Sequía letal: En el ciclo 2022/23 las importaciones argentinas de soja podrían llegar a triplicar las exportaciones
En la campaña 2022/23 las importaciones de poroto de soja realizadas por la Argentina podrían llegar a triplicar las exportaciones debido a la restricción de oferta generada por una sequía devastadora. Para evitar que la capacidad ociosa de la industria aceitera argentina caiga por debajo de un nivel crítico para la viabilidad del sector, se
En la campaña 2022/23 las importaciones de poroto de soja realizadas por la Argentina podrían llegar a triplicar las exportaciones debido a la restricción de oferta generada por una sequía devastadora.
Para evitar que la capacidad ociosa de la industria aceitera argentina caiga por debajo de un nivel crítico para la viabilidad del sector, se requerirían al menos importaciones por 6,0 millones de toneladas provenientes de naciones limítrofes (fundamentalmente Paraguay).
Eso considerando un stock inicial de 3,97 millones de toneladas y una producción –estimada por la Bolsa de Comercio de Rosario– de 34,5 millones de toneladas para 2022/23, lo que arrojaría, sumando el tonelaje importado, una oferta total para el período de apenas 44,4 millones de toneladas.
Asumiendo un consumo interno (semilla + expeller) de 4,80 millones de toneladas y exportaciones de poroto no superiores a las 2,0 millones, entonces quedarían para moler alrededor de 38 millones de toneladas (una cifra cercana a la que se registraría en el ciclo comercial 2021/22 que finaliza en marzo próximo).
Es importante tener en cuenta que el gobierno debe habilitar divisas al tipo de cambio oficial para gestionar importaciones de soja de Paraguay, Brasil o Uruguay e ingresarlas en el marco del régimen de admisión temporaria, el cual contempla la obligación de procesar el grano para luego exportarlo como harina o aceite de soja.
Si bien no debería haber mayores inconvenientes en tal operatoria en un país normal, en la Argentina existe una fuerte restricción de divisas que hace meses viene complicando por demás la importación de muchos productos, insumos y piezas indispensables para el desarrollo de múltiples sectores de la economía.
Adicionalmente, vale recordar que Antonio Aracre, jefe de Gabinete de Asesores del presidente Alberto Fernández, en reiteradas oportunidades se manifestó en contra de emplear divisas para importar soja de países limítrofes.
Tales circunstancias son uno de los principales factores que explican la fortaleza que vienen mostrando los precios de los contratos de harina de soja en el CME Group (“Chicago”), dado que la Argentina es el principal exportar mundial de harina de soja.
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