Organizaciones del campo rechazaron la suspensión de las exportaciones de maíz
CARBAP se declaró en estado de alerta y movilización y temen una merma en el uso de tecnología para la siembra de la fina. BUENOS AIRES (NAP) Dos de las principales organizaciones rurales que...
CARBAP se declaró en estado de alerta y movilización y temen una merma en el uso de tecnología para la siembra de la fina.
BUENOS AIRES (NAP) Dos de las principales organizaciones rurales que defienden los intereses de los agricultores y ganaderos rechazaron este jueves el cierre temporario de las exportaciones de maíz, hasta el 1 de marzo de 2021.
En cambio las exportaciones de maíz pisingallo quedaron exceptuadas de la medida.
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y Confederaciones rurales de Buenos Aires y La Pampa cuestionaron la decisión del Ministerio de Agricultura de suspender la presentaciones de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJJV) de maíz para abastecer el consumo interno.
En ese sentido, desde CRA aseguraron que “habrá menos maíz a futuro como en su momento hubo menos carne y menos trigo, por eso, no debe asombrar que cada vez seamos un país más pobre”
El Gobierno nacional dispuso el cierre de la comercialización externa de maíz, y una vez más el campo no pierde su capacidad de asombro, cuando todos entendíamos que el cierre de exportaciones es una pésima medida, cuando todos sabemos que si no exportamos no ingresan divisas y cuando todos entendemos que este camino de cierre de exportaciones nos llevó al fracaso, increíblemente se vuelve a decidir lo mismo.
El propio Gobierno que recibe al Consejo Agroindustrial Argentino, en una mesa con todos los funcionarios de máxima responsabilidad para trabajar en pos de mayores exportaciones, una semana después decreta el cierre de la exportación de maíz, parece increíble, paro así funciona la Argentina y por eso está como está, aseguraron desde CRA.
La suspensión de la presentación de las DJVE hasta el 1 de marzo tomó por sorprendió a las entidades que venían dialogando con el Gobierno desde el CAA.
La entidad confederada estimó que la decisión oficial son “medidas inconsultas como la suspensión de los DJVE para el maíz, no hacen más que minar la confianza y desgastar la interrelación mutua entre el sector y el gobierno”, aseguraron.
“Se dinamitan los canales de dialogo abiertos y con buena capilaridad que funcionaron en este año de pandemia”, advirtieron.
Esta medida atrasa, sumando incertidumbre al sector productivo, recetas ya perimidas con resultados desastrosos, que “solo llevaron a la sojización extrema, y a la menor cosecha de trigo en 100 años, además de generar todo un sistema impuro de discrecionalidades y peajes”.
“El Gobierno tiene la potestad de ejecutar regulaciones, pero tiene la obligación de que las mismas sean virtuosas, generando producción y desarrollo, tiene la herramienta del dialogo, abierta para estos casos”, puntualizaron.
En ese sentido CRA recordó que el Gobierno debe tener en claro que las consecuencias de sus decisiones, las termina pagando el productor, ese mismo productor que sufre la segunda presión fiscal más alta a nivel mundial y, al achicarle su mercado de demanda verá como rápidamente el precio de su maíz baja para acomodarse a las necesidades de los demás eslabones de la cadena.
“Esta decisión genera una clara transferencia de recursos del sector primario a otros sectores, una manifiesta distorsión de producción que sin dudas impactara en las decisiones de siembra de la próxima campaña (fina).
“No esperábamos este golpe a la credibilidad de la relación entre el Gobierno y el sector productivo primario, una nueva pésima señal y el regreso al pasado más opaco del intervencionismo estatal”, describieron.
Alerta y movilización
Por su parte CARBAP, que en el orden nacional responde a CRA rechazó la intervención al mercado del maíz y se declaró en estado de alerta y movilización
La entidad rechazó la suspensión del registro de las DJVE y repudió cualquier forma de intervención en los mercados.
La impericia en el manejo de las políticas sectoriales provoca la desconfianza, la imprevisibilidad, y el temor a seguir reinvirtiendo.
“Mienten desde el Gobierno al decir que basan esta decisión en la necesidad de asegurar el abastecimiento del grano para los sectores que lo utilizan como materia prima en sus procesos de transformación, porque restan casi 8 millones de toneladas de maíz para volcar al mercado interno de acuerdo a los datos del MinagyP.
Al respecto CARBAP dijo que deberían argumentar con la verdad, y expresar que se debe a “su impericia (por el Gobierno) para disminuir la brecha cambiaría, y la imposibilidad de poder controlar la inflación y peor aún, a la incapacidad de implementar recetas o
instrumentos que no hayan fracasado en el pasado”, detalló CARBAP.
Con estas señales al sector productivo, lejos se está de desincentivar actitudes inflacionarias, sino todo lo contrario, se ocultan incapacidades, prebendas y porque no negociados y corrupción como consecuencia de la ausencia de políticas sectoriales, de control y de fiscalización.
La impericia en el manejo de las políticas sectoriales provoca una vez más que la desconfianza, la imprevisibilidad, y el temor a seguir reinvirtiendo se apodere del productor agropecuario.
“El actual gobierno no aprendió nada de los errores del pasado. Afortunadamente los productores hemos aprendido, y no volveremos a cometer los mismos errores”, concluyó el documento de CARBAP














