El trigo, en terapia: sigue perdiendo hectáreas y los lotes sembrados se deterioran cada vez más
Tanto la Bolsa de Cereales de Buenos Aires como el Ministerio de Agricultura volvieron a reducir su proyección de siembra. Casi la mitad de los lotes sufren sequía y uno de cada cuatro está en mal estado.
El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, y la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, coincidieron este jueves en volver a reducir su pronóstico de siembra de trigo 2022/23, a raíz de la falta de lluvias que sacude a casi todas las zonas agrícolas argentinas, a lo que se suman las heladas que no ayudan al desarrollo inicial del cultivo.
Ambos organismos ubicaron ahora la superficie a implantar en 6,1 millones de hectáreas, unas 600.000 por debajo de las 6,7 millones del ciclo 2021/22.
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La Bolsa de Comercio de Rosario, en tanto, mantiene un pronóstico más pesimista: 5,9 millones de hectáreas, un millón por debajo de su estimación para la campaña pasada.
CÁLCULO OFICIAL
“En el presente reporte se estima una disminución del área sembrada del 3,9% respecto a lo informado en junio, explicada principalmente por la escasez hídrica provocada por la prolongada ausencia de precipitaciones necesarias para permitir la recarga en los perfiles del suelo”, resumió la cartera agropecuaria nacional.
Inicialmente, desde el Gobierno esperaban una siembra igual a la del año pasado, de 6,75 millones de hectáreas, pero luego en junio el cálculo se redujo a 6,4 millones; y ahora volvió a achicarse, a 6,1 millones.
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Según el informe oficial, la sequía “se manifiesta como una constante en prácticamente toda el área productiva, con excepción del sudeste bonaerense, donde las condiciones climáticas son aceptables para la evolución del cultivo”.
El progreso de siembra hasta ahora es del 92% y el 8% restante aún es una incógnita: podría completarse con materiales de ciclo corto, pero es necesario que lleguen lluvias y además podría haber problemas de disponibilidad de semillas.
“El cultivo atraviesa etapas vegetativas, entre emergencia y crecimiento, algo retrasados en su desarrollo en función de las bajas temperaturas acontecidas, y en buen estado en general. Aún no son visibles los síntomas por estrés hídrico, pero se han reportado emergencias desparejas, con lotes manchoneados, a causa de la falta de humedad”, completó el reporte de Agricultura.
DE PÉRDIDA EN PÉRDIDA
La Bolsa porteña, por su parte, redujo por quinta vez su proyección, luego de que a fines de mayo, en A Todo Trigo, ubicara el área 2022/23 en 6,6 millones de hectáreas.
“La proyección de siembra de trigo para el ciclo 2022/23 vuelve a caer 100.000 hectáreas, debido al insuficiente aporte de humedad de las lluvias del pasado fin de semana”, remarcó en su Panorama Agrícola Semanal.
Pero el problema no es solo la menor superficie, sino que además los lotes implantados en general presentan condiciones desfavorables: casi la mitad (44%) sufren condiciones hídricas de escasez o sequía, y uno de cada cuatro (25%) están en regular o mal estado.
El 43,7 % de la sup. sembrada de #trigo🌾se encuentra bajo condición Regular/Seca, mientras que el 23 % registra cond. Regular/Mala, lo que representa un aumento intersemanal de 2,6 p.p. del área en dicho estado.
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— Bolsa de Cereales ETyM (@BolsadeC_ETyM) July 21, 2022
“En cuanto a los lotes implantados, los más tempranos que ya transitan encañazón se encuentran cada vez más comprometidos por la falta de humedad, mientras que los tardíos presentan demoras en la emergencia y el crecimiento inicial, no solo por las restricciones en términos de humedad sino también por las bajas temperaturas”, alertó.
Y como se mencionó, no es solo la falta de agua el problema, sino la sucesión de mañanas con mucho frío: “Las heladas registradas durante las últimas semanas continúan demorando el crecimiento inicial y provocando daños en tejidos de lotes tempranos”.