Optimismo por la chicharrita del maíz: “Este año no se dará el impacto de la campaña anterior”
En otra edición del programa “En la Mesa” de Sigma Agro, Federico Zerboni, flamante titular de Maizar, debatió junto a otros expertos sobre la campaña de maíz y la actualidad económica del agro.
Ante una campaña incierta por el clima y por otros factores, como los precios internacionales, los productores están intentando avanzar con la siembra de maíz.
Con el riesgo de la chicharrita del maíz como argumento para explicar un incremento en las hectáreas destinadas a soja en detrimento del cereal, aún hay productores que se animan a desafiar al clima y a la plaga, habida cuenta de que las lluvias comenzaron a llegar y que la población del insecto no está siendo tan abundante como se temía.
“Venimos de una campaña muy dispar, donde Dalbulus maidis complicó seriamente las aspiraciones productivas respecto a maíz en algunas zonas, sobre todo en centro y norte del país, generando pérdidas del orden del 20% a nivel nacional”, comentó Federico Zerboni, presidente de Maizar, durante una nueva edición del programa “En la Mesa”, de Sigma Agro.
Sin embargo, reconoció que hacia el sur, la situación fue muy distinta, con una cosecha “exponencial” de maíz en siembras tempranas y tardías, situación que se espera que se repita en la presente temporada.
“En Maizar creamos una red de monitoreo de chicharrita, con 450 centros de investigación en todo el país, para conocer cuál es la realidad sobre la plaga pensando en esta campaña”, comentó el productor.
A raíz de este trabajo que realizan junto a otras organizaciones, “estamos observando una disminución notoria de su incidencia por varios factores que se están estudiando”, manifestó expectante.
En ese marco, detalló que las regiones más complicadas son NOA y NEA, pero gracias al aprendizaje del año pasado, la incidencia será mucho menor que en la campaña anterior.
“Este año no se dará el impacto que tuvo en la campaña anterior, ya que es una plaga que está monitoreada, controlada y de la que los productores hemos aprendido mucho cómo enfrentarla”, completó Zerboni.
“UN PAÍS ESTANCADO”
En un debate muy enriquecedor, los participantes expresaron su frustración por el estancamiento productivo de Argentina, procurando un país con reglas claras y apoyo a la producción agropecuaria de parte de las autoridades.
En ese marco, Ezequiel de Freijo, economista jefe de la Sociedad Rural Argentina, ponderó la necesidad de realizar reformas regulatorias, y se manifestó esperanzado en el nuevo gobierno para impulsar esos cambios.
“Luego de una sequia que duró tres años, Argentina sigue estancada en su techo productivo de 130 millones de toneladas de soja por campaña desde hace 6 años, incluso a pesar del efecto de la chicharrita que le permitió ganar hectáreas en el país”, expresó el especialista.
Respecto a maíz, comentó que hay una incógnita por la cantidad de hectáreas que se implantará, sabiendo el desafío de los productores del NOA y NEA quienes cuentan con genética y nuevos materiales para enfrentar a la chicharrita en la actual campaña.
En materia de estabilidad financiera, el economista no dudó en mostrar su reflexión ante el momento que vive la Argentina. “El gobierno enfrenta el desafío de estabilizar la macroeconomía mientras impulsa la producción. Es crucial que los actores económicos adopten el programa propuesto, especialmente tras el acuerdo de mayo que limita el gasto público al 25% firmado por 18 gobernadores”, dijo de Freijo.
EL APORTE DE LOS JOVENES
Por su parte, Manuel Etchevehere, expresidente del Ateneo de la Sociedad Rural Argentina, y actual coordinador de desarrollo federal de la institución, es oriundo de Paraná, Entre Ríos, y reflejó cómo se replica la campaña y el contexto económico en el interior del país.
“Como indicador económico y generador de expectativas, la necesidad de un sector competitivo y tecnológico que atraiga a jóvenes profesionales y promueva el desarrollo del país es fundamental”, aseguró.
Por ello, expresó que las distintas campañas tienen un impacto muy grande en el interior por la generación de expectativas.
“Sabemos que el agro es un sector muy competitivo porque se abre a las nuevas tendencias y tecnologías. Somos un sector que necesita ser atractivo, sobre todo para los jóvenes”, explicó.
Además, ponderó que todos los productores, mayormente las nuevas generaciones, propongan acciones para que el país ocupe el lugar que le corresponde.
“Nosotros queremos un país con reglas claras, un país con un tipo de cambio unificado, un país sin retenciones, abierto al mundo, con mucha incorporación de tecnología, innovación y mucho trabajo de las instituciones. Estamos preparados. Creo que este Gobierno nos tiene que acompañar”, reflexionó.
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