El tenor proteico de la soja en la zona pampeana argentina –tal como había sucedido el año pasado– volvió a mostrar una recuperación en la campaña 2023/24 debido a condiciones de estrés y elevadas temperaturas. El tradicional informe de calidad de la soja realizado por el Laboratorio de Calidad Industrial y Valor Agregado de Cereales

El tenor proteico de la soja en la zona pampeana argentina –tal como había sucedido el año pasado– volvió a mostrar una recuperación en la campaña 2023/24 debido a condiciones de estrés y elevadas temperaturas.

El tradicional informe de calidad de la soja realizado por el Laboratorio de Calidad Industrial y Valor Agregado de Cereales y Oleaginosas del INTA Marcos Juárez indica que las muestras recolectadas en la campaña 2023/24 registraron un promedio de grano verde de 1,8%, una cifra bastante inferior a la relevada en el ciclo anterior de 8,2%.

El contenido promedio de proteína registrado en la presente campaña fue de 37,2%, una cifra superior a la relevada en el ciclo anterior y la más elevada desde 2015/16.

El valor histórico más bajo de este parámetro (34,6%) se obtuvo en la campaña 2017/18, en la cual el cultivo atravesó el verano más seco en cincuenta años y luego durante la cosecha hubo temporales de lluvias y excesos de humedad que produjeron la apertura de vainas, desgrane, brotado y desarrollo de enfermedades que afectaron la productividad y la calidad de los granos.

“Cabe destacar que en 2023/24 se ha logrado mantener el valor de contenido proteico en promedio casi idéntico al año anterior aun duplicando la producción a nivel nacional”, señala el informe del INTA Marcos Juárez.

“Para el contenido de aceite se observa una tendencia creciente con una pendiente suave arrojando un valor promedio de 23,4%, superior en 0,5% punto al obtenido el año anterior”, añade.

En el ciclo 2023/24 la soja de primera arrojó un valor promedio de 36,8% sobre sustancia seca, mientras que la de segunda fue de 37,6%, mostrando una diferencia entre ambas de 0,8 punto versus una brecha de 1,3 puntos en el promedio histórico de la serie analizada.

“Los valores de cantidad de proteína obtenidos continúan siendo bajos para lo que requiere la industria en el país y que se exigen a nivel internacional; por este motivo, sigue en vigencia el interés de investigaciones a todos los niveles de la cadena”, apunta el informe.

Al respecto, parte de la recuperación del tenor proteico de la soja relevado en 2023/24 quizás se deba a un aporte de la industria semillera, dado que, según el último informe de la “Red Nacional de Evaluación de Cultivares de Soja” del INTA y la Asociación de Semilleros Argentinos, un análisis de 2713 muestras de tales ensayos arrojó en 2022/23 una proteína promedio de 38,2% para la región norte argentino y de 37,9% para la región norte de la zona pampeana, valores que están 0,1% y 1,9% por encima, respectivamente, de los registrados en 2021/22.

Desde hace 27 años el personal del Laboratorio de Calidad Industrial y Valor Agregado de Cereales y Oleaginosas de INTA Marcos Juárez realiza un muestreo durante la cosecha de soja en acopios y cooperativas de la zona núcleo sojera con el objeto de conocer la calidad de la cosecha de cada año.

En la campaña 2023/24 se recolectaron 135 muestras conjuntas representativas del calado de camiones en acopios y cooperativas que se encuentran distribuidos en las localidades del sudoeste y sur de Santa Fe, sudeste, sudoeste y noreste de Córdoba y norte de la provincia de Buenos Aires.

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