Oruga de la espiga en maíz: ¿qué hacer ante daños en tecnologías Bt?
Ante el aumento de casos de fallas en el control de plagas en maíces Bt con la proteína Vip3A, la Red de Manejo de Plagas de Aapresid (REM) brindó algunas recomendaciones para saber cómo actuar frente a la oruga de la espiga.
La oruga de la espiga (Helicoverpa zea) está ganando terreno en los lotes de maíz, generando inquietud entre los productores.
La tecnología Bt en maíz es una herramienta clave para el control de esta plaga y otros lepidópteros, ya que permite al cultivo producir proteínas (Cry y Vip) con efecto insecticida.
Si bien estas biotecnologías siguen siendo fundamentales para el control de esta oruga, conocida por su daño en los granos superiores de la espiga, su presencia plantea preguntas sobre la efectividad de las proteínas disponibles y cómo manejarlas.
Frente a esta situación, la Red de Manejo de Plagas (REM) de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) tomó cartas en el asunto para conocer más sobre el comportamiento de este insecto en la última campaña y cómo actuar ante posibles fallas de control.
ORUGA DE LA ESPIGA: ¿QUÉ ESTÁ PASANDO A CAMPO?
Según la reciente encuesta de la REM,el 36,8% de los productores con maíces tempranos y el 44,6% con maíces tardíos identificaron a la oruga de la espiga como la principal plaga en la campaña 2023/24.
Aunque históricamente se consideró una plaga secundaria, su impacto ha crecido significativamente, especialmente en lotes con eventos Bt -como la proteína Vip3A- que representan casi el 60% de los maíces sembrados por productores socios de Aapresid, alcanzando el 82% en el NEA.
Una alerta en las plagas: relevan altos porcentajes de fallas de control en maíces y sojas Bt
La empresa desarrolladora del evento realizó los estudios confirmatorios de cambio de susceptibilidad de H. zea a la proteína Vip3A y se reportó los resultados de control parcial a las agencias regulatorias.
Los mapas de la REM también reflejan el crecimiento poblacional de esta oruga en la última campaña en prácticamente todo el territorio maicero nacional.
En consulta con especialistas como Alejandro Vera, entomólogo de la EEAOC, destacó que, además de su mayor presencia en el campo, H. zea podría estar mostrando cambios en sus hábitos, como la puesta de huevos sobre las hojas además de los estigmas (la ‘barba de choclo’ de las espigas), aunque aún faltan más investigaciones para corroborar esto.
“Es fundamental ajustar los monitoreos, principalmente en la etapa R1, que es cuando los estigmas se hacen visibles, y posicionar los productos adecuados en el momento justo para complementar a la tecnología Bt. Si trabajamos en este sentido, no tendríamos que fracasar”, subrayó.
¿CÓMO ACTUAR EN UNA FALLA DE CONTROL?
En cada campaña, algunos productores detectan daños inusuales en lotes con tecnología Bt que deberían haber sido controlados.
La mayoría de las veces, estos casos resultan ser “falsas alarmas”, y tienen que ver más bien con errores en el uso de híbridos o refugios, y posibles factores climáticos adversos.
Por eso, ante sospechas, es clave seguir los siguientes pasos:
- 1- Comunicación con el semillero: El productor o asesor debe informar cualquier daño sospechoso para activar un análisis detallado y notificar a las agencias reguladoras en el caso de que se confirme la sospecha.
- 2- Análisis a campo: Técnicos del semillero visitan el lote para identificar la causa del daño. En esta etapa, se evalúan factores como la identificación de la plaga, niveles de consumo de proteína Bt, posibles migraciones de larvas grandes desde plantas cercanas, entre otros.
- 3- Investigación avanzada: Si se confirma la sospecha de fallas en el control, la empresa desarrolladora del evento debe profundizar en la investigación a campo y laboratorio para determinar si realmente ha ocurrido un cambio en la susceptibilidad de las poblaciones a la proteína Bt.
TECNOLOGÍA BT: AÚN UNA ALIADA CLAVE
A pesar de los desafíos, la proteína Vip3A sigue ofreciendo un alto nivel de control sobre plagas como el gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) y el barrenador del tallo (Diatraea saccharalis), para las cuales no se han reportado fallas significativas.
El manejo adecuado de estas tecnologías es clave para retrasar la evolución de resistencia en las plagas objetivo.
Dentro de las estrategias integradas más importantes están el monitoreo constante y la adopción de refugios y, de ser necesarios tratamientos químicos, el uso adecuado de insecticidas para un control en tiempo y forma, antes que la larva ingrese a la espiga.
Prolongar la utilidad de estas herramientas requiere el compromiso de todos los actores: productores, asesores y semilleros. Actuar a tiempo y con las estrategias adecuadas es el camino para proteger las tecnologías Bt y garantizar su efectividad en campañas futuras.
Seguir leyendo