Cítricos en casa: cómo hacer germinar la semilla de naranja mediante algodón
Existe un proceso que se puede seguir para lograr plantas de cualquier cítrico, teniendo en cuenta el periodo frío o de escarificación. En este caso, el algodón se transforma en una herramienta fundamental.
Para quienes se preguntan si es posible germinar una semilla de cítricos en su propia casa, existe una respuesta que es muy positiva. Esto es debido a que hay métodos que aceleran la germinación y le abren una puerta a la posibilidad de generar sus propios árboles frutales desde el jardín.
Por lo tanto, si en el patio se cuenta con un espacio para el cultivo de algunos alimentos, un árbol de naranjas o mandarina, por ejemplo, puede ser una solución y riqueza que sumará frescura a la huerta. De esta manera es viable disfrutar de unas deliciosas frutas de manera ilimitada. Para poder hacerlo realidad, una opción es extraer las semillas de la misma fruta y así poder dar inicio al crecimiento de esta variedad.
Por ese motivo, existe una guía destinada a concretar la germinación. Es muy posible gestar un nuevo árbol, a través de una semilla de naranja con ayuda de un poco de algodón para poder dar paso luego a un nuevo cultivo que se puede concretar de forma orgánica.
PASO POR PASO
En principio, se debe tomar una bola grande de algodón y extenderla. Hay que colocarla dentro de un recipiente previamente limpio, que será utilizado como germinador. Allí se lo moja con un poco de agua, solo para que se mantenga húmedo. En ese instante, se acomoda en el medio las semillas de naranja y se debe hacer presión sobre esta para lograr enterrarla.
Luego se coloca otra capa de algodón y se repite el paso. Es recomendable humedecer con agua el algodón y luego colocar las semillas. Se presiona nuevamente hacia abajo y se cubre con una capa de algodón húmedo.
Una vez realizado el proceso, se debe tapar el recipiente con papel film y a partir de allí, solo hay que mantener el algodón lo más húmedo posible. Para eso hay que agregarle un poco de agua cuando se muestre seco. Es fundamental mantener el recipiente en un lugar con buena iluminación.
Desde la semilla, con el paso de los días, deberán brotar pequeñas raíces que comenzarán a formar el tallo. Cuando esto suceda, será el momento indicado para poder trasplantarlo en una maceta.
ARBOL BIEN FERTILIZADO
Es preciso recordar que el árbol de naranjo es muy exigente en relación a nutrientes. Por ello hay que tratar de fertilizar o abonar la tierra al menos cada 6 meses.
Hidratar la tierra con agua cada vez que lo necesite será fundamental, además de exponer esa maceta a los rayos directos del sol por lo menos durante 6 horas, especialmente por las mañanas.
De esta manera se logran germinar algunas semillas de naranja para posteriormente dar pie a un nuevo cultivo que puede crecer en cualquier huerto urbano. Sólo habrá que tener paciencia, ya que su crecimiento es lento pero muy promisorio.