Perfiles con poca dotación de agua, pronóstico de Niña y costos altos, son los argumentos de los productores y asesores para pensar bien en el cereal.

La Bolsa de Comercio rosarina viene monitoreando las intenciones de los productores de sembrar trigo y las expectativas no cambian: son bajas las intenciones de apostar a la siembra del ceeal.

En rasgos generales, dice la entidad, la “intención de implantación y tecnología el trigo no mejoró a respecto a lo que se indicaba 15 días atrás”.

Al respecto, el rinde de indiferencia para campo alquilado bajó de 41 a 35 qq/ha en las últimas semanas. Por tanto, hasta el momento, se sigue estimando un 10% menos de intención de siembra, un 20% menos de fertilización y una producción estimada en 2 millones de toneladas menos que hace un año (2021/22, estimación de 7,8 millones de toneladas).

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Entre las causas expuestas a campo, explicaron a la Bolsa desde la zona central del país, “La Niña”, con la posibilidad de un invierno seco, márgenes que aún dan dudas y perfiles sin la humedad adecuada para plantear el cultivo son los factores que bajan la intención triguera.

Según los productores y asesores técnicos, “el trigo e pasional, mientras que el maíz es sensatez”.

¿Qué implica esto? Significa que los productores no resignan a intentar la siembra del cereal del invierno, sobre todo, porque recuerdan el ciclo récord 2021/22 que superó los 47 quintales por hectárea. Como contracara, se presentó la campaña 2020/21 con los más bajos de la década: 29 quintales por hectárea.

“Muchos productores hoy ven el trigo la posibilidad de acomodar los números, pero, lamentablemente, se puede cosechar un mal resultado”, dicen en la Bolsa.

PASIÓN VS. SENSATEZ

Para los productores, la diferencia entre el trigo y el maíz es el tipo de sentimiento que los une a esos cereales. El primero es pasión, dicen, mientras que el segundo es sensatez.

De acuerdo al Dr. Santiago Álvarez Prado, investigador del Conicet en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario, consultado por la Bolsa, el elevado nivel de agua útil a la siembra, el alto cociente foto-termal en periodo crítico y altas dosis de nitrógeno fueron las variables que hicieron de la campaña 21/22 un récord.

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“Es muy complicado que se repita”, responde el especialista, y repasando las variables analizadas, ninguna de ellas aporta mucha confiabilidad para sembrar el cereal.

Entonces, a partir de ahora, la pregunta es si presentarán las lluvias para terminar de recargar los perfiles con escasez. Al menos, precipitaciones de magnitud antes de que termine mayo asemejarían este inicio de campaña a la anterior, que fue récord y comenzó con buena dotación de agua en los suelos.

El experto en agrometeorología de la Bolsa, José Luis Aiello señala: “El mes de mayo arranca dominado por la presencia de un centro de alta presión que fomenta condiciones de estabilidad en la mayor parte del país. La excepción son algunas lluvias moderadas y muy limitadas al extremo norte de la mesopotamia Argentina”. 

Los pronósticos no son favorables ya que indican la nulidad de lluvias hasta el 20 de este mes, aproximadamente. “En el mediano y largo plazo, las condiciones actuales de Niña no son favorables”, agrega Aiello.

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