Es la estimación del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) para 2023. Se estima que el consumo en el mercado doméstico se mantenga en torno a 47 kilos por habitante por año.

El presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), Roberto Domenech, estimó que la producción de carne de pollo en 2023 crecerá 3%, pese a los daños que ha provocado el ingreso de la gripe aviar al país.

Lo hizo en el marco de un encuentro de intercambio realizado por CEPA, en el marco del Día Nacional de la Avicultura que se celebró el 2 de julio pasado, y que tuvo como eje informar sobre la actualidad y proyección del sector productor de carne aviar.

De acuerdo con Domenech, el año pasado cerró con una producción de 2,45 millones de toneladas, lo que sirvió para consolidar un consumo interno en torno a los 47 kilogramos por habitante por año y exportaciones por más de U$S 400 millones, que alcanzaron a 60 destinos.

En este marco, “las reproductoras alojadas para 2023 proyectan un crecimiento del 3%, lo que permite estimar una producción de 1.000 millones de pollos para este año”, indicó el dirigente.

EL IMPACTO DE LA GRIPE AVIAR

En tanto, al referirse al sacudón que implicó la llegada de la influenza aviar al país, consideró que fue “una irrupción desequilibrante que alteró nuestros planes, obligando a Senasa al cierre de las exportaciones y aplicar el rifle sanitario en los lotes afectados”.

Bajo este panorama, hizo referencia a los reclamos que hay para que se avance en aplicaciones de vacunas y evitar la estrategia de sacrificar aves cuando se detectan casos en granjas comerciales.

“Aún no existe una vacuna ideal para esta enfermedad y es nuestro deber como dirigentes sectoriales informar bien a los productores. Hay vacunas producidas que no han demostrado eficiencia y, ante la presencia del virus, las aves deben sacrificarse aun vacunadas”, añadió Domenech.

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EXPORTACIONES DE POLLO

Respecto a mercados externos, Sofía García, coordinadora de Negociaciones Internacionales de CEPA, informó sobre la evolución de las gestiones público-privadas, a fin de acordar nuevos certificados sanitarios con cada uno de los países importadores de pollo argentino, en base a la propuesta de zonificación dinámica, por la que se garantiza origen de la exportación desde zona libre.

Entre las principales negociaciones en agenda, mencionó la próxima misión oficial a la República Popular de China, a cargo de una comitiva técnica del Senasa, a concretarse en la segunda quincena de este mes.

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LA HUELLA AVÍCOLA

Otro aspecto importante para destacar fue el perfil sustentable de la producción y el cuidado ambiental. En ese sentido, Carlos Sinesi, gerente General de CEPA, se refirió al trabajo realizado en forma conjunta con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) en el Análisis del Ciclo de Vida de la carne de pollo, determinando los valores de las Huellas de Carbono y Huella Hídrica en más del 70% de la producción avícola argentina.

Según CEPA, los valores alcanzados por el sector sitúan a la actividad con altos estándares en lo relacionado a la sustentabilidad.

Por último, Domenech señaló la importancia de la producción e industria avícola nacional, al destacar su presencia territorial en las provincias, generando empleo directo para 77.500 personas.

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