La hidrovía, bajo observación: con respaldo de la ONU, el Gobierno da otro paso en la licitación
La Agencia Nacional de Puertos abrió una instancia formal para recibir aportes del sector privado y la ciudadanía, con el respaldo técnico y jurídico de la UNCTAD. El proceso apunta a modernizar la principal vía de exportación del país.
La licitación de la Vía Navegable Troncal (VNT), más conocida como hidrovía, volvió al centro de la agenda agroindustrial.
Puntualmente, la Agencia Nacional de Puertos y Navegación (ANPyN) lanzó el Proceso de Observaciones Previas sobre los proyectos de pliegos, una instancia que busca transparentar el proceso y sumar participación, con apoyo directo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), un actor clave a la hora de garantizar estándares internacionales.
El organismo dispuso 10 días para que empresas, usuarios de la vía y la ciudadanía presenten aportes y observaciones.
El objetivo: recoger insumos antes de avanzar sobre los pliegos finales que definirán el esquema de concesión de la principal infraestructura logística del país, por donde pasa más del 80% de las exportaciones agroindustriales.
En un contexto de atraso de inversiones y crecientes costos logísticos, el sector productivo presiona para que el proceso no solo “avance”, sino que baje costos y mejore previsibilidad.
HIDROVÍA: INFORME TÉCNICO Y REDACCIÓN FINAL
Tras el cierre del período de propuestas, la Gerencia Legal y la Gerencia Técnica de la ANPyN deberán elaborar un Informe Final con los principales aportes. Esa síntesis será la base del documento final que definirá las condiciones técnicas y económicas del llamado a licitación.
La siguiente etapa será la elaboración de los pliegos definitivos y el llamado a Licitación Pública Nacional e internacional, bajo un esquema “a riesgo empresarial y sin aval del Estado”.
En la práctica, se trata de un modelo que busca descomprimir las cuentas fiscales, pero que deberá demostrar capacidad para sostener inversiones en dragado y señalización en medio de un mar de intereses contrapuestos.
La ANPyN afirma que el diseño final recogerá lo surgido del diálogo con provincias, usuarios y cadenas productivas, así como las recomendaciones de UNCTAD.
La expectativa oficial es que el nuevo esquema marque una nueva etapa para la logística argentina, con mayor eficiencia, modernización tecnológica y una sensible baja de costos.
Un objetivo ambicioso para una infraestructura estratégica que, históricamente, ha sido asediada por disputas políticas, presión empresaria y fallas de gestión.
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