Nacen en Los Pocitos, pasan por El Oratorio y terminan con Don Alfredo: un triángulo dorado para los bovinos
En San Luis y en el sur de Córdoba, la empresa La Tregua, de Daniel Bovetti, lleva adelante un esquema de producción de ciclo completo con excelentes resultados. Su caso se presentó en una jornada del IPCVA.
En la zona de Villa Mercedes (San Luis) y en Alejandro Roca (Córdoba), la empresa La Tregua, del productor Daniel Bovetti, tiene su propio “triángulo dorado” dedicado a la producción bovina.
El campo Los Pocitos (San Luis) es el vértice inicial desde donde salen los terneros y terneras para invernada que van a parar al establecimiento Don Alfredo (Córdoba), y hembras de reposición y vacas CUT (Cría de Último Ternero) a El Oratorio (San Luis).
Luego, desde El Oratorio parten las vacas de segundo servicio, preñadas, para parir los terneros en Los Pocitos. Y de Don Alfredo surgen, además de los animales para faena, los reproductores machos que abastecen a los otros dos campos.
Este modelo productivo fue presentado en una jornada presencial organizada por el IPCVA, de la que participó Infocampo, y que se realizó justamente en el establecimiento El Oratorio, bajo el lema de la “cría eficiente” y con La Tregua como un caso de éxito de gestión de la producción de carne bovina.
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Adrián Saleme fue el técnico encargado de dar los detalles de este modelo que tiene como objetivo general producir medias reses de 120 a 150 kilos, y también reproductores para mejora genética.
LOS POCITOS
El punto de partida, según indicó Saleme, es un manejo general de vientres divididos en cuatro rodeos que aportan terneros para transformarse en reproductores, invernada para recría y engorde, y las vacas CUT.
Sobre la alimentación, precisó: “Entre mayo y agosto, cuando están gestando, están entre pastizales naturales. Luego, entre septiembre y octubre, se agregan diferidos de sorgo y centenos. Ya pasado octubre, sobre la parición, van a pasto llorón. Ahí ocurren los destetes, entre enero y febrero”.
Los servicios son del 1° de diciembre al 31 de enero, con una asignación de 2,5 a 3% de toros e inseminación a tiempo fijo.
Un aspecto clave en este sentido es el servicio ajustado a 60 días, dirigido a una mayor presión sobre la fertilidad. Saleme explicó que, a medida que pasaron los años y fueron midiendo los resultados, detectaron que los servicios más cortos eran más eficientes. Hace cinco campañas, por ejemplo, todavía eran de 90 días. “La clave es ajustar la alimentación”, remarcó.
Con esta estrategia, asegura que han logrado un porcentaje de preñez que en los últimos años osciló entre 89 y 91%, con un destete del 87%.
EL ORATORIO
Al otro establecimiento de San Luis se dirigen las terneras destetadas en Los Pocitos y las vaquillonas de primer servicio a los 18 meses, vaquillonas de primer parto y las vacas CUT, que también están divididas en cuatro rodeos.
En el caso de las terneras, la alimentación tiene entre 15 y 30 días de ración balanceada (silos de sorgo y maíz, pellets de soja y núcleos comerciales), con el fin de hacer una adaptación hasta que se acostumbre al destete.
Después la dieta continúa con verdeos de sorgo o melilotus en verano, y verdeos de invierno, como centeno, y también pasto llorón.
En este caso, el servicio es a los 18 meses con inseminación más dos ciclos de repaso con toros, que duran 45 días. Se hace en julio, la parición es en abril, el destete entre julio y agosto. Tras este proceso, para encarar el segundo parto, entre el 5 y 15 de septiembre a las vaquillonas se les colocan embriones, al mes se realiza el tacto, la que no quedó preñada con embriones, se le hace inseminación y después el servicio en 60 días
En El Oratorio, la preñez también ronda el 90%, con un 7% de pérdidas de teneros: 3,5% en preparto y 3,5% en parto o destete.
DON ALFREDO
Allí se recrían y engordan novillitos y vaquillonas para faena, y también se seleccionan y recrían futuros machos y vacas para los servicios en los diferentes campos o para venta como reproductores.
“Es el campo que provee los reproductores a los demás campos”, sintetizó Saleme.
Las recrías son en pasturas de base alfalfa y verdeos de inviernos con suplementación a campo, abajo del boyero, suministrada por medio del mixer. Para los ejemplares que van a faena, la terminación es a corral.
ÍNDICES PRODUCTIVOS
En función del modelo consignado, desde la Tregua aseguran que la cría en Los Pocitos arroja un promedio de entre 25 y 30 kilos de terneros por hectárea; la recría en El Oratorio suma 100 kilos por hectárea; y el engorde y terminación de la invernada en Don Alfredo, logra 780 kilos por hectárea.