Así lo determina la última encuesta realizada por la Universidad Austral para la elaboración de su índice de confianza sectorial, que alcanzó su mejor valor en los últimos cinco años.

“¿Cree ud que va a mejorar la rentabilidad del sector agropecuario con las políticas que pueda implementar el gobierno de Javier Milei?”

La pregunta fue formulada por el Centro de Negocios y Alimentos de la Universidad Austral para la elaboración su Ag Barometer Austral y la respuesta fue contundente: 95% contestó que sí.

Una aclaración necesaria: la medición es posible que se haya realizado cuando todavía no se había anunciado que las retenciones no solo seguirían sino que en algunos casos aumentarían, aunque también en el medio la devaluación del tipo de cambio mejoró los números del agro.

Con todo, es una muestra clara de que el nuevo Presidente comenzó su gestión con un fuerte apoyo del agro y eso se transmite también en el índice de confianza que elabora la Universidad Austral a partir de esta encuesta, y que marcó su segundo nivel más alto desde que comenzó a realizarse, hace cinco años.

LA CONFIANZA DE LOS PRODUCTORES EN MILEI

En concreto, el último Ag Barometer Austral noviembre/diciembre de 2023 alcanzó un valor de 117 puntos, lo que representa no solo una suba del 17% con respecto a la medición pasada, sino también un incremento del 74% en términos interanuales si se lo compara con noviembre 2022.

“Este valor, además, es el segundo más alto en los cinco años de historia del Ag Barometer Austral, solo superado por el Índice 137 del mes de julio 2019, que se dio previo a las elecciones PASO de agosto 2019”, mencionó Carlos Steiger, uno de los directores de la encuesta e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.

En este marco, en el Índice de Expectativas Futuras es donde se explica la suba del Ag Barometer Austral: este indicador puntual marcó su máximo histórico, al alcanzar los 168 puntos.

Entre los factores que impulsan este optimismo se encuentra, en el corto plazo, la mejora de las condiciones climáticas que generará una fuerte recuperación en la producción de granos, tras el desastre productivo que dejó la sequía en la campaña pasada.