Las últimas y abundantes precipitaciones dejaron, como saldo, los perfiles cargados de buena disponibilidad de agua. ¿Qué se espera para el otoño?

Las sucesivas lluvias de las últimas semanas en todas las zonas agrícolas que, en muchos casos se combinaron con una baja de temperatura y la ocurrencia de heladas, aportaron a la recuperación de los suelos, tanto a nivel superficial como en profundidad.

Recientemente, el Servicio Meteorológico Nacional realizó otra actualización sobre el pronóstico de precipitaciones para el trimestre abril-junio.

Desde la entidad, en materia de temperaturas, rescataron que, el mes pasado, fue uno de los 10 marzos más fríos de las últimas décadas, con casi 1° por debajo de la media en gran parte de la Argentina.

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Para la perspectiva, de acuerdo al Servicio, “el pronóstico indica que hay mayor probabilidad de registrar un trimestre más seco que lo normal sobre el sur del Litoral, este de Buenos Aires, parte de Cuyo y este de Patagonia”.

Además, agregan que se pueden esperar lluvias normales o inferiores a las normales hacia el norte y noreste del país, Córdoba, La Pampa, oeste de Buenos Aires y oeste de Patagonia.

Por su parte, hacia el este del Noroeste Argentino lo más probable es que las precipitaciones estén dentro del promedio. Asimismo, en el extremo sur de la Patagonia se pueden esperar lluvias entre normales y superiores a lo normal para ésta estación del año.

TEMPERATURAS

En referencias a las marcas térmicas, para el periodo comprendido entre abril y junio de 2022, se espera que en gran parte del centro del país y el oeste patagónico, en promedio, las temperaturas pueden ser normales o superiores a lo normal.

También se observa una mayor probabilidad de que la temperatura sea superior a lo normal en el este y sur de la Patagonia.

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Sobre la región del Litoral las temperaturas medias estarán dentro de lo habitual, mientras que hacia el norte y noroeste de la Argentina los pronósticos no son concluyentes y no se ve favorecida ninguna categoría.

Por otro lado, como es habitual al final del otoño y comienzo del invierno, es común tener días con mucha amplitud térmica, por lo que no se descarta una mayor frecuencia de temperaturas mínimas muy bajas sobre el centro y norte del país.

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