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Lucas Andreoni creyó necesario “salir de la caja” agrícola y por eso empezó innovar con el lupino como novedoso cultivo de servicio

Fuente: Bichos de Campo 07/08/2024 16:33:50 hs

Lucas Andreoni es un ingeniero agrónomo, consultor y asesor de una gran cantidad de hectáreas en la zona núcleo, donde los potenciales de rendimiento son muy altos. Lucas formó hace años una sociedad que se dedica a la consultoría en materia agropecuaria, que llamó BioRed, y comparte ahí espacio con otros socios y colegas agrónomos

Lucas Andreoni es un ingeniero agrónomo, consultor y asesor de una gran cantidad de hectáreas en la zona núcleo, donde los potenciales de rendimiento son muy altos.

Lucas formó hace años una sociedad que se dedica a la consultoría en materia agropecuaria, que llamó BioRed, y comparte ahí espacio con otros socios y colegas agrónomos y una especialista en suelos y agua.

En este recorrido, Lucas comenzó a notar que la agricultura estaba sufriendo distintas problemáticas, como la reducción de nutrientes, y despliegue de malezas resistentes, lo que lo hizo trazar un perfil de dirección técnica más enfocado en la sustentabilidad, en concreto con la regeneración de los suelos y los ambientes.

Fue en ese descubrimiento que empezó a trabajar con cultivos de servicio, para abonar ese concepto que buscaba, donde además formó, junto a Lucas Garibaldi y otros profesionales, un proyecto de consultoría en paisajes productivos que denominaron AgroDesign, lo que entiende como oportunidad única para restaurar la naturaleza y aumentar la productividad y rentabilidad de las empresas agropecuarias.

Con ese conocimiento trazado, Lucas cuenta que comenzó a entender la producción como sistema y no por lotes, es decir, producir en porciones de paisajes, más complejos que un lote de un cultivo de verano tradicional.

En diálogo con Bichos de Campo, Lucas analiza esta cuestión: “Esa concepción es mucho más amplia porque ahí empezás a entender todo lo que es la naturaleza: la biodiversidad, los polinizadores, y montones de cosas que suman a lo que es más producciones y mejor producción. Entonces empezás a ver todo como un sistema, y eso es lo que nos hemos dedicado en los últimos años”.

Como parte de esa búsqueda, Lucas comenzó a investigar opciones que agreguen diversidad a los cultivos de servicio, y ahí comenzaron a figurar los lupinos, cultivo que hoy en día sirven de cobertura.

A pesar de ser el único que siembra los lupinos con ese destino, Lucas reconoce una cantidad de beneficios que aportan estas plantas para la rotación con los cultivos de renta de verano, pero que recién ahora está conociendo, puesto que la tarea de traer las semillas, sembrarlas y evaluarlas, es dificultoso. Las dificultades que encuentran los pioneros, sea cual sea el rubro.

El agrónomo explica también que la búsqueda comenzó, justamente para que con los cultivos de servicio no termine pasando lo que ocurre con las rotaciones de renta, y se termine cerrando el círculo a dos o tres o opciones: “Vos cuando preguntás qué cultivos de servicio hay, todos te dicen centeno y vicia, y es como que ahí termina todo el panorama de los cultivos de servicio”.

Andreoni resume esta cuestión de esta forma: “La vicia y el centeno son muy buenos, pero tenés que empezar a buscar otras especies que se empiecen a sumar al sistema, porque si no es como que terminás simplificando nuevo el sistema. Terminás en dos cultivos, que si todo el mundo va a empezar a hacer vicia y centeno, cuando se empiezan a enfermar a nivel zonal, todos nos vamos a quedar sin cultivos de servicio”.

Fue ahí donde gracias a sus viajes de trabajo, comenzó a ver que en Europa o Estados Unidos, había otras especies que se podían adaptar, y eso lo llevó a incursionar en crucíferas primero, lino, vicia faba mayor y menor, leguminosas en general, y ahí gracias a un colega francés, descubre el lupino.

Según explica Andreoni, el lupino tiene un buen potencial forrajero, y pudo reconocer en recorridas por Francia, que lo usaban y le pareció interesante. “Ahí dijimos de empezar a probar el lupino, y evaluar cómo se comporta acá. Hicimos hace cuatro años atrás un ensayo de lupino, lo probamos, y nos pareció interesante. Este año ya hicimos más hectáreas, porque queremos ver cómo es el comportamiento, pero ya empezamos a ver que tiene un potencial muy interesante, y queremos conocerlo, cómo se comporta”.

En concreto, el innovador agrónomo asegura que este año de muy bajas temperaturas, vio que tiene un gran comportamiento a los fríos, dura muy bien, y que atrapa muchísimo nitrógeno para el sistema, y requiere un periodo mucho más corto que una vicia.

El lupino de Lucas tiene un gran potencial forrajero, de alimento para ganado, pero aún no lo cosecha con ese fin. Como servicio puede dejarlo para pasar el rolo y sembrar un maíz encima, pero lo que está haciendo Andreoni es cosecharlo para hacer semilla, puesto que no se consigue lupino, no hay en Argentina.

“Nosotros este año sí lo estamos haciendo para hacernos de semilla. Estos cultivos son nuevos y no conseguís semillas. Nosotros conseguimos algo y lo vamos a multiplicar para poder empezar a tener semillas, para poder empezar a hacer mezcla y empezar a investigar un poco más cómo se comporta y en cuál mezcla es mejor su funcionamiento. Pero hoy por hoy, si vos salís al mercado a buscar lupino, te diría que poco y nada vas a conseguir”, añade.

En ese punto el agrónomo se detiene y aprovecha a reclamar que por ejemplo en Uruguay si se consiguen las semillas, pero no en Argentina por la falta de una legislación respecto a las regalías para las semilleras.

“En Uruguay conseguís el lupino que vos quieras. Porque en la ley de semillas se pagan regalías como corresponde y entonces todo funciona. Cuando vos pedís traer semillas acá a Argentina, lo primero que te dicen es no porque las vas a multiplicar y después perdemos el tema de las semillas que traemos. Cuando te dicen que por no tener Ley de Semillas estamos perdiendo muchas tecnologías, el cultivo de servicio es una tecnología de proceso que a lo mejor la podríamos estar escalando a otro nivel si tuviéramos una ley y pudieran traer semillas de todos lados”, resalta Andreoni.

En resumen, el lupino se siembra a partir del mes de abril, y se a mediados de noviembre, principios de diciembre. “La cosechás como una planta de soja para extraer el poroto. Si no, vos tranquilamente podés pasar un rolo, o la podés cercar en forma mecánica”, explica el agrónomo.

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