La superficie de cebada crece y lo hace con estabilidad tecnológica
A partir de la siembra directa, la práctica de análisis de suelo y también la dosis de nitrógeno, la cebada mantiene su buen perfil en adopción tecnológica.
Un nuevo trabajo del Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada (RETAA), de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, analizó en pleno inicio de campaña de invierno cómo se está dando el crecimiento y progreso tecnológico de la cebada en la Argentina. Y los datos son alentadores y un reflejo claro de la forma en que apuestan los productores argentinos.
De acuerdo a los datos que analizó la Bolsa, en el campaña 2021/22 se sembraron 1,2 millones de hectáreas (para la actual, se esperan 1,3 millones del cereal, según la misma entidad), principalmente distribuidas en el centro y sur de la provincia de Buenos Aires.
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En este sentido, una de las tecnologías que recuperó adopción durante la campaña pasada fue la siembra directa, que volvió a índice de 2017/18, con 84% de implementación, un 10% por encima de la anterior.
Entre otros de los aspectos que se mantienen estabilidad y que destaca la Bolsa están los análisis de suelo (un 37% de los productores lo practicó, un estatus que se mantiene invariable las últimas campañas) y, de esa forma, la apuesta por la nutrición vegetal también fue buena durante el ciclo pasado.
Al respecto, la dosis promedio de fertilización con nitrógeno aplicado en el cereal aumentó de 90 a 94 kilos del nutriente por hectárea, en relación a la campaña 2020/21, sin embargo, la que disminuyó sensiblemente fue la fertilización fosfatada, la cual pasó de 18 a 17 kilos de fósforo por hectárea.
NIVEL TECNOLÓGICO
En conclusión, en la campaña 2021/22, según la Bolsa, el cultivo de cebada presentó una distribución de la adopción de nivel tecnológico que se distribuyó entre el 53% de nivel alto, 43% de nivel medio y 4% nivel bajo.
Asimismo, detallan los analistas de la entidad porteña que, la concentración de la adopción en nivel tecnológico alto se puede explicar por la recuperación de la siembra directa, el crecimiento de las dosis promedio de nitrógeno y el mayor porcentaje de productores que realizó análisis de suelo (superior en comparación a otros cultivos).
A su vez, si se analiza la adopción de nivel tecnológico por región se observa que el sudeste de Buenos Aires presentó una adopción de 78% de nivel alto, mientras que el sudoeste de Buenos Aires – Sur de La Pampa mostró un 18% de adopción de nivel alto.