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El impacto agrícola de las inundaciones: un golpe a una cosecha que podía ser la segunda mejor de la historia

Fuente: Infocampo 20/05/2025 08:57:20 hs

Si bien todavía es imposible saber la afectación real que han tenido los cultivos, diversos reportes advierten que hay cerca de un millón de hectáreas de soja y maíz que aún no se cosecharon en las zonas afectadas por las inundaciones.

El pasado viernes al mediodía, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) emitió su tradicional informativo semanal, con uno de sus documentos titulado: “Con 135,7 millones de toneladas, la producción argentina de granos 2024/25 se perfila como la segunda más alta de la historia”.

En ese momento, las lluvias en el centro y norte de Buenos Aires recién estaban comenzando, pero pocas horas después continuaron, se consolidaron como verdaderos diluvios de características inéditas y provocaron las inundaciones que generaron un desastre en numerosas localidades de esa región bonaerense.

Un territorio, además, caracterizado por formar parte de la zona núcleo, la geografía agrícola más productiva del país.

De allí que, más allá de que los primeros daños que se evalúan y se busca reparar lógicamente son los que han sufrido pobladores urbanos, en el agro también se busca determinar cómo ha impactado este fenómeno meteorológico en lo que, hasta ahora, se presagiaba como la segunda mejor cosecha desde que en este país se siembran granos.

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LAS INUNDACIONES Y LAS MILES DE HECTÁREAS DE SOJA Y MAÍZ SIN COSECHAR

En esa línea, en las últimas horas se dieron a conocer sendos reportes de las Bolsas de Cereales de Buenos Aires y de Comercio de Rosario, las dos entidades que más siguen de cerca la evolución de los cultivos en Argentina, en el que intentaron trazar posibles consecuencias de estas inundaciones.

De acuerdo con la entidad porteña, los acumulados en algunos casos superaron los 400 milímetros y los partidos más afectados fueron Chivilcoy, Chacabuco, San Antonio de Areco y alrededores. Sin embargo, el evento también tuvo impacto en zonas del oeste bonaerense, como 9 de Julio, que ya había sido afectado previamente por precipitaciones durante marzo.

Ya entrando en el ámbito de los posibles daños productivos, el informe advierte que “aún resta por cosechar una proporción significativa de la superficie sembrada con soja y maíz tardío”.

En concreto, la región más comprometida es el norte bonaerense, donde restan por recolectarse aproximadamente 530.000 hectáreas de soja, las cuales podrían presentar algún grado de afectación.

Por otro lado, aunque los acumulados fueron inferiores, en parte del oeste bonaerense las precipitaciones sumaron entre 80 y 100 milímetros, con 730.000 hectáreas aún pendientes de recolección.

El problema en esta región es que ya había sufrido el impacto de las precipitaciones ocurridas en marzo, generando una demora interanual de -14,7 p.p. en el avance de cosecha, “por lo que los nuevos acumulados podrían generar pérdidas importantes”, admite el documento.

Habrá que ver entonces hacia el final de la semana si habrá otras novedades: la Bolsa porteña publica todos los jueves su Panorama Agrícola Semanal (PAS) y recientemente había elevado su pronóstico de cosecha de soja a 50 millones de toneladas.

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En cuanto al maíz, el avance de cosecha en el norte bonaerense se aproxima al 90 %, con remanentes correspondientes principalmente a planteos tardíos y de segunda ocupación, los cuales abarcan una superficie estimada restante de ser cosechada en 120.000 hectáreas.

Hacia el oeste bonaerense, si bien todavía resta por cosecharse una mayor superficie, no se esperan mermas productivas significativas a nivel regional para este cultivo.

“Para finalizar, de cara a los próximos días, se pronostican bajas temperaturas y algunos acumulados de lluvia adicionales, lo que dificultará el secado de los cultivos. Por lo tanto, será necesario aguardar a que mejoren las condiciones del suelo y del grano para permitir el reingreso de las cosechadoras y poder dimensionar con mayor precisión el impacto final de este evento sobre la producción”, cierra el relevamiento de la Bolsa de Buenos Aires.

LAS INUNDACIONES EN LA ZONA NÚCLEO

Del mismo modo, “la región núcleo experimentó un escenario de lluvias intensas desde el pasado jueves, con acumulados significativos en diversas zonas, especialmente en el noroeste de la provincia de Buenos Aires, lo que generó complicaciones en el avance de la cosecha de soja”, menciona el reporte de la Bolsa rosarina.

Según Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR, los registros de precipitaciones superaron los 150 milímetros en amplias áreas y, en algunos casos puntuales, alcanzaron valores excepcionalmente altos. En localidades como Chacabuco, Rojas y Junín, se relevaron acumulados de 378, 250 y 225 milímetros, respectivamente.

Y allí coincide con su par porteña en que, de acuerdo con los datos disponibles, aún quedaba por recolectar un volumen importante de soja en la provincia de Buenos Aires al momento del evento.

“Estimaciones preliminares indican que más de dos tercios del cultivo seguía pendiente de cosechar en zonas particularmente afectadas por las lluvias; esto es el norte y, particularmente, el noreste bonaerense”, precisa.

Por eso, desde GEA se continúa monitoreando la evolución del fenómeno y su impacto sobre los lotes. “La duración del agua es crítica para ver el daño en los cultivos que no se cosecharon”, explicó Russo, remarcando que el tiempo que tarden en drenar los excesos puede influir en la magnitud del perjuicio productivo.

Además de los registros de lluvia, también se reportaron ráfagas intensas en localidades como Hipólito Yrigoyen, donde se registraron daños puntuales por viento. “Ha sido un fenómeno muy fuerte”, agregó.

En cuanto al pronóstico, se esperan nuevas precipitaciones en la región, lo que podría prolongar las condiciones de inestabilidad. “Siguen las lluvias y lloviznas, y mientras no se resuelva este sistema que afecta al sudeste y siga entrando aire húmedo del Atlántico, la situación problemática puede continuar”, completó.

Cabe recordar que la BCR también había recientemente aumentado su pronóstico de cosecha de soja, gracias a rindes “sorprendentes” en la zona núcleo.

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LAS INUNDACIONES Y SU RIESGO AGROPECUARIO

Semejante fenómeno también obligó a la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) a dedicarle un apartado en su informe semanal.

“Las importantes lluvias de los últimos días, sumadas a la saturación previa de los suelos, derivó en extensas áreas con excesos hídricos”, expresa este reporte.

El mapa de precipitación de la semana obtenido por medio de estimación satelital (SMN-ORA) muestra una estimación de los milímetros acumulados en el área más afectada por lluvias intensas. Así, se observan valores superiores a 150 milímetros en el norte y noreste de Buenos Aires, además de máximos de más de 100 mm en la zona de Rosario (Santa Fe) y en el sudeste de Entre Ríos.

En la estimación satelital aparece además un máximo en la zona de Junín, Rojas y Chacabuco, coincidiendo con los datos reportados. También aparece un máximo de mayor tamaño que incluye áreas de los partidos de Suipacha, Mercedes, Navarro, Las Heras, Cañuelas y Lobos.

En este marco, hay un dato clave a tener en cuenta: “Es importante destacar que las zonas más afectadas no coinciden necesariamente con aquellas que recibieron mayores precipitaciones. En algunos partidos bonaerenses se han sumado menos de 100 mm, pero los suelos ya se hallaban muy saturados. Además, ciertas áreas inundadas se deben a desbordes de arroyos, asociados a lluvias ocurridas no en esa zona, sino en la cuenca más alta”, explica la ORA.

Bajo este panorama, los mapas de reservas hídricas son claros en relación a los excesos hídricos que ha dejado este fenómeno: más de la mitad de Buenos Aires está con perfiles con demasiada agua, no solo por las lluvias sino por la ya mencionada saturación previa de los suelos.

¿UNA COSECHA ARGENTINA AL BORDE DEL RÉCORD?

Volviendo al principio, entonces, hasta que no se pueda ingresar a los lotes y ver la afectación real de los cultivos, será imposible definir su impacto en la cosecha.

De todos modos, suena difícil pensar que no haya pérdidas de rindes, y ni hablar de calidad, ante el riesgo de brotado y podredumbre de granos por la alta humedad.

Hasta el momento, previo a la ocurrencia de estas inundaciones, lo que calculaba la Bolsa rosarina, en base a información de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, era lo siguiente:

  • Maíz: la siembra cubrió un total de 8,3 millones de hectáreas en la actual campaña 2024/25, 19,7% por detrás del ciclo anterior, ante la incertidumbre que había al momento de las siembras con la chicharrita y con las condiciones climáticas. Esta caída de superficie se dio luego de nueva años consecutivos de aumentos en el área sembrada con el cereal, e implicó una caída en la estimación de producción del 7,2% entre campañas. Para el ciclo comercial que comenzó formalmente en marzo, la estimación de producción se ubica en 48,5 millones de toneladas.
  • Soja: ganó 1,3 millones de hectáreas en el ciclo actual, con una cobertura de 17,8 millones de hectáreas a nivel nacional. Pese a ello, los rindes se vieron afectados por olas de calor que tuvieron lugar en gran parte del país a lo largo de enero y las primeras semanas de febrero. A partir de mediados de febrero comenzaron a aparecer precipitaciones en la región pampeana, logrando aliviar la situación en partes de esta zona, pero llegando demasiado tarde en otras partes de la región. Por otro lado, el norte argentino sufrió un verano extremadamente seco y cálido, lo que generó pérdidas de gran magnitud. Todo ello implicaría una caída del 5,7% interanual en los rindes, y por este motivo la producción de soja se proyecta en 48,5 millones de toneladas, retrocediendo un 3% respecto a la campaña previa, pese a la mayor superficie sembrada.

  • Trigo: el incremento de superficie en la 2024/25 también fue significativo, subiendo 25% entre campañas y alcanzando 6,9 millones de hectáreas. Con buenas precipitaciones en octubre y noviembre, el centro del país exhibió buenos rindes, en contraste con un mal desempeño climático en el norte argentino. A nivel nacional, los rindes promediaron aumentos del 7,4% con respecto al ciclo anterior y, de esta manera, la estimación de producción 2024/25 se ubica actualmente en 20,1 millones de toneladas, con un aumento del 39% interanual. En términos de producción, esta campaña se posiciona como la segunda mejor en la historia nacional, solo detrás de las 23 millones de toneladas del ciclo 2021/22.
  • Cebada: también ha mostrado un incremento de la superficie sembrada, estimándose en 1,7 millones de hectáreas en la 2024/25, ganando 200 mil hectáreas respecto a la campaña previa. Pese a ello, los rindes de este cultivo marcaron una caída del 16,8% interanual, afectados por falta de humedad durante el período crítico de definición de rendimientos en las principales regiones productoras que se encuentran en el sudeste de la provincia de Buenos Aires. Por este motivo, la producción se estima en 4,9 millones de toneladas, retrocediendo un 3,9% interanual.
  • Girasol: se estima un área sembrada de 2,2 millones de hectáreas, con las labores de siembra finalizadas en los primeros días de enero. La cosecha prácticamente ha llegado a su fin en todo el país, exhibiendo buenos a muy buenos rindes, por lo que la producción se proyecta en 4,7 millones de toneladas (+ 24,8% i.a.).
  • Sorgo: con un avance de área del 25,5% interanual, se alcanzaría el millón de hectáreas sembradas. La producción se estima en 3,2 millones de toneladas, ganando 700.000 respecto al ciclo previo.
  • Otros cultivos: sumando algodón, alpiste, arroz, avena, cártamo, centeno, colza, lino, maní, mijo, trigo candeal y porotos, se agregan 4,6 millones de hectáreas. (+1,8% interanual), y 5,8 millones de toneladas (+9,4% i.a.).

“En resumen, el área total sembrada con granos en Argentina en la campaña 2024/25 se proyecta en 42,5 millones de hectáreas, y la producción en 135,7 millones de toneladas. Esta sería la segunda mayor producción de la historia en la República Argentina, solo superada por la campaña 2018/19 (141,5 Mt)”, dijo la BCR el viernes pasado. Ahora, son números que habrá que revisar.

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