Brasil, Chile y Uruguay son tres actores relevantes que en la actualidad representan el 40% de la producción mundial de pastas celulósicas. En los últimos 20 años, estos países invirtieron U$S 30.000 para potenciar la actividad.

Las reglamentaciones europeas sobre productos agroindustriales libres de deforestación representan una serie de desafíos para las cadenas de valor incluidas en esa normativa. Y la industria forestal argentina quiere aprovechar la oportunidad. 

Ante este escenario y mientras en Argentina los complejos soja y carne vacuna se adecuaron a esta nueva ley -cuya puesta en marcha se prorrogó hasta finales de este año- la industria forestal analizó cómo avanzar en este escenario, a partir de la fortaleza que representa el bloque Mercosur en este sector a nivel global.

LA INDUSTRIA FORESTAL

El Consejo Foresto Industrial Argentino (Confiar) describió la potencialidad de Brasil, Chile y Uruguay, que en la actualidad representan el 40% de la producción mundial de pastas celulósicas. 

“Argentina puede sumarse a ese club global a partir de la inclusión del sector en la promoción del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones) y el camino hacia la estabilidad macroeconómica”, señalaron desde la entidad. 

La cadena forestal tuvo su fin de año con elogios al Gobierno, pero también pedidos de mayor competitividad

En este punto, reconocieron que “las posibilidades de inversiones en Argentina son altas ya que son conocidas sus ventajas comparativas para el crecimiento forestal”. En el caso de Brasil, Chile y Uruguay, su crecimiento en el rubro foresto-industrial se cimentó a partir de inversiones por U$S 30.000 millones en las dos últimas décadas. 

“Es momento de crecer y diversifcarse en productos de base forestal; comienza una nueva era con el foco puesto en el bienestar social, económico y ambiental, en concordancia con la era de bioeconomía y economía digital” apuntaron.

Un estudio de la consultora AFRY indica que el crecimiento del valor de la industria forestal mundial para 2019-2035 será de más de U$S 210.000 millones y que nuestro país puede posicionarse para subirse a ese tren. 

En el caso del sector foresto-industrial argentino, cuenta con 1,3 millones de hectáreas de plantaciones forestales; 53 millones de hectáreas de bosques nativos; exportaciones por U$S 550 millones; 100.000 empleos directos y 6.000 Pymes de la cadena madera-muebles.

INTEGRACIÓN REGIONAL

El trabajo de Confiar destacó que el sector forestal del bloque regional Mercosur representa una fracción relevante de los recursos forestales globales. En los casos de Brasil y Uruguay, se destacan como productores y exportadores de celulosa y madera a la Unión Europea, mientras que si bien Argentina tiene poca inserción internacional, cuenta con un amplio potencial de crecimiento.

Según el informe, el Reglamento europeo (EUDR) afecta a las exportaciones forestales del Mercosur de varias maneras:

• Requisitos de Trazabilidad: Se exige que los productos forestales importados a la UE estén libres de deforestación y cumplan con las leyes del país productor, lo que implica la necesidad de sistemas de trazabilidad robustos.
• Evaluación de Riesgo: Los países del Mercosur serán clasificados según su nivel de riesgo de deforestación, y los productos de países de alto riesgo enfrentarán controles más estrictos.
• Costos Adicionales: Las empresas deben incurrir en costos adicionales para cumplir con los requisitos de diligencia debida, como la recopilación de información geolocalizada y auditorías independientes.
• Impacto en Pymes: Las pequeñas y medianas empresas pueden enfrentar mayores dificultades debido a la falta de recursos y capacidades técnicas.
• Certificaciones: Las certificaciones de sostenibilidad, como FSC y PEFC, se vuelven más importantes para acceder al mercado europeo.
• Oportunidades de Mercado: A pesar de los desafíos, el EUDR presenta oportunidades para las empresas que puedan demostrar prácticas sostenibles.
• Reestructuración de Exportaciones: Las empresas pueden necesitar reestructurar sus cadenas de suministro y procesos de producción para cumplir con los nuevos requisitos.

Para los forestales, “el Reglamento presenta tanto desafíos como oportunidades para las exportaciones forestales del Mercosur, los requisitos se aplican a todos los proveedores que exportan a la Unión Europea, independientemente de su ubicación”, afirmaron, 

Así, señalaron que las empresas deberán adaptarse a lo largo del 2025, anticipando la entrada en vigor del Reglamento, prevista para finales de ese año.

“Para Argentina, esto puede representar una gran oportunidad, dado que el sector se encuentra en condiciones de realizar las adaptaciones necesarias para cumplir con los nuevos requisitos y para ello, es fundamental mantener y fortalecer el diálogo entre el Estado y el sector productivo“, concluyeron.