En medio de un contexto desafiante para la agroindustria, Fernando Cozzi, presidente de Cargill en Argentina, compartió su visión sobre el rol del país en el mercado mundial y las perspectivas a futuro. Fernando Cozzi destacó que el desafío es que la cosecha pueda crecer: “Si al productor le va bien a todo lo que viene después funciona”. Lo

En medio de un contexto desafiante para la agroindustria, Fernando Cozzi, presidente de Cargill en Argentina, compartió su visión sobre el rol del país en el mercado mundial y las perspectivas a futuro.

Fernando Cozzi destacó que el desafío es que la cosecha pueda crecer: “Si al productor le va bien a todo lo que viene después funciona”.

Lo que está en juego es ver cómo será la implementación, algo que puede terminar definiendo la composición de soja y cereales para las próximas campañas. De hecho, la expectativa de cambios jugó en contra del área sembrada con maíz, que caerá por primera vez en 5 años.

Además, el presidente de Cargill en Argentina plantea la importancia de no volver a intervenir a la exportación con cupos: “Entre 2010 y 2015 pasó algo paradójico, se sobrecargo de impuestos a la soja (que igual creció en área) pero por otro lado se puso un sistema de cuotas nocivo para el sector. Esperamos que ninguna de esas políticas se replique”.

A mediados de 2005 Cargill invirtió en un frigorífico que estaba fundado en función de la exportación, con la idea de “exportar carne argentina”. “Al poco tiempo se cerró la exportación y terminamos malvendiendo el establecimiento 5 o 6 años después”, contó graficando el impacto de las restricciones.

La posibilidad de competir de igual a igual con diversos países productores a nivel global fue lo que permitió montar un complejo oleaginoso líder a nivel global.

En los años 2000 la capacidad de molienda en Argentina, Europa y China era similar. 20 años después en China se multiplicó por 6, en Argentina por 2,5 y en Europa se mantuvo sin cambios.

“Crecimos a fuerza de competir, peleando con Europa y forzando a que tengan que comprar la harina. Hubo plantas que se reconvirtieron, y pasaron a moler otros productos”.

Una competencia que forzó la eficiencia: “El tamaño de plantas procesadoras que hay en la Argentina no lo vemos en ninguna otra parte del mundo”. Además, “son eficientes porque hay todo un complejo productivo que confluye sobre el rio y que va al mundo“.

A modo de ejemplo, el tamaño promedio de las plantas de procesamiento de Brasil llega hasta 3000 toneladas por día. En Argentina las plantas pueden llegar a las 34.000 toneladas.

Sin embargo, la mayor capacidad del complejo industrial no creció en línea con el tamaño de la cosecha y hoy hay una importante capacidad ociosa.

“El desafío es que la cosecha pueda crecer, para que eso suceda necesitamos rentabilidad para el productor. Es algo que debemos mirarlo estratégicamente, más allá de las necesidades de financiamiento que pueda tener la economía”.

“Si al productor le va bien a todo lo que viene después funciona. Es muy importante que el productor tenga los incentivos para seguir creciendo”, agregó.

Cozzi destacó la importancia de poder exportar harina de soja a China pero recordó la importancia de tener plena competencia: “Es positivo pero lo más deseable sería que sea sin cupo. Donde hay libertad para entrar nosotros vamos y competimos de igual a igual”.

Además, se refirió a las perspectivas del mercado de granos y la complejidad de factores que definen la tendencia de los precios: “Hace 25 años atrás el mercado era muy cerrado en términos de los factores que tenían influencia. Desde que se expandió la industria de biocombustibles se generó mucha volatilidad con factores políticos y hoy el petróleo tiene más incidencia”.

En este sentido, “no esperamos nada disruptivo ni para arriba ni para abajo. Tenemos mucha más influencia de factores políticos, pero son cosas que influyen a corto plazo. A la larga prevalece la oferta y la demanda, y no hay algo que nos de esperanza de volver a los precios que alguna vez tuvimos”.

Por último, destacó la importancia de contar con reglas claras para promover inversiones en Argentina y aprovechar la creciente demanda de proteína. Frente a la oportunidad, “ojalá que la tengamos”, concluyó.

Vía: Agrofy News