como las mangueras de abastecimiento, para evitar que el agua se caliente y pierda efectividad.

“Para enfrentar las altas temperaturas es necesario un manejo estratégico que incluye desde el diseño adecuado de las instalaciones hasta una alimentación específica para los animales y la disponibilidad de agua potable y fresca”, dice Alejandro Bettella, especialista del INTA Formosa.

“El acceso constante al agua en condiciones óptimas es un factor clave para mantener una adecuada hidratación de las aves y asegurar su productividad”, subrayó.

A su vez, según el técnico, se debe prestar especial atención a la alimentación balanceada para asegurar el rendimiento de las gallinas ponedoras. “Cada etapa del desarrollo requiere una dieta específica que garantiza su crecimiento, salud y capacidad productiva. La vida productiva de las gallinas se divide en tres fases principales: iniciación, recría y postura”, especificó Bettella.

Durante la fase de iniciación, que abarca desde el primer día hasta los dos meses de vida, las aves necesitan un alimento iniciador (aproximadamente 2 kilogramos) con un contenido elevado de proteínas de alrededor del 21 % (provenientes de la soja). Esta etapa es crucial, ya que determina el desarrollo adecuado del sistema óseo y muscular de las gallinas. Cualquier carencia en esta fase puede repercutir negativamente en la capacidad de postura a largo plazo.

FASE DE CRÍA Y POSTURA EN TIEMPOS DE CALOR

La fase de recría, entre los dos y cinco meses, se enfoca en preparar a las gallinas para la postura. En este período, consume 7 kg de alimento que debe contener menos proteínas, aproximadamente un 18 %, y un mayor contenido de calcio para fortalecer los huesos y prevenir problemas futuros durante la producción de huevos.

Finalmente, en la fase de postura, que comienza alrededor del quinto mes, la alimentación se centra en mantener la productividad. En esta etapa, las gallinas requieren un alimento específico con un balance óptimo de nutrientes del 16 % de proteínas más calcio, fosforo, minerales y energía que le aporta el maíz de esta manera permite mantener la calidad del huevo y la frecuencia de puesta.

“Desde el nacimiento hasta el inicio de la postura, cada gallina consume alrededor de 9 kilogramos de alimento balanceado”, indicó Bettella. Se trata de un dato clave para que los productores puedan planificar la inversión inicial de sus emprendimientos. “Si no se respeta esta alimentación adecuada, la gallina podría retrasar la puesta o disminuir su productividad”, advirtió.

¿Cómo manejar el estrés por calor en gallinas ponedoras comerciales?

Para maximizar los beneficios, el especialista del INTA recomendó “complementar el alimento balanceado con acceso al parque con pastoreo. Allí, las gallinas pueden consumir pasto y minerales del suelo, lo que no solo mejora su salud general, sino que también reduce el estrés y aporta variedad a su dieta”.

En esta época del año, el cuidado de las aves debe intensificarse. Es fundamental evitar la presencia de gallos en los gallineros para prevenir la fertilización de los huevos, ya que bajo altas temperaturas podría generarse actividad embrionaria que comprometa la calidad.

La sombra y la ventilación son esenciales, y las instalaciones deben mantenerse limpias para prevenir problemas de sanidad. Además, se debe reemplazar el agua con frecuencia para garantizar que esté siempre fresca y en óptimas condiciones.

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