Una expo “artesanal” del agro hecha por productores: lleva 8 ediciones y triplicó presencia de marcas

Una nueva edición de Expo Apronor se realizó en Burruyacú, Tucumán. Cómo es la “cocina” de un grupo de productores que decidieron asociarse, enfrentar al poder de turno y elegir su propia representación.
“Lo hace de onda, ni se lo pedimos. Él saca el avión y empieza a hacer piruetas en el aire porque sabe que la gente se vuelve loca”, cuenta la vicepresidenta anfitriona de la Expo Apronor, Macarena Ramos, mientras la nave acrobática deja la estela de humo en el cielo tucumano.
Es una postal clásica de las exposiciones agropecuarias de todas las magnitudes, donde los visitantes miran absortos las inspiraciones de los aviadores, allá arriba, encarando la nada y con un ruido inconfundible.
Son pilotos experimentados que normalmente son contratados especialmente para entretener al público, pero en este caso, además, es aeroaplicador y socio de la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor). Y presta sus servicios de manera completamente gratuita.
Su nombre completo agranda su aura: es Emilio Pilot, santafesino pero residente en Tucumán desde hace tiempo, y que en más de una oportunidad acudió con sus colegas para apagar incendios en el noroeste argentino.
Ramos, por su parte, tiene 31 años y hace pocas semanas contó a fondo su historia personal en Infocampo. Ingeniera agrónoma de profesión, residente en La Ramada de Abajo y en el día a día la administradora del campo familiar, por estos días se calza el traje de vicepresidenta de la asociación que tiene menos de una década de vida.
LA EXPO APRONOR, EN TUCUMÁN
El primer día de la Expo -la feria se realizó entre el jueves y el sábado- debió ajustar más de la cuenta los protocolos de la organización y no dejar detalle librado al azar. La presencia de la autoridad máxima de la política tucumana, Osvaldo Jaldo, requería la máxima concentración.
“Este es un campo de mi familia y tiene 16 hectáreas, que se destina únicamente para la muestra. Pero en Apronor no nos asociamos a ninguna empresa organizadora y todo está hecho a pulmón, desinteresadamente, y con especial foco en apuntalar a las empresas tucumanas”, comentó durante una caminata por el predio.
La maquinaria que se observa en la recorrida es la tradicional de toda exposición, pero sí con una mayor presencia de tractores de distintas firmas y los concesionarios locales, y con unidades pensadas especialmente para los trabajos en la zafra o en la industria del citrus.
APRONOR: DE LA BRONCA A LA ACCIÓN
La edad de Ramos coincide con la que el saliente presidente de Apronor, Gonzalo Blasco, tenía al momento de germinar la entidad.
“Yo también me involucré a esa edad y fui presidente en los inicios. Después tomé distancia unos años, luego volví como presidente otra vez y ahora soy tesorero. Es una tarea que se agrega a la de ser productor agropecuario y tiene sus implicancias en la vida familiar”, comentó en una charla con este medio.
Blasco reside en Yerba Buena, en San Miguel de Tucumán, pero casi a diario recorre más de una hora de trayecto hasta llegar a su campo, donde tiene su actividad privada. Fruto de la misma, Apronor nació en 2015 como una respuesta hacia el exgobernador de Tucumán José Alperovich.
En esa oportunidad los impulsaba una situación de precios acuciante, fletes exorbitantes hasta los puertos del Gran Rosario (un reclamo que persiste) y el impacto de las retenciones a los granos.
“La gente se dio cuenta rápidamente que éramos gente de trabajo, incluso subíamos a chicos con carritos a los tractores y les dábamos un paseo por la plaza”, recuerda Blasco.
El actual presidente, Hugo Meloni, sumó: “El maíz pagaba $600 la tonelada y teníamos $350 de costo solo de flete. Imposible”.
Días después las conversaciones llegaron a buen puerto y descomprimieron la situación, destrabaron el conflicto y los tractores volvieron al campo. Pero una semilla había prendido entre los productores y ya nada fue igual. Acto seguido a esa gesta la idea de hacer una asociación concreta y organizada encontró el apalancamiento de varias empresas distribuidoras y concesionarios de Tucumán.
No veían ni experiencia sindical ni grandes capitales para bancar los primeros movimientos, pero sí convicción y una unidad que persiste al día de hoy, ya con más de 200 socios activos.
EL PASO SIGUIENTE: EXPO APRONOR
“En toda la región hacía falta una dinámica a campo, dirigida por los productores. Por eso inmediatamente hemos dicho que sí porque vimos el respeto, el trabajo y el desinterés con el que trabajan en una exposición que todos los años mejora y crece”, explicó Renzo Ferro, representante de la empresa Tecno Agro y uno de los primeros que se lanzó a apoyar al grupo de productores.
“Siempre tuvimos buenas experiencias, hay clientes y siempre hemos cerrado negocios”, expresó.
“Han estado con nosotros desde la primera vez, incluso participaron de aquella asamblea de constitución de Apronor. Nosotros ya sabíamos que había empresas como Tecno Agro que querían poder tener una expo de estas características. Nosotros queríamos lanzarnos a hacerla, pero les fuimos claros: no teníamos plata ni sabíamos sobre el tema. ‘Los vamos a ayudar’, nos contestaron”, recordó Meloni.
En el primer año de exposición, en 2016, 35 empresas decidieron acompañar. Hoy el universo de stands va por los 90 espacios comercializados, de los cuales algunos son cedidos a instituciones públicas y representativas de la zona, como el INTA regional y escuelas agrotécnicas de la zona.
“Creo que ahí está una de las claves del éxito, porque les hemos hecho caso y nosotros hemos cumplido con las cosas que han pedido como expositores. Y nosotros, como comisión directiva, apuntamos a que todos los que visiten la muestra sean potenciales clientes de ellos, con prioridad a las firmas tucumanas”, remarcó el titular de la entidad.
El combo de inexperiencia de aquellos días fue encontrando respuestas con el andar y los engranajes del grupo de productores fue, con los años, acomodándose a una dinámica más protocolar y formalizada. Entre los sponsors que aportan fondos y su imagen de marca para la cartelería oficial de la expo, en todos los casos, se trata de empresas privadas y no hay municipios ni tampoco la Provincia de Tucumán.
“Queremos ser libres y estamos bien así”, explican los productores-organizadores. ¿Cómo medir el éxito comercial de la muestra? El método que dicen realizar es bastante casero y no acuden a un análisis de datos surgidos de las ventas, sino que deciden preguntarle a 10 de los stands más tradicionales y preguntarles: “Cómo te fue?”.
“Hacemos un promedio a ojo de lo que nos dicen, y con eso nos alcanza. El crecimiento se ve año a año”, remarcan los productores. La escala de los mismos es de emprendedores agrícolas que en promedio van desde las 500 hectáreas a 900. “La mayoría son agrícolas hay pocos ganaderos”, explicó Meloni.
Ese empuje vuelve casi imposible que no se involucren en cada detalle: son los que compran los chips de madera para abrir caminos y tapar pozos con barro, van a buscar los generadores eléctricos y los conectan al sistema de energía o también son los que cortan el pasto en la muestra.
“Fue una zozobra grande hacer entrar a las máquinas el lunes pasado, porque había llovido mucho y no había piso para que entren sin romper todo el predio. No se cómo, pero lo hicimos. Uno de nosotros se quedó en la puerta recibiendo a las marcas y organizó la movida. Pudimos hacerlo”, recordó Macarena Ramos.
También se ocuparon del pago del servicio policial, médico y de la empresa que provee de personal de limpieza de los stands.
“Acá nada es motivado por un tema económico. Es más, en algunos casos terminás poniendo plata de tu bolsillo porque gastas de tu vehículo o tenés que poner un alguna herramienta tuya, con lo cual esto lo hacemos porque nos genera placer. Nosotros mismos hemos estado armando manualmente el stand institucional, alquilamos la carpa pero fuimos nosotros en persona quienes la colocamos. Estamos en el detalle”, cerró Meloni.
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