Los próximos jueves 16 y viernes 17 de marzo, en un establecimiento ubicado cerca de Villa Mercedes, se realizará una nueva edición de la “Expo Alfalfa”.

En la denominada “Cuenca del Morro”, ubicada al norte de la localidad de Villa Mercedes en San Luis, desde hace años vienen sufriendo fuertes problemas de erosión hídrica. Y la solución que han pensado desde el Gobierno para combatir los excesos de agua es agronómica: incrementar la siembra de la “reina” de las pasturas; es decir, la alfalfa.

Pero no solo eso; la apuesta de San Luis viene atada a un objetivo de negocio: que esa alfalfa tenga calidad de exportación y de esta manera la provincia puntana se consolide como un polo tanto productor como exportador de este forraje muy demandado en países como los árabes, que pagan un pecio alto por la tonelada.

Este es el contexto que enmarca la 2° edición de la “Expo Alfalfa” que tendrá lugar los próximos jueves 16 y viernes 17 de marzo en San Luis.

POR QUÉ LA ALFALFA

Alejandro Marín es el jefe del Programa Logística y Comercialización Agropecuaria, y gerente de Agrozal SAPEM, una Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria, en la que el Estado puntano posee el 90% de las acciones.

“Nuestro plan plurianual nace de la necesidad de incentivar el cultivo de alfalfa que con los años fue siendo desplazado por la agricultura, pero necesitamos volver a imponerlo por los problemas de erosión hídrica”, comenta Marín a Infocampo.

San Luis comenzó a cultivar alfalfa para disminuir el desbalance hídrico

La decisión de apostar a la alfalfa y no a otro tipo de pastura, obedece en primer término al amplio know how que hay en Argentina sobre este cultivo, por ejemplo, en la colindante provincia de Córdoba donde el INTA Manfredi realiza numerosos estudios y ensayos al respecto.

Pero además también está vinculada al fuerte crecimiento que ha tenido el mercado internacional de la alfalfa en los últimos años.

“Agrozal nació como un acopio y acondicionado de cereales. Y como ya tiene su estructura armada para el negocio agropecuario, hace unos años se armó la nueva área de negocios de exportación de alfalfa”, explica Marín.

PLANTA Y CAMPO DEMOSTRATIVO

En concreto, lo que hicieron fue instalar una planta compactadora para confeccionar los fardos y también hace dos años comenzaron a sembrar en un campo demostrativo seis variedades distintas, con el fin de que los productores puedan observar el desempeño de éstas y tomar mejores decisiones.

Son 300 hectáreas en las que se busca dar asesoramiento sobre cómo lograr un alfalfa de calidad de exportación, en temas clave como la fecha de corte, tiempo de secado y manejo de plagas, entre otros.

Precisamente, algunos de los contenidos que se verán en la Expo serán los resultados de los ensayos realizados junto a semilleros en relación a la productividad, persistencia y calidad de las alfalfas.

Asimismo, se han realizado estudios con el uso de diferentes tecnologías, como por ejemplo distintas estrategias de fertilización.

“Queremos también que los productores tengan más herramientas sobre el mercado internacional: que sepan cómo se accede, porque para los chicos o medianos por ahí es complicado exportar, pero nosotros les hacemos el acompañamiento para que puedan hacerlo, o les compramos la mercadería para exportarla nosotros”, agrega Marín.

En cuanto a las empresas más grandes, Agrozal las pone en contacto con la demanda. En definitiva, según Marín, en esta edición van a apuntar más a los temas técnico-comerciales que a los técnico-productivos, precisamente porque la idea es reforzar el horizonte y las oportunidades de negocio que representa la alfalfa.

“Lo que queremos es convencer a más productores, teniendo en cuenta que el mercado de exportación asegura un precio competitivo frente a la soja y el maíz, y es también un mercado estable. En margen bruto compite de manera perfecta”, menciona Marín.

En esa línea, también habrá economistas que disertarán sobre el mercado de alfalfa, y conferencias en que se escucharán las experiencias de exportadores y recomendaciones de agentes que intervienen en el comercio exterior.

UN “FARDO” DE EXPORTACIONES

El gran objetivo que persigue San Luis, según Marín, es “consolidarnos como proveedores internacionales de alfalfa”; pero son conscientes de que, para eso, “necesitamos un volumen mínimo para garantizar a compradores”.

En la Cuenca del Morro hay unas 25.000 hectáreas que se pretenden ocupar con alfalfa: hoy solo hay implantadas unas 2.000 y un objetivo inmediato es alcanzar las 5.000.

“El problema cuando ahí hay soja y no alfalfa, es que rápidamente sube la napa e invaden especies como la cortadera o el chañar. Además, es zona de mucho granizo: un cultivo se pierde todo, la alfalfa es solo un corte que se pierde”, describe Marín.

Hoy, San Luis es la segunda provincia que más alfalfa exporta, por detrás de Córdoba, y quiere llegar a ser la primera.

Entre otras ventajas, una es que por Villa Mercedes pasa la línea del ferrocarril San Martín, de transporte de cargas, y allí ya tienen montado un Centro de Transferencia con Zona Primaria Aduanera.

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