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El biólogo Stuart ?Chacho? Blake reclama a los ambientalistas que den un debate serio basado en la ciencia: ?El guanaco es parte del problema de la desertificación?, define

Fuente: Bichos de Campo 28/04/2024 19:23:08 hs

“Mi bisabuelo fue uno de los tantos colonos que levantaron estancias en Santa Cruz, hace 140 años; mi abuelo y después mi padre siguieron, también produciendo lana en Santa Cruz. Nacido y criado en el campo ahí, después del Servicio Militar estudié Biología en la Universidad de St Andrews, en Escocia, zambulléndome en esa intersección

“Mi bisabuelo fue uno de los tantos colonos que levantaron estancias en Santa Cruz, hace 140 años; mi abuelo y después mi padre siguieron, también produciendo lana en Santa Cruz. Nacido y criado en el campo ahí, después del Servicio Militar estudié Biología en la Universidad de St Andrews, en Escocia, zambulléndome en esa intersección fascinante entre la informática y la genética”, nos cuenta sobre si mismo el autor de esta nota, John Stuart Blake, alias “Chacho”.
Este extenso artículo expone como pocas veces la polémica en torno a la sobrepoblación de guanacos en la Patagonia austral, desde una perspectiva científica que le da la razón en muchas cosas a los productores ovinos y desestima los argumentos de Rewilding Argentina y otras ONG ambientalistas que dicen que el guanaco no tiene culpas en el proceso de desertificación de aquella región.
“El año pasado me jubilé y, pisando la pelota en el mediocampo y levantando la cabeza después de la vorágine del laburo y los chicos y lo demás, para ver qué es lo que quería hacer, me doy cuenta que ayudar a evitar que mis pagos se desertifiquen es, sí o sí, mi prioridad”, dice este biólogo que no le escapa a la polémica:

“Nací y me crie en el campo en la Provincia de Santa Cruz, pero apenas terminé el servicio militar me fui al Reino Unido a estudiar, y hace casi 40 años que vivo aquí.  Todavía tenemos campo, pero ninguno de los hermanos/as vivimos de eso, todos hicimos carreras independientes.  Y ha sido deprimente ver cómo, en los últimos 20-25 años, con mas sequia y mas guanacos y el precio de la lana bajando y bajando, la rentabilidad también va bajando.

El 14 de Abril en Bichos de Campo salió un artículo titulado “Ni las áreas protegidas ni los guanacos son el problema”.  El hecho es que tanto las áreas protegidas como los guanacos son parte del problema; también lo son las personas, las ovejas, el viento, el cambio climático, la falta de ciencia dura, y el hermetismo.

El autor del artículo, el Dr. Emiliano Donadío, nos dice que Kenneth Raedeke opinó en su tesis doctoral en 1979 que habían 30 a 50 millones de guanacos antes de la llegada del Europeo. Raedeke hizo un estudio minucioso del guanaco entre 1972 y 1975, en la provincia de Magallanes en Chile y particularmente en la estancia Cameron, en Tierra del Fuego. No hizo ningún trabajo en la Argentina, asique es difícil ver como Raedeke fundamenta este número de “30 a 50 millones” que tiró hace 50 años. Los científicos serios saben que citar este “30 a 50 millones” es una irresponsabilidad.

Donadío, director científico de Rewilding Argentina, sin duda es un científico serio y seguramente él también lo sabe. Sin embargo, para satisfacer los valores (y escribo esa palabra con exactitud: valores, creencias.  No ciencia, que es lo que aquí corresponde) de sus jefas en Rewilding Argentina, Kristin McDivitt Tompkins y Sofia Heinonen Fortabat, tiene que citar a Raedeke 1979 y sus “30-50 millones”.  Quise contactarme con el Dr. Donadío por LinkedIn para charlar este tema, pero ha estado en Monte León y en Ibera sin WiFi (¿cómo hacen todos esos turistas?).

El biólogo Emiliano Donadío, de Rewilding Argentina, replica los argumentos de los productores de ovinos de la Patagonia: “Ni las áreas protegidas ni los guanacos son el problema”

Campaña mediática y hermetismo: Rewilding Argentina (y probablemente otros: amplío abajo) han estado montando una verdadera campaña mediática en abril (googleen “guanacos Donadío”), y al parecer la campaña se ha extendido a Chile: Efectos en Chile por autorización argentina para cazar en Patagonia – La Tercera. ¿Los entrevistados? Cristián Saucedo, director de Programa Vida Silvestre de Rewilding Chile, y Sebastián de Martino, Director de conservación de Fundación Rewilding Argentina.

Todos estas notas refiriéndose al anuncio de la apertura de la temporada de caza en Santa Cruz el 1° de Abril, una fecha que llega cada año y donde se hace el mismo anuncio cada año.  Una campaña sobre un problema artificial, sobre algo regular y cotidiano que no es noticia. Y se trata de caza deportiva, no comercial: no hay duda que está vastamente (hasta maliciosamente) exponenciado: solo cazan deportivamente una centena de habilitados, la mayoría guanaco y liebre.

Obviamente una ONG puede hacer la campaña que quiera.  Pero cuando esa misma ONG mantiene un hermetismo total, es válido preguntarse qué es lo que está pasando. En septiembre me presente en las ostentosas oficinas de Rewilding Argentina en Libertador para hacerles unas preguntas sobre Reasilvestramiento en la Argentina, pero se rehusaron a contestar y me pidieron que me retire.

La Fundación Rewilding armó corrales en medio de los esteros del Iberá para poder reintroducir especies en peligro, como el yaguareté y la nutria gigante

Incluso, hay muchos otros que no quieren hablar abiertamente.  En WCC 2020 Rec 097 | IUCN Library System, obran tres documentos, informes de situación a la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) informándoles cómo van progresando diversos proyectos. Parece que los documentos son actualizados por UICN Argentina o por FARN (Fundacion Ambiente y Recursos Naturales), otra ONG. Dentro de esos documentos hay varios dichos que sorprenden:

  • “Los criadores de ovejas no están muy abiertos al diálogo”. Pero si no hablan con los productores, ¿cómo quieren que dialoguen?
  • “Las conversaciones con los productores de ovinos no avanzan debido a posiciones radicales, que consideran a esta especie nativa incluso como “una plaga”.” – obviamente “plaga” es un término incorrecto para una especie autóctona, pero les invito a visitar Santa Cruz para ver cómo los guanacos están destruyendo el ecosistema patagónico.
  • “A partir de una acción coordinada de sociedad civil, incluyendo el Comité Argentino de la UICN,” – o sea que la FARN y el UICN hacen campaña mediática.

La FARN por lo menos ha tenido la gentileza de responder, aunque no me han contestado ninguna de las preguntas puntuales, pero por lo menos no se esconden.  

El nuevo ministro agropecuario de Santa Cruz, Adrián Suárez, advierte que la sobrepoblación de guanacos desencadenó “un ecocidio del suelo”

Un lento desastre ecológico. Soy biólogo. Me crié en el campo, en Santa Cruz, y vengo de una familia de productores.  Vivo en Inglaterra debido a la falta de oportunidades en Santa Cruz, pero vuelvo al campo cuando puedo; y siendo biólogo veo el desastre ecológico que lentamente está ocurriendo en Santa Cruz. 

Hace más de 30 años que pago mi cuota del World Wildlife Fund: soy conservacionista neto. Sí, históricamente algunos productores han sobrepastoreado sus campos con sus ovejas; pero el productor sabe que el pasto es todo lo que tiene y que es imprescindible controlar sus números de ovejas, y tiene el mecanismo para hacerlo. 

Pero llega el guanaco y se come ese mismo pasto.  El guanaco obviamente no conoce límites: simplemente salta, majestuosamente, los alambrados. Ingresa, deliberadamente y agresivamente, a los campos donde hay ovejas: los grupos de machos solteros (como todo grupo de machos solteros en el mundo) saltan el alambrado, bajan la cabeza, y desplazan a las ovejas.  En poco tiempo, llegan las hembras: misión cumplida, muchachos; nuevo territorio y llegaron las mujeres. Y hasta copan y defienden los bebederos y pozos de agua.

Grupo de guanacos defendiendo un bebedero. Nótese dos ovejas echadas: van a morir de sed en un día o dos.

Se habla mucho de las almohadillas que los guanacos tienen en vez de pezuñas, que protegen al pasto.  Si, los protegen, pero un numero incontrolado e incontrolable de almohadillas te van a causar daño, y el pasto va a desaparecer. Es más, el guanaco crea revolcaderos para “bañarse” en tierra, lo que causa erosión. 

Esas mismas almohadillas son un verdadero talón de Aquiles para el guanaco: en invierno no los aíslan del frio como lo hace la pezuña de la oveja o el casco de un caballo.  En noches muy frías en la Patagonia, el guanaco sufre hipotermia de abajo para arriba, se para ahí atontado, lentamente pierde su energía metabólica, y simplemente se cae, muerto.  Como el guanaco se nuclea en grandes grupos en invierno:

Es común encontrar centenares de guanacos muertos a la mañana durante inviernos bravos en Santa Cruz.

La complicación fundamental es que, debido al cambio climático, ya casi no hay inviernos bravos en la Patagonia: pregúntele a cualquier paisano. Una seguidilla de inviernos leves significa que casi no hay mortandad invernal.  Antes de los años 80, los inviernos fríos de invierno causaban importante mortandad (Raedeke observo una mortandad del 46% en la gran nevazón del 1973), y de paso esta mortandad quitaba -en forma brutal pero natural – los animales más débiles. Ahora ya no existe ese control, así que no solamente están subiendo los números, pero también hay un deterioro sanitario y genético debido a que no hay selección contra los más débiles o enfermos.

El problema no es el guanaco: el problema es el número de guanacos. La especie no tiene mecanismo de regulación poblacional: simplemente reproduce (un chulengo por hembra por año hasta que la hembra se muere, sin fallar). Raedeke (Tabla 20, página 199) observó un promedio de 4,7 años en los años 1972-75, con inviernos todavía bravos; ahora, la hembra fácilmente vive hasta los 18 años y pare 15 años consecutivos; la matemática es inexorable. Para descomprimir las densidades, los guanacos –con los machos solteros a la vanguardia, como vimos– simplemente emigran y buscan nuevos territorios.

Una encuesta del INTA muestra que la Patagonia austral está regresando a épocas primitivas: El humano se retira y avanzan las bestias, que se hacen un festín con las ovejas

Una fuente importante de reproducción de guanacos son los campos abandonados: la oveja no desplaza al guanaco, pero el ovejero y el perro sí.  Cuando un campo se abandona (debido a los bajos precios de la lana, o al desastre del Volcán Hudson hace 30 años, o a un tipo de cambio falso que perjudica la exportación) se forma un verdadero criadero de guanacos. 

Las áreas protegidas –como el Parque Nacional Monte León– cumplen el mismo fin, quiéranlo o no.  Los guanacos se reproducen ahí, y para descomprimir las altas densidades resultados simplemente emigran. Es más, observen la condición de los campos donde hay guanacos sin ovejas, donde no hay manejo: tanto los campos abandonados como las áreas protegidas están en muy mala condición, sobrepastoreado por el guanaco.

Por lo tanto, la seguidilla de cambio climático, más bajos precios de la lana, más el listado erróneo en el CITES, más el Volcán Hudson, más el Dólar falso, más tres Las Niñas consecutivas (inédito) está causando una explosión poblacional del guanaco. Como aprendimos en tiempo de Pandemia, cuando el crecimiento se pone exponencial, es muy difícil de controlar.  Personalmente, creo que ya estamos en la etapa de crecimiento exponencial, pero no existen números para confirmarlo.

Este es el contexto en el cual Rewilding Argentina lleva a cabo su campaña mediática pro-guanaco.  Esa campaña esta causando daño ecológico.

El Patoteo Científico de la Fundación Rewilding Argentina. El año pasado, más de cien científicos argentinos publicaron un escrito donde, entre otras cosas, cuestionaban (Reflexiones acerca del «reasilvestramiento» en la Argentina – Mastozoología Neotropical (sarem.org.ar)) algunas de las acciones y aseveraciones de Rewilding Argentina.  En vez de sumarse al debate científico que se había abierto, Rewilding le manda una Carta Documento (CD-a-Pablo-Teta-Museo-Arg-de-Cs-Naturales-30-06-2023.pdf (rewildingargentina.org)) a uno de los autores, ¡demandando una retractación! . Totalmente inédito en el mundo científico.

Encima, Rewilding emite un blog sobre el tema, escrito con un tono de agresividad totalmente desubicado. Y esto solamente meses después de que la poderosa máquina de RRPP (relaciones públicas) de la Fundación Rewilding haya conseguido que la BBC haya nombrado a la CEO de Rewilding como una de las 100 mujeres más influyentes en el mundo, en 2022.

Científicos argentinos abren un debate público sobre estrategias de conservación ante la actitud “patotera” de una ONG financiada por organizaciones extranjeras

Parque Nacional Monte León: El artículo del 14 de abril se titula “Ni las áreas protegidas ni los guanacos son el problema”.  Estudiemos un área protegida en particular para comprobar que si es un problema: Parque Nacional Monte León, en Santa Cruz.  En 2002, Kristin y Doug Tompkins, los creadores de Rewilding Argentina, compraron la estancia Monte León y se la donaron a la Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA, una organización argentina vinculada al WWF – World Wildlife Fund) para que la FVSA se la pueda donar a Parques Nacionales (que no pueden recibir una donación de extranjeros). 

Antes de la creación del Parque Nacional Monte León, un experto de WCS (Wildlife Conservation Society) Argentina, Guillermo (Graham) Harris, llevó a cabo la evaluación ecológica completa de la fauna costera de lo que iba a ser el PNML, lo cual es un requisito obvio a la hora de crear una reserva.  Guillermo es un distinguido experto en ecosistemas costeros, y el mundo le debe gran parte de la conservación de la costa patagónica, incluyendo Península Valdés, como la principal zona de cría de la ballena franca austral, al experto trabajo de Guillermo. PNML tiene una costa magnífica, muy frecuentada por equipos la BBC, HBO, etc., ya que es uno de los pocos lugares del planeta donde ocurre esto: Orcas cazando lobos marinos en la playa. (¡ahora entiendo por qué mi madre no quería que nos acercáramos al agua cuando éramos chiquititos!) y es el único lugar del mundo donde los pumas devoran a los pingüinos.

Como dice el propio sitio web de la Tompkins Conservation, “Monte León fue el primer parque nacional costero designado en la Argentina continental”.  Muchos sospechan desde hace tiempo que las 63.000 hectáreas de lo que hoy es un criadero de guanacos (y pumas) parece haber sido una ocurrencia tardía, incorporada al Parque Nacional simplemente porque formaba parte de la estancia original que fue comprada originalmente por Tompkins Conservation debido a esa magnífica costa. 

Aquí, el mismo Guillermo Harris confirma exactamente esto: no se llevó a cabo ningún trabajo en la meseta antes de la formación del Parque Nacional Monte León. En los primeros 10 segundos Guillermo confirma que el único trabajo realizado fue el trabajo marino/costero, y en los 3 minutos restantes agrega más detalle (el audio es en inglés, o en un Spanglish angloargentino para ser más preciso). 

Por lo tanto, ahora no hay absolutamente ninguna duda: la creación de estas zonas de cría de guanacos se hizo sin el debido proceso.  Las varias organizaciones financiadas por Tompkins Conservation lo sabían cuando entregaron el parque, WCS Argentina lo sabía, FVSA lo sabía, y APN (Administración de Parques Nacionales) lo sabía cuando aceptaron la entrega del parque. 

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Es probable que los funcionarios y los políticos no lo supieran, pero los científicos sí.  La creación del Parque Nacional Monte León fue una irresponsabilidad desde el primer momento.  Le he formulado precisamente este planteo a la actual Intendenta del Parque, Mariela Gauna, pero ella también se queda callada: me ha referido a dos distintos grupos dentro de APN, que no me han respondido.

Además, PNML sigue demostrando un nivel de gestión muy por debajo de la de otros Parques en la Argentina: entre otras cosas, su Plan de Manejo –que en la mayoría de los Parques se renueva cada década –sigue siendo el Plan original, publicado en 2002, ¡antes de la creación del Parque!  Entre otras primicias, lean que el Plan afirma –repetidamente– que se deben mantener bien los alambrados perimetrales “para garantizar la exclusión de la ganadería” para impedir el ingreso de ganado, sin considerar que sería una buena idea impedir que los guanacos salgan.

Gonzalo Abril es otro productor lanero que denuncia que las reservas naturales y los parques eólicos en la Patagonia agravan la crisis de los guanacos y los predadores

Entiendo que se hicieron estudios de guanacos con radiocollares, concluyendo que el 42% de los guanacos permanecían dentro del Parque.  Pero sin conocer más datos no es posible sacar conclusiones: si se les pusieron collares a los machos solteros cuando salen en patota, ahí si que podemos sacar conclusiones. Por el otro lado, si los ejemplares con collares eran madres con chulengos en diciembre o enero, no va a salir ninguna sin su cría (que no puede saltar el alambrado). Por eso, hace falta dialogar abiertamente y científicamente para conocer los detalles de este estudio.

Justamente, El Parque Nacional ML es otra organización que mantiene hermetismo: tardaron 6 semanas en responderme, y después de una primera charla en enero no se comunican más conmigo.  Es más, no se han querido unir a un grupo santacruceño de trabajo formado hace un mes, a pesar de que la Intendenta de PNML me ha confirmado que está “muy interesada en trabajar el tema de manera interdisciplinaria (científicos, productores, etc.)”.  No solamente hermetismo, hipocresía también.  Y la continua crianza y exportación de guanacos.

El Tramado de Samarcanda. Los invito, lectores, a acompañarme en una aventura internacional misteriosa y exótica, repleto de intriga, ineptitud y deshonestidad.  Para quienes pagamos todos los meses nuestra cuota mensual del World Wildlife Fund, apoyamos los esfuerzos de conservación en el mundo entero, y tenemos confianza en que los organismos dependientes de la ONU toman decisiones coherentes basadas en evidencia científica, esto es chocante.  Sumerjámonos en el mundo de ONGs tomando decisiones irresponsables sin suficiente evidencia, de expertos que engañan a la prensa y al público, de viajes con gastos pagos a reuniones en lugares exóticos, de científicos que se basan en creencias y no en la ciencia, de procesos de toma de decisiones a nivel mundial escandalosamente defectuosos, y de una ciencia asombrosamente defectuosa.  

En febrero, la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS), celebró su Conferencia en Samarcanda, Uzbekistán. ¿Quién sabe que delegados asistieron desde la Argentina? Pero esa Conferencia aprobó una propuesta para incluir al guanaco en su Apéndice II.  Esto es muy extraño, pensé: si la lista se actualiza cada 4 años, ¿qué habría sucedido entre mayo 2020 y febrero 2024 para justificar la inclusión del guanaco en esta lista? 

Es obvio para cualquier observador objetivo que el crecimiento –posiblemente ya exponencial– del guanaco en la Patagonia los últimos 4 años es preocupante. ¿Por qué listarlo ahora?  Perplejo, me puse a investigar.

Todas las propuestas para la COP14 de la CMS figuran en Propuestas de Enmiendas a los Apéndices de la CMS, y, efectivamente, en esa lista, entre 14 propuestas distintas estaba el Doc.31.4.3, sobre el guanaco. El escrito en esa misma lista muestra que se recomendó para su adopción, como se muestra.  Listo, dicho y hecho.  

¿Que dice esa Propuesta, entonces?  Bueno, veamos la primera página: 

Si, tal cual: una propuesta anónima (no hay nombres, no hay mail: ¿a quién me dirijo para indagar más?), proveniente de los gobiernos de Bolivia, Chile, Paraguay y Perú. ¿Y la Argentina, el país con 85-90% de la población mundial de guanacos?

Nunca he leído un artículo científico de tan baja calidad. Repleta de falsedades, invenciones y omisiones, les invito a que lean los 100+ comentarios específicos en el documento (en inglés, disculpen, no he tenido tiempo de traducirlos): PROPOSAL FOR THE INCLUSION OF THE GUANACO (Lama guanicoe) IN CMS App II – con comentarios de Chacho.  Si no tienen tiempo de leer los 137 comentarios, solamente con llegar a la página 3 es suficiente. Es simplemente extraordinario.

¿Quiénes son las personas detrás de esta propuesta? ¿Quiénes fueron los que viajaron desde Ezeiza a Uzbekistán, representando a la Argentina, y lo aprobaron en una reunión en este suntuoso hall en Samarcanda?

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No tengo idea, pero les explico algo de cómo funciona la UICN, y quizás nos aproximemos un poco. La UICN tiene una Comisión de Sobrevivencia de Especies (UICN CSE), liderada por el reconocido conservacionista venezolano Dr. Jon Paul Rodriguez. La UICN CSE obtiene información especializada sobre cada especie (o grupo de especies) de una serie de grupos especializados, cuyos presidentes se designan por el Directorio de la CSE.  Bueno, el grupo relevante en este caso es el Grupo Especialista en Camélidos Sudamericanos, liderado por el Dr. Pablo Carmanchahi, quien ya se ha manifestado en contra del Plan de Manejo del guanaco en la Argentina.

¿La vicepresidenta de la CSE?  Dra. Gabriela Lichtenstein, una de las dos cofundadoras de la GECS, y una defensora acérrima de que se limite el aprovechamiento y manejo del guanaco a la esquila en silvestría. Desde el punto de vista ecológico, la esquila en silvestría es totalmente inútil: un numero incontrolado e incontrolable de guanacos esquilados te van a comer el mismo pasto (incluso te van a comer más: ¿de dónde sacan las calorías para formar la nueva fibra antes del próximo invierno?)  Y totalmente impráctico: la invito a la Dra. Lichtenstein que trate de encerrar un guanaco santacruceño por segunda vez: el pobre animal, traumatizado por su encierro y esquila el año pasado, no se deja encerrar. 

Es obvio que la GECS solamente representa un extremo de las posiciones científicas en cuanto al guanaco: siendo un grupo formal de la UICN, es válido preguntarse si la UICN no tiene la obligación de asegurarse que la GECS incluya la totalidad de posiciones objetivas y científicas en cuanto a una especie. La UICN tampoco me responde. 

La semana que viene voy a Cambridge a ver si el Dr. Richard Jenkins, el jefe (creo: todo es tan obnubilado dentro de estas ONGs) del Dr. Jon Paul Rodríguez está dispuesto a recibirme. Lo dudo, ya me ha dicho que no. Y bué, toco timbre igual… 

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Tantas, tantas preguntas. Tengo tantas, pero tantas preguntas para hacerles al Dr. Donadío, a la Dra. Lichtenstein, a la UICN, a Rewilding Argentina, a WCS Argentina, a FVSA, a FARN, a Parque Nacional Monte León. Tienen mi mail, estoy a su disposición.

Exploremos algunas de esas preguntas, las más fáciles:

  • Esta es la distribución original que describe Raedeke.  ¿Hacemos un poquito de “rewilding” para ver como el guanaco se come la cosecha gruesa y la cosecha fina en la pampa húmeda? (y de paso hacemos “rewilding” de bisontes de Manitoba a Tejas, ya que estamos)
  • ¿Cuál es el mecanismo de regulación poblacional del guanaco?  Raedeke, con sus 4 años viviendo con los guanacos, no alcanza a identificar mecanismo alguno. Yo postulo que el único mecanismo es descomprimir las altas densidades mediante la emigración. ¿Cómo lo comprobamos?
  • Raedeke dice (p213) “…winter mortality is the only important mortality agent for the adults.” o “la mortandad invernal es el único agente de mortalidad importante para los adultos”. Ya vimos que no hay mecanismo de regulación poblacional; ahora, con el cambio climático ha desaparecido el “único agente de mortalidad”. ¿Cómo hacemos para controlar los números? Admito que yo no lo sé. 
  • Y, para agregar un poco de humor, que siempre hace falta: les invito a que identifiquen un error importante que ha cometido Raedeke, que solamente se nota al mirar los números muy pero muy de cerca (ayudita: descarten el 95% de las 417 páginas de Raedeke, y solamente mire entre las páginas 210 y 230). Quedo a la espera.

Gente de Rewilding Argentina: los invito a que reconozcan como están contribuyendo a la desertificación de Santa Cruz con su campaña mediática y su “faith-based Science” (ciencia basada en creencias).  No despilfarren el excelente trabajo que están haciendo tantas organizaciones conservacionistas –incluyendo ustedes– en el mundo entero. Tomen responsabilidad. Y dejen de esconderse en sus oficinas, con o sin WiFi, en Libertador, en Iberá y en Monte León. 

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