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De 300 kilos por hectárea a 3.000: el asesor argentino que impulsó un salto productivo gigante en África

Fuente: Infocampo 24/11/2022 09:19:13 hs

Jorge López Menéndez está desde hace varios años en Sierra Leona y Ghana trabajando para mejorar la producción. Viralizó un video de agricultores festejando porque multiplicaron por 10 los rindes del arroz y cuenta cómo lo lograron.

Un video filmado en Sierra Leona, en el centro-oeste de África, que se volvió viral estos días, muestra a un grupo de agricultores celebrando en torno a granos de arroz que están en el piso sobre una manta. Ellos hablan en su idioma, bailan, se ríen. También se escucha reir a carcajadas a unos niños.

La alegría es compartida por quien grabó y compartió esa filmación en redes sociales: es el asesor técnico argentino que reside en África, y que vivió en diferentes países de este continente, Jorge López Menéndez (Foto).

El asesor hace pocos días aterrizó en Argentina. Está en el país de visita y residirá hasta el inicio del nuevo año, le dice a Infocampo. Muy activo y sin perder el tiempo, acá también se entretiene practicando agricultura en el campo.

En épocas de mundial, lo de López Menéndez y su organización “WARC África”, junto con los agricultores africanos, es un triunfo global debido a la significancia de intentar producir más en esos países.

Todavía no puedo creer la repercusión que tuvo el video“, confiesa y nunca se olvida de mencionar a las personas e instituciones que lo vienen acompañando en su intento por hacer un cambio cultural y productivo en Sierra Leona y Ghana, a lo largo de más de diez años.

MIRÁ Mirá el trabajo de un argentino en África enseñando a cosechar el maíz

Para los habitantes de Sierra Leona, el arroz forma parte de la dieta básica, mientras para los ghaneses es el maíz.

“En Sierra Leona, este año fue muy emocionante la cosecha del arroz. Venimos trabajando hace mucho con el desarrollo de cultivo. Probando decenas de variedades, las seleccionamos y ya las pudimos multiplicar. Fueron provistas por diferentes regiones arroceras de Latinoamérica y elegimos las que mejor se adapten a la zona. Ahora, hay un grupo de argentinos trabajando con nuestra organización, que trabajaron con este cultivo en Adecoagro, y que nos ayudaron mucho en esta última parte”, dice el asesor.

López Menéndez también está asombrado ya que vio las dos postales de la producción del cereal en Sierra Leona.

“Cuando llegué a la zona en la que trabajamos, ese mismo lote en el que celebran los agricultores por obtener casi 30 quintales de rendimiento , rendía 300 kilos. Estamos felices y esto nos permite seguir incorporando tecnología”, explica y detalla que allí ya cuenta con sembradoras Bertini, tractores Zanello y una cosechadora Vassali.

Asimismo, reconoce que este es el resultado de la suma de muchos esfuerzos de personas de diferentes países del mundo, pero los ingenieros agrónomos son mayormente argentinos. “Muchos técnicos que nos acompañaron, de INTA, Aapresid, el Movimiento CREA, también contratistas argentinos”, reseña el asesor, buscando en su memoria no olvidarse de nadie.

EL ARROZ

López Menéndez cuenta un poco más sobre lo que implica este salto productivo.

“Son países en los que atravesaron mucho hambre y el arroz es su alimento básico. Cuando empezaron a tener mejores rendimientos, en lugar de intentar la comercialización del excedente, se lo guardaban todo. Es lógico considerando que en su mente tienen el registro del hambre que vivieron. Entonces, definimos incorporar otros cultivos en sus rotaciones, más la siembra directa, que sí estaban dispuestos a venderlos, como soja, poroto o maíz. En Ghana, pasaba exactamente lo mismo, pero con el maíz”, explica el asesor.

Destaca que lo que se viene buscando para conseguir mayores rendimientos fue mejorar la fecha de siembra, la densidad, preparación del terreno y también las variedades adecuadas que salieron de Argentina, Brasil, Colombia y de países centroamericanos, a partir de un convenio con el CIAT (Centro de Investigación Agrícola Tropical).

“Estamos en pleno proceso, muy contentos por los resultados pero no podemos aflojar”, arenga el asesor y cita que, “cuando empiezan a aumentar el rendimiento, empieza a crecer la inversión y cuando esto sucede aumenta la cantidad de hectáreas sembradas. La limitante que tienen es la capacidad tecnológica para manejarlas ya que se necesita más semilla, más máquina agrícola, más fertilizante y tiempo”, remarca López Menendez, sobre el círculo virtuoso que están intentado cerrar: que no sean productores de subsistencia y se conviertan en productores comerciales.

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