Hernando Grandolini, Inspector de la Asociación Argentina Criadores de Hereford, explicó como los atributos de la raza le pemitieron imponerse en el sur y adaptarse a un ambiente productivo por demás complejo.

La reciente Exposición del Centenario, organizada por la Asociación Argentina Criadores de Hereford, representó una inmejorable oportunidad para analizar la actualidad de la raza.

En el marco de la expo, uno de los atributos destacados de Hereford fue la amplia representación, con bovinos que llegaron desde 15 provincias y confirma que se adaptó sin problemas a todas las condiciones de clima y suelo de la geografía argentina.

En el caso de los bovinos que ocupan los planteos productivos en el sur argentino, se trata de ejemplares que presentan una notable adaptación al difícil medio geográfico y climático.

Es una postal común recorrer la Patagonia y ver una gran presencia de esta raza, a partir de atributos como su biotipo moderado, rusticidad y facilidad de engorde.

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LAS VENTAJAS DE LOS HEREFORD EN LA PATAGONIA

Hernando Grandolini se desempeña como Inspector de Hereford, con un área de trabajo delimitada entre el sur de la provincia de Buenos hasta Santa Cruz.

En diálogo con Infocampo, explicó que su recorrido comienza en Santa Cruz durante el otoño y luego “sube” hasta finalizar en el sur bonaerense.

Por eso, es una voz autorizada para relatar las causas que llevan a que esta raza sea dominante en esta región del país.

-¿Como fueron los inicios en el sur argentino?
-La raza Hereford tuvo una excelente adaptación en la zona patagónica y en materia de producción bovina cubrió muy bien la región. Desde sus comienzos se destacó por su muy elevado nivel genético, porque hace varios años la barrera sanitaria la podían pasar animales de pedigrí o puros registrados. Esto hizo que los primeros ingresos establecieran una base genética de primer nivel. Después se podían pasar los toros comprados en Palermo y después se empezó con la inseminación artificial. Las primeras cabañas que se instalaron en esta región lo hicieron con muy buen nivel. La genética es uno de los pilares.

-¿Cuáles son los otros?
-La adaptación del animal en alimentación, sanidad y el manejo de los productores. En el sur hay excelente sanidad, por el exceso de frío no hay parásitos, casi no hay enfermedades e inclusive no hay aftosa.  Además de excelente sanidad hay una buena nutrición, porque si bien es común pensar que por las nevadas no hay disponibilidad forrajera, cuando se hacen los servicios de primavera y verano, en las cimas de las sierras y las montañas hay una gran calidad de pasto. De este modo, la genéticalogra expresarse en toda su dimensión. Muchas veces ocurre que hay genética, pero falta sanidad o nutrición y entonces no se expresa en todo su potencial. Es como un deportista de élite, que si tiene una mala alimentación o no descansa no le irá bien. En ganadería, el sur tiene la base genética y además están los otros pilares.

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-¿Como ve el aporte de la genética Hereford para que la raza crezca en La Patagonia?
-La genética que se incluyó en los rodeos brindó una gran capacidad de aguantar el clima extremo. Esto es gracias a que cuenta con un cuero un poco más grueso que otras razas y de este modo su pelaje lo protege muy bien. En segundo lugar, tiene una gran reserva de grasa, muy necesaria porque para entrar al invierno de la Patagonia. Cuando empieza el invierno, las madres cuentan con una reserva de 70 a 80 kilos y cuando termina el pasto o por el frio extremo por la nieve no tienen disponibilidad de forraje, cuentan con esa grasa. En algún momento se intentó llevar otras razas del norte argentino, pero por su cuero más fino y falta de capacidad de grasa no aguantaban el frío.

-¿Que otras prestaciones brinda Hereford?
-Otra posibilidad que otorga la raza es la mansedumbre, son animales mansos de manejar. En zonas de cordilleras se trabaja en potreros enormes y cuando se junta la hacienda a fines de verano, puede llegar a ser en estancias con extensiones de hasta 20.000 hectáreas y hereford permite este manejo sin problemas. También son excelentes madres y eso se puede ver en los destetes. Entre marzo y abril, el peso de los destetes machos en zona de cordillera en general están entre 240 y 250 kilos y en algunos casos se llegan a consumir. En algunos lugares como Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia se dan el lujo de comer ternero gordo del pie de la madre, una especia de “bocato di cardinale”, que en verdad es algo extraordinario.

-¿Qué niveles de fertilidad se manejan en el sur?
-Cuando hablamos de niveles de preñez, los números que manejamos los tecnicos oscilan entre 95% y 98%. Además de esta fertilidad, su alta reserva de grasa y adptación al medio, se destaca su capacisad de transformar pasto de baja calidad en carne. Es una raza que tiene esa condición de conversión de elementos graseros. Por ejemplo Río Negro he visto animales que no cuentan con forraje de calidad y sin embargo, el Hereford subsiste, come y transforma ese pasto rústico en reserva de grasa. Esto nos da una madre excelente para producir.