Malestar por las inundaciones: la Rural de 9 de julio llamó a una asamblea de productores
Se realizará el próximo jueves a las 19.30. La idea es elaborar un documento para elevar a autoridades municipales, provinciales y nacionales. Desde el Centro Argentino de Ingenieros Agrónomos también formularon una crítica por las inundaciones.
En varios partidos de Buenos Aires, el impacto de las inundaciones tras las fuertes tormentas que ocurrieron en el principio de enero continúa. Y el malestar de los productores, por comprobar una vez más la falta de infraestructura que sufren, es grande.
Un caso testigo es el de 9 de Julio, donde la Sociedad Rural local llamó a una asamblea que se realizará el próximo jueves 27 de marzo, a las 19.30, en el salón 11 de marzo.
“Las inundaciones que volvieron a darse en nuestro distrito y la región, vuelven a movilizarnos: compartiremos testimonios y analizaremos el impacto real en nuestra producción y expondremos las acciones de gestión que se han llevado a cabo en Sociedad Rural de 9 de Julio”, señalaron desde la Rural en un comunicado.
El objetivo es que la reunión finalice con la elaboración de un documento con reclamos y propuestas que será elevado a las autoridades municipales, provinciales y nacionales
“La defensa del campo y sus productores la hacemos entre todos. Súmate, se necesita tu voz”, agregaron desde el partido del centro-norte bonaerense.
INUNDACIONES: UNA SITUACIÓN “MUY COMPLEJA” PARA LA COSECHA
Respecto del panorama que están viviendo en esta región, el presidente de la Rural de 9 de Julio, Hugo Enrique, lamentó que uno de los problemas es que hay muchos caminos cortados y eso complica que pueda avanzar la cosecha de granos gruesos, con el girasol en plena recolección y el maíz comenzando.
“La realidad es que hoy el municipio lamentablemente no cuenta con maquinaria suficiente para afrontar estos problemas. Es parte de lo que siempre pedimos: necesitamos una previsión, un plan de trabajo desde el Estado para que se afronten estas cosas. Hoy nos encontramos con un montón de canales tapados, alcantarillas tapadas y rotas, caminos con falta de mantenimiento. Y lo que pasa es un poco resultado de todo esto”, señaló Enrique en declaraciones a la radio local Amanecer.
Bajo esta situación, reconoció que hay pérdidas, pero deslizó que no estarían siendo tan graves, aunque el panorama aún puede complicarse porque si la cosecha sigue muy lenta, hay más lotes que ya están listos para la recolección y que pueden entrar en problemas.
Además, la problemática de los caminos se va a complicar aún más porque “van a ser mucho kilos transitando”.
Otro tema no menor, en una zona también muy ganadera, es que hay campos de invernada que deberán apurar la salida de vacas “vacías” y también de terneros rumbo al engorde porque, por los anegamientos, “ya sabemos que la producción de pasto va a disminuir en el tiempo y que al achicarse la superficie productiva, tenemos que reestructurar de alguna forma la producción para poder seguir sobreviviendo”.
INUNDACIONES: UNA CRÍTICA AGRONÓMICA
En paralelo, el Centro Argentino de Ingenieros Agrónomos (CADIA) emitió también un comunicado en el que cuestionó que la solidaridad del pueblo con Bahía Blanca, la ciudad donde las inundaciones fueron trágicas, “tapa la imprevisión política”.
“Debemos graficar y señalar el evento como la imprevisión política para realizar obras que eran necesarias y no se concretaron. La realidad mostró una vez más los frutos de la desidia de una clase dirigente más preocupada en sus cargos que estar al servicio de los ciudadanos”, dispararon desde el CADIA.
Y continuaron: “Las víctimas y daños son sinónimo del fracaso colectivo de todo color y partido. Una lluvia persistente y de gran volumen (300 mm) en poco tiempo (equivalente a la media anual) siempre es posible causante de anegamientos y asolamiento que produce el agua en su acumulación y evacuación. Máxime cuando no se tiene la previsión de canalizar esos excesos de agua con obras hidráulicas que faciliten y ayuden a un escurrimiento natural o su retención en dique controlado”.
Desde el Centro aseguran que, entre anegadas e inundadas, hay actualmente unas dos millones de hectáreas en la provincia con serios problemas, lo que implica dificultades para realizar tareas agrícolas, mover animales, transitar caminos.
INUNDACIONES: CUANDO NO SE HACEN OBRAS CLAVE
En este contexto, desde CADIA citaron que el ingeniero civil Juan Carlos Scheffer, especializado en hidráulica, docente y ex director-decano del departamento de Ingeniería de la Universidad Nacional del Sur, afirma que ya en 1933, tras una fuerte inundación, expertos sugirieron rectificar y limpiar el arroyo natural Napostá para que alcance una capacidad de 120 m3/seg, y construir un canal artificial (Maldonado) con un cauce de 180 m3/seg de capacidad. Así, la cuenca descargaría 300 m3/seg.
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Lejos de eso, incluso después de la crecida de 1944 que tampoco se tuvo en cuenta, en 1979 se entubó una parte del Napostá lo que limitó para siempre su cauce a 40m3/seg, desperdiciando el potencial de 120 m3/seg estimado en 1933.
“Ambos atraviesan Bahía Blanca desembocando uno en el sureste y el segundo, en el oeste. Otras obras aguas arriba tampoco se realizaron. Lluvias caudalosas y vientos que impiden la salida al mar contribuyen a agravar la situación. Esta es la realidad de Bahía Blanca y sus alrededores que merece una atención prioritaria y soluciones para atenuar eventos futuros”, cuestionaron desde CADIA.
Asimismo, recordaron que en 2017 publicaron el libro “Inundaciones y manejo de cuencas” y en el capítulo “Las inundaciones en la provincia de Buenos Aires y sus ciudades”, el ingeniero Eugenio Corradini (autor y ex vicepresidente del Centro) resumió lo que hay que plantear entre otras consideraciones sobre infraestructuras azules y verdes, y políticas de contingencia:
- La atenuación de los escurrimientos de aguas vía forestación y manejo adecuado de los suelos agropecuarios (proyectos silvopastoriles).
- Ídem para las plantas urbanas y semi-urbanas.
- La canalización y ampliación de los sistemas de desagüe y de retención de aguas donde las lluvias se producen.
- La limpieza de las ciudades y adecuación de los códigos de edificación (estacionamientos limitados en la vía pública; desarrollar reservorios de agua para su reempleo, parquización).
- La creación de un organismo rector que nuclee a las instituciones que deben intervenir en este tipo de riesgos y un sistema de alertas temprana.
- Profundización de lagunas y esteros.
- Analizar la factibilidad de concretar obras de canalización navegables.
“La obra ya sea pública (donde no hay otra opción), privada (cuando ello es posible) o mixta (de complementación), es imprescindible para el destino de la Argentina. Procurar que los asentamientos comunitarios no se realicen en zonas con peligro de inundaciones, y el ordenamiento territorial racional significa planificación. Lo contrario es continuar con la improvisación y esperar de la solidaridad como solución atenuante”, cerraron desde Cadia.
INUNDACIONES: AYUDAS PARA BAHÍA BLANCA
Por otro lado, el Ministerio de Desarrollo Agrario de Buenos Aires informó que, en el marco del viaje del gobernador Axel Kicillof, junto a parte de su gabinete, para supervisar las obras por el temporal de Bahía Blanca; el ministro titular de la cartera productiva, Javier Rodríguez, estuvo también en la ciudad sureña y detalló las acciones que ya están realizando en materia de asistencia financiera, los aportes económicos no reembolsables y el apoyo logístico para los productores agropecuarios y bahienses en general.
“Acá en Bahía tenemos una pérdida muy grande, prácticamente total, de la producción en el cordón hortícola. En función de eso, ya se está brindando la asistencia en materiales para la producción, para poder reiniciar el ciclo, en aportes no reembolsables”, indicó Rodríguez.
Asimismo, sobre el aspecto económico, añadió: “Se habilitó una línea de financiamiento específica del Ministerio, además de la que tiene el Banco Provincia”.
“Es una línea que sacamos exclusivamente para Bahía Blanca, con un monto de hasta 20 millones de pesos, con un año de gracia para la primera cuota”, ahondó.
Por otro lado, el ministro repasó que hay diálogos permanentes con los municipios para la reparación de caminos rurales, y detalló que su cartera ya está enviando dinero para tal fin.
Con un tono más positivo, Javier Rodríguez aclaró que en muchos sectores de la provincia, que padecían una importante sequía, las lluvias mejoraron el panorama: “En el mapa general de la provincia de Buenos Aires, ha mejorado la condición de los cultivos”.
Al respecto, agregó que “eso ha revertido una situación de relativa escasez que se estaba dando desde el 2023, que no había terminado muy bien”.
Igualmente, señaló: “Por supuesto estamos muy atentos a estos casos donde hubo anegamientos e inundaciones, dando respuestas”.
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