El agro 5.0, con la mira en 2040: “Hay un cambio en el modelo de negocios que se va acelerando”
Bernardo Piazzardi, del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral, señaló que en el horizonte de se perfila un nuevo modelo de negocios para el agro. Estos cambios son posibles aun pese al complejo panorama local e internacional.
En Argentina, las urgencias de la coyuntura económica y política a veces no permiten mirar a fondo los avances que se generan en la cadena agroindustrial.
Bernardo Piazzardi, director Ejecutivo de la Maestría de Negocios del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral, trabaja desde hace 15 años enfocado en entender cómo deciden los empresarios agropecuarios vinculados a la producción.
En la casa de estudios elaboran un trabajo –en conjunto con la Universidad norteamericana de Purdue– en donde analizan una serie de variables para este segmento del agronegocio.
Se trata de un exhaustivo relevamiento que se extiende en cuatro provincias de la Pampa Húmeda y abraca el 70% de la producción de los cuatro principales cultivos extensivos en Argentina.
“Lo que se verifica es lo que llamamos un cambio en el modelo de negocios, que se va acelerando. Hay un segmento de productores, con ciertas características que son los que mueven primero cuatro años antes que todos los demás y luego el resto va copiando esa nueva forma de hacer las cosas”, sostuvo.
Este cambio de paradigma se articula en base a una serie de premisas, entre las que sobresalen dos: digitalización y tecnología en sus planteos productivos y convergencia con otros eslabones.
Estos temas serán presentados por Piazzardi en la próxima edición de Argentina Visión 2040, que se llevará a cabo el martes 8 de octubre. El evento es organizado por ADBlick Agro, Argensun Foods, el Centro de Agronegocios de la Universidad Austral y la firma Lartirigoyen.
UN ESCENARIO COMPLEJO
Este cambio se presenta en medio de un panorama sensible, no solo a nivel local sino también en el plano internacional.
“Se suma la complejidad de las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, que salgan como salgan parece que la guerra comercial continuará. Los conflictos bélicos seguirán, Brasil sigue siendo una locomotora de oferta y China como locomotora de demanda está quedada”, estimó Piazzardi.
A este cóctel, agregó el ingrediente de precios bajos a nivel internacional, que obligará a los productores argentinos a ser todavía más eficientes para no quedar fuera del negocio.
Al trasladar este escenario a Argentina, el académico remarcó serios problemas estructurales en la agroindustrial local. Con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), calculcó que 8 de las 30 cadenas de valor agroindustrial explican el 80% del PBI del sector.
“Estas ocho son las de punta, pero si se comparan con el resto del Mercosur tienen graves ineficiencias”, advirtió.
En este punto, explicó -por mencionar los ejemplos más visibles- que versus la cadena cárnica en Uruguay o la de la soja brasilera “tenemos pérdida de competitividad en los últimos 10-15 años”.
En el caso del poroto, calculó que Brasil está ganando rinde a un ritmo de 40 kilos por hectárea en cada campaña, mientras que a nivel nacional, la productividad mostró signos de estancamiento en los últimos ocho ciclos.
ÉXITO A PARTIR DE LA COLABORACIÓN
En este contexto, los productores que comenzaron a despegarse del resto se diferencian a partir del uso de tecnología digital en sus esquemas, un atributo que es cada vez más reconocido en el campo argentino.
El otro ingrediente de esta vanguardia es la convergencia con otros eslabonesy en donde la mayoría ve competencia, estos empresarios ven una oportunidad de negocios, a partir de unir fuerzas.
“Es el gran cambio del modelo de negocio, donde antes estabas encerrado en tu función ahora te preocupás sobre qué necesita el que me está comprando, cuál es el negocio de mi cliente o mejor dicho, cuál es el negocio del cliente de mi cliente”, explicó.
Y agregó: “Son los casos de éxito estamos empezando a ver, logran acomodar la organización, los recursos, el conocimiento y el tiempo en función de eso, son los que empiezan a diferenciar y tener más chances de éxito ante este contexto”.
Para que estos casos se multipliquen a nivel sectorial, Piazzardi consideró que el sector público debe acompañar con leyes y disminución de la presión impositiva. Esto no es imposible y puso como ejemplo a Córdoba.
Argentina Visión 2040: ¿Qué necesita la agroindustria para impulsar las exportaciones?
En los trabajos elaborados por la Universidad Austral, esa provincia figura al tope de la adopción de nuevas tecnologías a nivel nacional. En este caso, explicó que el Gobierno cordobés ofrece premios económicos a aquellos productores que adopten Buenas Prácticas, como por ejemplo utilizar agtech.
“Un pequeño movimiento dentro del esquema tributario incentiva la innovación y las buenas tecnologías”, concluyó.
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